Alcalde de Villalba apuesta a la educación
La economía del pueblo históricamente, ha girado alrededor de unas pocas empresas.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 10 años.
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El alcalde de Villalba, Luis Hernández, reconoció el panorama gris que trae a un pueblo el que su empleomanía dependa del Municipio o de unas pocas empresas, por lo que apuesta a que la educación reduzca el desempleo.
Para diciembre de 2013, el desempleo en Villalba sumó 23 por ciento; en el 2012, fue de 19.3 por ciento.
La realidad es que por muchos años Villalba ha dependido económicamente y laboralmente de dos empleadores: la fábrica de Metronic, que son 1,500 empleos, y el Municipio, con sobre 300 empleos. Lamentablemente, en décadas no hemos podido lograr traer una empresa o industria que genere los suficientes empleos para atacar esa tasa de desempleo.
Me comentó que le atribuye el desempleo a la deserción.
Tenemos una tasa altísima de desertores escolares que en noveno grado dejan la escuela. Hay una dificultad grande para atacar la raíz del desempleo que es la deserción.
¿Cuál es su respuesta?
Hay muchas iniciativas dirigidas a la educación. El Departamento de Educación asignó $9 millones para un proyecto que refuerza las materias básicas de una manera distinta –impactará a 200 estudiantes y creará 48 empleos–. Estamos creando la orquesta sinfónica juvenil para que se queden y tenemos una alianza con Microsoft para darles una certificación profesional en Microsoft Office.
¿Qué áreas de potencial desarrollo hay en Villalba?
Estamos visitando las comunidades para incentivarlas a que creen la autogestión. Un ejemplo es el barrio de El Cemil, donde la comunidad está interesada en establecer quioscos en la carretera principal. A estas personas el Municipio les da los talleres de autogestión.
¿Cómo más impulsará el desarrollo económico?
Tenemos once proyectos de construcción... Además, el apoderamiento, porque en la medida que las personas se apoderen de sus áreas estamos permitiendo que los villalbeños hagan lo que de ordinario hacían personas de afuera.