El fiscal de distrito de Albany, Nueva York, P. David Soares, informó que la ex cirujana general de Estados Unidos Antonia Coello de Novello fue acusada esta mañana ante el juez Stephen Herrick por un cargo relacionado a fraude, tres cargos por presentar información falsa y 16 cargos menos graves por privar de servicios honestos.

 La nefróloga pediátrica puertorriqueña se declaró no culpable. De ser hallada culpable por todos los cargos, se enfrenta a entre cuatro y 12 años de cárcel.

“A través de los casos de Alan Hevesi (contralor de Nueva York que no cumplió probatoria ni cárcel al ser encontrado culpable en 2007 por un cargo por defraudar al Gobierno por usar empleados para cuidar a su esposa) y otros oficiales estatales y locales, es evidente que bajo las leyes actuales, no podemos lograr que cumplan debidamente por el robo de servicios del estado. Si (Coello) Novello hubiese robado grapas en vez de usar los servicios de sus subordinados, enfrentaría penalidades más fuertes”, manifestó Soares.

“El pliego acusatorio sellado abierto esta mañana refleja nuestro intento de que (Coello) Novello enfrente todo el peso de la ley. Es mi esperanza que un análisis de este caso y el de Hevesi que el Gobernador y nuestros líderes enmienden las leyes para que nuestros funcionarios lo piensen dos veces antes de conducir sus asuntos personales con el dinero de los contribuyentes”, agregó el fiscal de distrito, quien recordó que la imputada se presume inocente.

La acusación se refiere a una investigación realizada por la Oficina del Inspector General de Nueva York, que alega que entre el 31 de enero de 2004 y el 25 de diciembre de 2006 la doctora intentó defraudar al Gobierno en exceso de $1,000 al usar empleados públicos bajo su supervisión y controlar asuntos personales.

La ex comisionada de salud de Nueva York vistió una chaqueta gris y fue liberada sin fianza, pero deberá entregar su pasaporte y no hizo comentarios a su salida, según reportó New York Daily News.

El diario en su versión cibernética indicó que su abogado, E. Stewart Jones, expresó que las acusaciones son de naturaleza política y que el caso debió atenderse en una sala civil.

“No debió llegar a este punto”, indicó Jones, quien catalogó a su clienta como “una de nuestras mejores servidores públicas”.

 El fiscal de distrito señaló que su prominencia no tiene relevancia en este caso. Indicó que tienen evidencia para demostrar que se le advirtió a Coello de Novello a detener las acciones inapropiadas, pero hizo caso omiso.

En enero, el Inspector General de Nueva York, Joseph Fisch, presentó un informe de  nueve páginas que establecía que e que la nefróloga pediátrica puertorriqueña utilizaba a empleados del Departamento de Salud como sus choferes personales para ir de compras a centros comerciales, llevar a su madre y a familiares al aeropuerto, mover muebles en su apartamento y echar agua a las plantas, entre otras.

Fisch establece que Coello de Novello ordenó a tres empleados trabajar más de 2,540 horas extras haciendo diligencias personales, lo que representa aproximadamente $48 mil en fondos públicos.

“Humillaba, explotaba y abusaba de sus empleados, añadiendo una nueva dimensión a la definición de arrogancia e insolencia. Su mala conducta no fue inadvertida ni ocasional, ya que fue advertida en un memorándum oficial... Su conducta fue vergonzosa y desmesurada”, expresó Fisch en un comunicado en enero.