Alcalde de Camuy rebaja más de 100 libras
Afirma que tras ese proceso su salud y ánimo están mucho mejor que hace dos años.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 4 años.
PUBLICIDAD
Los resultados de un examen médico fueron la señal de alarma que le indicó al joven alcalde de Camuy, Gabriel “Gaby” Hernández Rodríguez, que tenía que adoptar cambios importantes en su estilo de vida.
Para entonces, en enero de 2019, apenas pasada la época navideña en la que es costumbre comer en abundancia, Gabriel pesaba más de 300 libras.
“Fui a un médico, el doctor Javier Cuevas, que trabaja con tipos de planes de nutrición y métodos para poder adelgazar. En ese momento pesaba 305 libras, era talla 44 de pantalón”, recordó.
El médico le ordenó varios estudios para ver cómo andaba su salud, “y hubo varios renglones que mi salud estaba afectada, la tiroides, colesterol estaba un poco alto, el azúcar estaba a punto de estar sobre el límite. Y todo eso me trajo cierta preocupación. Y ahí comenzamos todo”.
Arrancaron con una dieta alimenticia “bastante estricta”, que luego fueron modificando poco a poco, y suplementando con vitaminas “para poder nivelar cada una de las deficiencias que tenía mi cuerpo”.
“Poco a poco, con mucha disciplina, y caminando también, porque hay que hacer ejercicios, fuimos bajando de peso”, recordó. “Ya a finales del 2019 estaba en 195 libras, y ya estaba en talla 38 (de pantalón). Y gracias a Dios cada seis meses me hacía los exámenes y cada día, en cuestión médica, en cuestión de salud, estaba mucho mejor”.
Admitió que cuando era talla 44 de pantalón se sentía más cansado a pesar que solo tenía 33 o 34 años. Ahora, insistió, “tengo que confesar que me siento mejor ahora que tengo 36 años”. Comentó que parte del problema con el peso venía también de la mano del estrés del trabajo que tenía entonces en la Legislatura, y todo lo que conllevaba, como el hecho de que a menudo comía “a deshora, sin orden, como uno debe alimentarse”.
A eso se sumaba el asunto emocional, porque “¿quién quiere estar gordo? Todo el mundo quisiera estar saludable”.
“Así que me puse como meta, siempre he sido una persona bien organizada, y me planifiqué. Y, gracias a Dios, he logrado mi meta”, afirmó con tono de orgullo, y mostrando una foto, en la que casi ni se le puede reconocer, de antes de comenzar todo el proceso.
Otro elemento que aportó a ese empeño de lograr la meta de perder peso fue la candidatura a la alcaldía de Camuy.
“Uno se va a exponer al pueblo, que vota por uno por sus ideas y por sus planes, pero también hay un asunto físico que está envuelto, en el sentido que uno tiene que caminar casa a casa. Camuy tiene 32,000 habitantes y mi meta era llegar a todas las comunidades, no quedarme a mitad de cuesta como se dice en el campo. Y hay que estar saludable para eso, si no, no lo vas a lograr”, explicó.
Ya como alcalde electo y juramentado, en marzo del 2020, estando en talla 38 de pantalón, tuvo la experiencia de que “me toco caminar a Camuy completo, en medio de la pandemia. Gracias a Dios que ya había rebajado bastante y estaba ya con bastante ejercicio, pude lograr caminar mi pueblo en 31 días”.
Atribuyó ese logro a la disciplina “tanto médica, como de ejercicios, como de alimentación”.
“Esto es algo que requiere disciplina, y deseos, y voluntad. Tú puedes tener la mejor dieta del mundo, puedes tener el mejor médico, pero si no cumples con los parámetros que te establece el médico, no lo vas a lograr. Tienes que desayunar a una hora; a las dos horas una merienda, unas almendras, una fruta, un yogurt; almorzar una comida saludable, una proteína con algún vegetal”, afirmó.
