Un asesinato anunciado.

El sistema le dio la espalda cuando el juez Wilfredo Viera Garcés, del Tribunal de Río Grande, le denegó una orden de protección permanente y la dejó huérfana de apoyo ante un hombre que mantuvo un patrón de violencia doméstica contra ella.

Y no pasó mucho tiempo.

Tan sólo 14 días transcurrieron hasta que ayer el ex compañero de Aida Otero Cuevas consumara los peores miedos de esta joven de 27 años y madre de dos pequeños.

Ya Marcos A. Gaud Rosa la había amenazado y lo cumplió: la interceptó en su centro de trabajo, el Hospital del Maestro, y la mató.

“El juez fue responsable de lo que sucedió. Le dio licencia para matar a ese señor (Gaud Rosa)”, sentenció Laura Rodríguez, supervisora de Otero Cuevas, sobre el trágico final de la empleada de la Oficina de Manejo de Información del Hospital del Maestro.

Otero Cuevas, del barrio Malpica en Río Grande y madre de un par de varones de dos y tres años, se convirtió en la octava víctima de violencia doméstica de 2008.

Anoche, a su victimario, la jueza Vanessa Pintado de la sala de investigaciones de San Juan, le señaló una fianza de $2 millones. Éste fue ingresado a prisión al no poder pagar la misma.

El patrón de maltrato físico y verbal que sufrió se remonta desde mayo de 2007.

La última gestión que hizo la joven por salvar su vida ante las amenazas de su ex compañero, un empleado de mantenimiento de la sala de operaciones del Hospital del Maestro, fue el pasado 25 de marzo. Ese día, ella acudió ante Viera Garcés para solicitar una extensión de una orden de protección, pero el juez se la denegó.

El principio del fin

El incidente que culminó con el asesinato ayer de Otero Cuevas se inició el 6 de marzo, cuando Gaud Rosa, de 44 años y de quien ya estaba separada hacía un año, la amenazó y le ocasionó daños a su vehículo.

Ese día, el policía municipal Teddy D’Amour observó a la mujer llorando en su auto, mientras estaba estacionada en la calle Sergio Cuevas Bustamante, al lado del hospital. El vehículo estaba rallado y tenía un cristal roto.

Otero Cuevas le narró al agente que su ex pareja la había llamado para atribuirse los daños al auto. Según el expediente del caso, la mujer le dijo al policía, además, que Gaud Rosa la había insultado y que la amenazó al advertirle: “Aquí van a pasar dos cosas: tú para el ataúd y yo preso”.

Tras este incidente, la fiscal Ana Martínez Orama ordenó la radicación de cargos por maltrato psicológico y amenaza.

La jueza Wyrie Correa de Jesús, del Tribunal de San Juan, encontró causa para el arresto de Gaud Rosa y hasta le señaló una fianza de $4 mil, la que prestó. Entonces, se le expidió una orden de protección ex parte, que era provisional, y debía concederse de forma permanente en la región donde vivía: Río Grande.

El 19 de marzo pasado, la jueza Elizabeth Linares suspendió la vista preliminar porque el agresor no tenía abogado. Debía verse el 29 de abril... pero, ya es tarde.

Indignación y dolor

Los empleados del Hospital del Maestro, donde era de conocimiento general que la mujer estaba bajo amenaza de muerte de su ex pareja -incluyendo su supervisora-, mostraron ayer su indignación por la viciosa muerte y responsabilizaron al juez.

“El juez en marzo le quitó la orden de protección. Ella estaba desmoralizada con la decisión del juez, como mujer me siento indignada”, recalcó Rodríguez.

La empleada, que se supone recibía escolta a su vehículo de la guardia de seguridad del hospital, se encontraba a las 6:57 a.m. de ayer en el pasillo frente al ponchador cuando se le acercó su ex pareja sin que nadie se percatara de ello y hablaron brevemente.

Hacía una semana que Gaud Rosa había renunciado a su trabajo en el mismo Hospital del Maestro.

Éste entró por la sala de emergencias. Estaba encapuchado con un abrigo y debajo llevaba una peluca de pelo largo. Intentaba así ocultar su rostro de las cámaras de seguridad de la institución médica.

Entonces, la condujo con sutileza por el pasillo hasta la sala de dietas en la parte posterior del hospital. Ya en el área de carga, que conduce hacia un estacionamiento que no captan las cámaras de seguridad, la mujer fue apuñalada.

“No se ve que fue forzada a caminar al área de dietas”, explicó ayer el director ejecutivo del Hospital del Maestro, Milton Maldonado, basándose en el vídeo de las cámaras de vigilancia.

La mujer sí fue captada en vídeo oprimiéndose el abdomen cuando entraba al pasillo pidiendo ayuda. Fue asistida por una escolta de la sala de emergencias, a quien le alcanzó a decir que fue apuñalada por el “papá de mis hijos”.

“Recibió una herida punzante que le penetró el abdomen, provocando una herida profunda que pensamos pudo ocasionarle la rotura de la aorta (la principal arteria del cuerpo humano)”, declaró el director médico Luis Sarzalejo.

La directora del Registro de Ofensores Sexuales, teniente Margarita George, circuló la foto del agresor al aeropuerto, donde fue detenido en la fila de la aerolínea JetBlue en el aeropuerto internacional Luis Muñoz Marín cuando se disponía a viajar hacia Nueva York en un vuelo que salía a las 10:30 a.m.

Al sujeto, que era interrogado ayer por la fiscal María E. Hernández, se le ocupó algunas piezas de ropa ensangrentada y dijo que había lanzado el cuchillo con el que mató a la joven en ruta hacia el aeropuerto.

Historial violento

Gaud Rosa tiene historial de abuso conyugal entre 1995 y 1999 con otras parejas.

El 26 de mayo de 2007, tras llegar a su casa en Bayamón de paseo con Otero Cuevas y los dos niños, le recriminó porque recibió la llamada de una mujer y el sujeto, iracundo, la sacó del auto, forcejeó con ella y la golpeó con un puño en la nariz.

La jueza Ada Rosa Juarbe encontró causa para su arresto por agresión frente a menores bajo la Ley 54, pero el caso fue archivado posteriormente por la incomparecencia de las partes.

El 10 de septiembre del 2007, Otero Cuevas acudió ante el fiscal Jorge Carrión y denunció que había sido víctima de violencia doméstica. Pero, el fiscal no le dio credibilidad a su testimonio como para acusar a Gaud Rosa. Sí se le expidió una orden de protección hasta el 28 de septiembre de 2007.