Alcalde vegalteño parece no importarle la seguridad de su pueblo
No quiere hablar sobre la incidencia criminal en el área de la playa Cerro Gordo.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 10 años.
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Al alcalde Isabelo “Chabelo” Molina Hernández parece no importarle la seguridad de su pueblo.
La incidencia criminal en el área de la playa Cerro Gordo –uno de los lugares más visitados en este municipio costero– le ha robado la tranquilidad a los vecinos de las comunidades aledañas y a los visitantes que llegan de todas partes para darse un chapuzón y disfrutar en familia durante este candente verano.
El pasado 4 de julio y el fin de semana que le siguió, los amigos de lo ajeno hicieron fiesta en la concurrida playa, llevándose desde gafas de sol hasta carteras y celulares, rompiendo a su paso varios cristales de autos para cometer sus fechorías.
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Sin embargo, en un ejercicio irresponsable, el mandatario municipal le restó importancia a la situación y luego de varias comunicaciones con su relacionista Jaime Rodríguez, prefirió no hacer declaraciones al respecto.
Irónicamente, ni el propio alcalde está exento de la incidencia criminal que afecta al municipio.
En el 2012, Molina Hernández fue víctima de un escalamiento a su residencia en la urbanización Hacienda El Molino que, por cierto, tiene control de acceso y vigilancia privada. En esa ocasión los ladrones lograron llevarse una pistola Smith & Wesson calibre 9 milímetros, propiedad del alcalde novoprogresista. El arma de fuego tenía la licencia expirada.
Posterior a este incidente, el alcalde fue altamente criticado por presuntamente haber solicitado vigilancia especial frente a su residencia a cargo de la Policía municipal, en horario de 8:00 de la noche a 4:00 de la madrugada.
A pesar de los señalamientos, el mandatario municipal rechazó una y otra vez las versiones que indicaban que él había solicitado la vigilancia policiaca.
Vergonzosamente, en esta ocasión la actitud del alcalde dejó entrever que los asuntos serios que afectan al municipio que dirige no son lo suficientemente importantes como para provocar una reacción suya, ni tan siquiera para reafirmar a través de los medios de comunicación que está haciendo algo para garantizarle una mejor calidad de vida a sus conciudadanos.