Ante la debacle económica por la que atraviesa el municipio de Yabucoa, su alcalde Rafael Surillo apuesta a una serie de proyectos que incorporó a su agenda tan pronto asumió la poltrona municipal en enero pasado.

¿Cuál es la situación actual de Yabucoa?

Crítica. Asumimos el mando de un municipio que estaba casi en quiebra. La fuga de gente del municipio es alarmante. En el último Censo, se registró una disminución de 2,500 habitantes.

¿Qué estrategias tiene para contrarrestar este problema?

Queremos atraer a las personas al casco urbano. Queremos aglomerar las oficinas de servicios municipales en el pueblo para que la gente se vea obligada a venir y esto beneficiaría al comercio local. También, siguiendo el modelo de Carolina, vamos a desarrollar viviendas de interés social en el mismo corazón del pueblo.

¿Qué proyectos en específico tiene su administración?

Ahora mismo estamos remozando la Plaza del Mercado para mejorar su fachada y habilitar más espacios para más comerciantes. La Autoridad de Energía Eléctrica está por establecer una oficina regional cerca de la Plaza de Recreo y nos encontramos en el proceso de declarar varias estructuras como estorbos públicos. Además, estamos trabajando con el proyecto del Parque del Niño, un parque acuático en el balneario y habilitar varios edificios para desarrollar microempresas.

Pero, ¿cómo financiará estos proyectos?

Una vez tengamos hecho el estudio de viabilidad podemos recurrir a préstamos de bonos de financiamiento a través del Banco Gubernamental de Fomento o del Gobierno federal. Estos préstamos los obtendríamos porque hay una fuente de repago en cada proyecto.

¿Cómo planifica desarrollar nuevos empleos?

Todos esos proyectos que estamos haciendo implican empleos directos e indirectos. Necesitamos crear una mejor calidad de vida en Yabucoa, crear mayores oportunidades e impactar a la juventud para evitar que se nos vayan.