La escasez de salvavidas en la mayoría de las playas del país representa un serio riesgo para la seguridad de los miles de bañistas que las visitan durante Semana Santa, advirtió el martes el presidente de la Federación de Salvavidas de Puerto Rico, José Fontánez Román.

De acuerdo con el experimentado portavoz de la mencionada organización, la mayoría de las playas de Puerto Rico, incluyendo las que están bajo control o administración gubernamental, carecen de servicios de salvavidas o los que tienen no son suficientes para atender la cantidad de público que acude a esos lugares.

La situación se agrava porque, según Fontánez Román, cerca del 80% de los puertorriqueños no sabe nadar.

“Ahora mismo las playas están escasas de salvavidas. En esta área de San Juan no hay un solo salvavidas y la playa está completamente llena”, dijo a este medio mientras se encontraba en el sector capitalino del Escambrón.

Al referirse a las numerosas personas que se observaban en la playa del Escambrón, destacó que todas "están bajo su responsabilidad porque no tienen salvavidas. Ni los hoteles los tienen".

"Tenemos unas cinco a siete millas costeras hasta el área de Carolina, donde hay miles de personas que están en riesgo”, declaró Fontánez Román.

En tal sentido, calificó de “crítica” la situación debido a que “no hay el equipo humano vasto para estar en esta situación (de riesgo potencial) en las playas.

Destacó que en (las playas de) Parques Nacionales hay un salvavidas por caseta para cubrir un área bastante extensa" y denunció que "hay cuatro o cinco mil personas en la playa con solo dos o tres salvavidas”.

De acuerdo con Fontánez Román hay legislación que ordena al Departamento de Recreación y Deportes crear el cuerpo de salvavidas, pero tal gestión aún no se ha materializado.

“Desde el 2001 estamos luchando para que se aplique la ley para que todos los salvavidas estén registrados”, afirmó. “Llevamos cuatro cuatrienios luchando por una ley que beneficia a todos los que utilizan las playas del país”, lamentó.

Según el presidente de la Federación de Salvavidas, en Puerto Rico hay poco más de 3,000 personas dedicadas a esa labor y estimó que, dadas las condiciones de la Isla, se necesitarían cerca de 12,000 para cubrir adecuadamente todas las áreas de riesgo.

Por otro lado, advirtió a los bañistas que gustan de utilizar las áreas que están “protegidas” por rompeolas que crean lo que aparentan ser aguas seguras. “Esos rompeolas lo que hacen es que te aguantan el impulso de la ola, pero te sacan el agua de la orilla hacia afuera junto con las vidas humanas”, afirmó al recordar el trágico incidente de los pasados días en que una abuela y su nieto, quienes disfrutaban en lo que parecía "una pocita”, perecieron ahogados tras ser arrastrados por las olas y las corrientes en el área.