Alegan millonarias pérdidas en turismo por medidas contra el COVID
Al menos 11 visitas a San Juan de Royal Caribbean, Celebrity Cruises y Azamara Cruises fueron canceladas.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 3 años.
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El sector turístico en Puerto Rico levantó su voz de protesta ante lo que consideraron una decisión errónea del Departamento de Salud, que condicionó la llegada de cruceros de tránsito a Puerto Rico ocasionando pérdidas millonarias.
En el día de ayer el Departamento de Salud de Puerto Rico, “en una acción inesperada y sin coordinación entre las partes involucradas, condicionó el arribo de cruceros en tránsito a la isla implementando nuevas directrices, tomando por sorpresa al sector turístico del país y a las propias empresas de crucero”, informaron por escrito.
“Estábamos comenzando a ver la luz y un buen indicio en la recuperación del sector de cruceros en el país luego de más de 20 meses de ausencia de este. No cabe duda de que se estaba empezando a sentir el aumento en ventas, no solo para comerciantes del Viejo San Juan, sino también para los tours operadores, transportistas, artesanos, agentes de viajes, museos, hoteles, en fin, todo el componente de productos y servicios. Las decisiones equivocadas, arbitrarias y unilaterales del gobierno son injustas e inapropiadas”, expresó Juan Fernández, Presidente de la Farmacia Luma.
Fernández señaló que, dentro de las directrices impuestas por el Departamento de Salud, la única que resalta como nueva es el requisito de que cada pasajero a bordo debe tener una prueba de COVID negativa con 48 horas de antelación. El resto ya era parte de los acuerdos que las líneas de cruceros tenían con el CDC y el gobierno de Puerto Rico. Esto ha ocasionado la cancelación de al menos 11 visitas a San Juan de Royal Caribbean, Celebrity Cruises y Azamara Cruises.
Por su parte Daphne Barbeito, propietaria de la empresa Cruceros To Go y conocedora de la industria de cruceros por más de 30 años, destaco que la suspensión de los viajes de tránsito supone una pérdida millonaria.
“En estas 11 visitas se estiman pérdidas de $5.5 millones de dólares en gastos del pasajero. A esto tenemos que añadir las pérdidas por servicios prestados, tours organizados a los visitantes, venta de combustible marítimo donde se estima una pérdida de otros $4.4 millones, en total esta decisión debe provocar pérdidas que rondará en los $12 millones. Por 20 meses, las líneas de cruceros han trabajado con todos los gobiernos para establecer los acuerdos. Lamentablemente el de Puerto Rico vuelve a incumplir y de forma abrupta, dejando fuera de las conversaciones a los distintos sectores que se verán directamente afectados. Estos cambios, logísticamente hablando son imposibles de lograr en un término de menos de 48 horas”, expresó Barbeito.
Por otra parte, Jose Poupal señaló que en el caso de los tours operadores y transportistas, una de las áreas más afectadas, la cancelación del Symphony of the Seas los tomó por sorpresa, provocando pérdidas inmediatas. “Hemos sido los últimos en enterarnos, las decisiones tomadas sin consultar provocaron en los tours gastronómicos hayan tenido que botar literalmente la comida al zafacón. Hemos esperado por largos meses para tratar de recuperar parte de lo perdido, vemos como restringen a los cruceros pero no en el aeropuerto donde no hay controles, cualquiera puede entrar contagiado y nadie se entera. En todos estos meses no hemos recibido ninguna ayuda del gobierno, esto sin duda es un golpe mortal para nuestro segmento de servicio”, denunció el Presidente del gremio Protge.
“La propagación del virus está ocurriendo en eventos multitudinarios, en la falta de controles en los pasajeros que llegan vía aérea y no con la llegada de los cruceros, esto es un asunto local. Todos los reportes de contagios en los cruceros están por debajo del 1%, esos pasajeros se aíslan y no pueden desembarcar. No existe otro destino, producto o servicio ahora mismo con el nivel de transparencia sobre el COVID como lo es la industria de cruceros. El gobierno ha castigado a miles de trabajadores puertorriqueños, que volverán a ser cesanteados, por la percepción pública, la presión mediática, la falta de información y la toma de decisiones adversas sin contar con el componente turístico” concluyó Barbeito.