Sostuvo que, dentro de todo, adaptaba la dieta a sus gustos, evitando, por ejemplo, la remolacha que no le gusta. “Y era franco con mi médico. Porque a veces nos quedamos callados, por miedo, o porque uno siente algún tipo de complejo, de que no voy a comer eso, pero no se lo voy a decir al médico. Entonces lo que estamos haciendo es engañándonos nosotros mismos”.
“Yo lo que hacía es que se lo decía al médico, esto sí, esto no, esto yo puedo, ¿cómo puedo sustituir esto? Y así él me iba llevando. Y gracias a Dios pues ya hoy en el 2021 peso 195 libras y soy 36 de pantalón. Ha sido un largo trayecto”, afirmó Gabriel con satisfacción.
Comentó que no faltaron momentos de frustración en ese recorrido, en particular durante los primeros dos meses, “porque tú ves bien poco resultado, y ves demasiado sacrificio. Esos primeros dos meses, para mí, fueron los más difíciles. Pero después uno se va acostumbrando. Al principio caminaba 30 minutos, porque hasta ahí llegaba, después le aumentaba 10 minutos más y así, hasta lo que camino hoy que son 4 millas sin ningún tipo de problema. Uno se va adaptando, es resistencia”.
¿Y en al asunto de la comida?
“Pues te tengo que confesar que había un fin de semana que tenía que irme un poquito fuera de la regla. Pero ya yo sabía que cuando llegaba el lunes tenía que ser más estricto conmigo mismo. Porque eso es así, hay momentos que tenemos que recompensarnos, me pasa”, comentó, admitiendo que en esos fines de semana, comía “algo que no estaba en la lista que me daba el médico. A mí me encantan los rellenos de pana, los rellenos de papa, eso para mí es algo favorito”, dijo.
“Y en mi caso, que soy alcalde, uno se para en una residencia, le ofrecen a uno un café, allá te fríen el bacalaíto, y cómo uno le va a decir que no. Pero ya sabía internamente que el próximo lunes tenía que hacer un poco más de sacrificio para poder seguir logrando la meta. Es disciplina. Si hoy me tocó comerme el rellenito de papa, pues sabes que esa semana tienes que ser mucho más estricto. Y las vitaminas, bien importante, y no fallar en los medicamentos”, agregó.
“Y ya es un estilo de vida. Ya yo como realmente de todo, en proporciones menores, y evito las cosas fritas mayormente, pero como de todo. Es un balance. Ahora mismo yo evité los refrescos, las comidas fritas, como lo menos arroz posible, aunque si tengo que comer en algún momento lo hago”, detalló sobre su dieta actual.
“Y los indicadores de salud están excelentes. Los tengo todos a los niveles correspondientes. Físicamente me siento sumamente mejor, con más energía, con más fuerza, con más ánimo, y eso a pesar de que siempre he tenido un tren de vida acelerado por mi trabajo, por mi función, uno es alcalde 24 horas, a veces son días de 15 horas de trabajo”, sostuvo.
En resumen, el alcalde tiene un mensaje para todo el que esté en la encrucijada que estuvo él:
“A todas las personas que han estado en posiciones como la mía, sobre 300 libras, lo que le exhorto a que crean en ellas, tengan su voluntad, y con mucha disciplina lo van a poder lograr”, aseguró. “Lo que tienes que tener es deseo, proponérselo y lo va a lograr. Y buscar ayuda, y comenzar a hacer ejercicios y creer en uno mismo. Es un proceso. Lo importante es empezar”.
Gabriel quiere que la positiva experiencia no se limite a su persona, así que junto a personal del municipio ha diseñado un “programa de vida saludable” que ofrecerán, y del que piensa participar, “para que niños, jóvenes y adultos que quieran integrarse a este programa para bajar de peso, nosotros hacerlo desde la misma oficina de recreación y deportes, y así nosotros ayudarlos para que lo puedan lograr”.