Cerca de un 25% de los niños en Puerto Rico tiene problemas visuales que afectan su desempeño escolar, según ha revelado el primer estudio de este tipo que se realiza en la Isla. 

La investigación denominada “Errores refractivos y disfunciones visuales en los niños de Puerto Rico” identificó también que uno de cada seis menores está en riesgo de fracasar académicamente por tener graves problemas de visión.

“Es un resultado preocupante”, concedió Héctor Santiago, director de investigación y catedrático de la Escuela de Optometría de la Universidad Interamericana, durante una conferencia de prensa en la que se presentaron los hallazgos del trabajo que la institución realizó junto con el Colegio de Optómetras, el Club de Leones y el Departamento de Educación. 

La muestra la conformaron 2,500 niños de 22 escuelas del sistema escolar público.

Santiago indicó que, al aplicar los resultados de esa muestra a la población de 380,000 alumnos matriculados en las escuelas, se estima que 63,080 niños estarían en riesgo de fracasar su grado por problemas de visión.

“Todos sabemos el problema serio de rezago que hay en las escuelas del sistema público de Puerto Rico”, consideró el presidente de la Universidad Interamericana, Manuel Fernós, al destacar la importancia del estudio. 

Los hallazgos también apuntan a que el 6% de los estudiantes no ve bien de lejos, el 5.8% no ve bien de cerca y el 4.4% tiene ambos problemas.

Los investigadores encontraron, además, que el 2.6% tiene problemas con la coordinación del movimiento de ambos ojos, 2.2% con la retina, .5% con el enfoque y 1% con “ojo vago”.

De toda la muestra estudiada, solamente el 4.1% tenía espejuelos recetados.

“El fracaso académico viene porque estos niños pueden quejarse de visión borrosa, dolores de cabeza, cansancio y pueden dejar de hacer las asignaciones o estudiar. Pero, como no han sido examinados, pues no se sabe por qué les pasa”, dijo Santiago. 

Padres incumplen con responsabilidad de examinar a sus hijos

Según el estudio, este desconocimiento se debe en gran medida a que sobre el 35% de los padres nunca ha llevado a sus hijos a un examen de la vista. A esto se suma que otro 19% no le ha realizado la prueba en los pasados tres años.

Santiago no se explica cómo es posible esta situación cuando la ley 62 del año 2006 establece como requisito un examen visual para poder llevar un niño a la escuela. También comentó que ese examen está cubierto por seguros privados y el plan médico del Gobierno.

Mientras, el estudio reflejó, además, que en la población escolar del país, cerca de 2,660 niños están en riesgo de desarrollar glaucoma por cambios en su retina y 2,000 pudieran desarrollar miopía alta, colocándolos en riesgo de sufrir desprendimiento de la retina.

En cuanto a los que requieren espejuelos, el 16.4% reflejan miopía significativa y el 13.1% hipermetropía significativa. El estudio incluyó entre sus hallazgos que existe una tendencia a desarrollar miopía a partir de los 12 años.

Por su parte, la presidenta del Colegio de Optómetras, Celia de Lourdes Feliciano, resaltó que todos los niños deben tener su primer examen visual a los seis meses de edad, luego a los tres años y cuando entren a la escuela.

Asimismo, recomendó que los niños no sean expuestos durante muchas horas continuas a equipos electrónicos, como tabletas, computadoras ni celulares. En cambio, exhortó a que realicen juegos al aire libre para así desarrollar los “músculos oculares”.

Durante la conferencia de prensa, Feliciano y Fernós, aprovecharon la ocasión para hacerle un llamado a la Legislatura para aprobar el Proyecto del Senado 991, que le permitiría a los optómetras recetar ciertos medicamentos relacionados a la salud visual, función que actualmente solo realizan los oftalmólogos, y que ha tenido la oposición del Colegio de Médicos Cirujanos de Puerto Rico.