Al rescate de Isla de Ratones: un paraíso cerca de Cabo Rojo
Se espera que el hermoso cayo esté listo para volver a recibir visitantes en un año.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 2 años.
PUBLICIDAD
Cabo Rojo. Su peculiar nombre llama siempre la atención de los curiosos que se cuestionan si la Isla de Ratones está plagada de estos roedores. Pero sepa que, lejos de eso, este cayo de una cuerda de terreno es un paraíso que guarda una diversidad de especies y ecosistemas que lo convierten en un destino de gran valor ecológico.
El espacio, que se levanta cerca de la Laguna de Joyuda, en Cabo Rojo, tiene su nombre gracias a que, hasta mediados del siglo XX, estos roedores se adueñaron de la isla cuando la basura comenzó a invadir el espacio; una realidad que cambió con los años.
“Antes se llamaba Isla Piñero porque históricamente se utiIizaba para la siembra de piña y caña de azúcar. Luego, esa actividad desiste y entonces se convierte en un vertedero y la colonizan los ratones. Ahí pasa a conocerse como el Cayo Ratones. Hasta que a mediados del siglo XX, lo que se conocía como la Cervecería India, adopta la isla y la limpian”, explicó Darien López, directora del Bosque Estatal de Guánica, de la Reserva de la Parguera y del Bosque Estatal de Boquerón, quien también dejó claro que no es que no haya ratones en la isla, sino que “en otros cayos he visto más ratones que ahí”.
En 1974, la islita pasó a ser parte del Bosque Estatal de Boquerón y quedó bajo la jurisdicción y protección del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA).
“A pesar de ser un área muy pequeña, sostiene una alta biodiversidad, tanto de especies de avifauna como también en el área marina. El cayo se compone de un bosque de mangle, donde predomina el mangle rojo y también tiene, obviamente, el ecosistema marino y un sistema de arrecife de coral alrededor de él. La isla es importante, porque es área de anidaje de carey de concha y de peje blanco. También se ha reportado la presencia de la mariquita, que es un ave endémica de Puerto Rico y que está en peligro de extinción”, destacó López.
“Aparte, ahí encontramos especies de gaviotas, el pelícano pardo, la tijerilla, playerito y la boba parda. También hay áreas de yerbas marinas y tenemos la presencia del manatí antillano cerca de las costas del cayo”, mencionó la funcionaria del DRNA.
Lamentablemente, desde hace más de dos décadas, Isla de Ratones sufre los efectos de la erosión y los embates de fenómenos atmosféricos, como el huracán María (2017), que provocó grandes daños que hoy mantienen el espacio cerrado al público.
“El cayo ha sufrido mucho de erosión costera por el aumento en el nivel del mar. Esta situación se ha estado documentando hace 20 años, así que ha perdido muchísima playa y costa… Actualmente, no está apta para recibir visitantes, aunque siempre llegan personas, porque tras el paso del huracán María el muelle de acceso quedó destruido, por lo que es difícil llegar en embarcaciones”, enfatizó la directora.
A estos fines, López aseguró que los fondos de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, en inglés) ya han sido adjudicados y esperan que, en el mejor de los casos, Isla Ratones pueda estar en óptimas condiciones en, aproximadamente, un año.
“Se realizó una presubasta y estamos esperando que se adjudique la subasta formal, y eso va a incluir los fondos que están alrededor de los $80,000 para la reparación del muelle, los gazebos y el área de oficina. Esperaría que (los trabajos demoren) quizás un año, porque específicamente la restauración del muelle conlleva un estudio de diseño y la permisología para luego hacer los trabajos, porque el muelle hay que hacerlo desde cero. Todavía, siendo optimista, podríamos decir que un año más”, insistió López.
Debido a su corta distancia de la costa de Cabo Rojo, Isla de Ratones es un destino popular para actividades acuáticas, como el kayak, buceo y “snorkeling,” por lo cual la directora insistió en que -si deciden darse un viaje hasta allí- cuiden del entorno y se lleven sus desperdicios.
“Aunque está cerrado al público, lo visita bastante gente y, lamentablemente, dejan muchísima basura y tenemos que hacer actividades de recogido de basura, porque puede infortunar el proceso de anidaje de las tortugas. Si de todas maneras deciden llegar a la isla, por favor, que se lleven toda la basura que generen”, exhortó la funcionaria del DRNA.