A sacarle chavo$ a ese cuartito con Airbnb
Se dispara el número de boricuas que alquila su casa por noche a través de plataforma digital.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 9 años.
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La compañía Airbnb, con sede en San Francisco y presencia en más de 190 países, ha ido calando hondo en Puerto Rico y, este año, la cantidad de anfitriones (hosts) subió de 1,700 en mayo a 3,300 a finales de noviembre, según números provistos por Shawn Sullivan, jefe de relaciones públicas de Airbnb para Centroamérica y el Caribe.
Unirse a la plataforma de alquileres tiene sus requisitos, entre los que está crear una cuenta y, básicamente, convertir su rincón en un mini-hotel.
Las amenidades dependerán de lo que decida (libre uso de utilidades y acondicionador de aire, wi-fi y televisión por cable son prácticamente básicos), pero mientras más, mejor. Hay quien deja hasta cervecitas en la nevera y eso nunca se ve mal a ojos de un turista, y si su casa cuenta con una vista espectacular, tiene buenos lugares para visitar en los alrededores o está cerca de puntos de interés, mejor precio podrá pedir. Sí, usted pone el precio, pero sepa que Airbnb le hace sugerencias según la ubicación y la calidad de las instalaciones, así como los comentarios de usuarios que se hayan quedado en lugares parecidos.
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Una casa en Puerto Rico puede fluctuar en un alquiler de $160 la noche en su precio pico, pero generalmente rondan los $50 a $90. Cada anfitrión tiene sus reglas -como no fumar, no mascotas, no fiestas, etc.- y cada inquilino debe leer la letra chiquita antes de hacer una reservación.
Dicho esto, las posibilidades son infinitas. En Puerto Rico un anfitrión puede ganarse unos $6,400 anuales por alquilar su propiedad por unas 40 noches, según informó Sullivan.
Al año, podría estar recibiendo el equivalente de un sueldo básico y San Juan se encuentra entre los 10 destinos más deseados de la plataforma, por debajo de Kioto, en Japón y encima de Margaret River, en Australia.
No solo es tener una propiedad y abrir la puerta a quien quiera quedarse. La plataforma de Airbnb gira alrededor de una experiencia, no solo tener un cuarto y ya, por lo que el invitado dejará un mensaje o rating luego de su estadía. A mejor rating, mejores posibilidades de alquilar y seguir creciendo como anfitrión.
“Hay tres formas de ser anfitrión en Airbnb”, explicó Sullivan por escrito. “Puede alquilar un espacio extra (como un cuarto); ser coanfitrión de una propiedad en su vecindario o incluso brindar una experiencia (compartir sus intereses y pasiones o qué hace especial el lugar donde vive para los viajeros)”, recalcó.
“Ser un anfitrión provee grandes beneficios, como obtener ingresos suplementarios, conectarse con otras personas con los mismos intereses y la flexibilidad de poner su propio precio y decidir cuándo y cuántas veces quiere alquilar”, agregó.
¿Quién alquila? Interesantemente, y según la información provista por la compañía, 52% de las personas que abren sus hogares son de medianos o bajos ingresos y 81% comparte la residencia con el invitado. Además, 48% de los anfitriones usan lo que se ganan para pagar por la renta y utilidades, así que para muchos es tremendo resuelve.
De Puerto Rico pa’l mundo
Más de tres mil personas en la Isla alquilan residencias a través de Airbnb. La gran mayoría se concentra en San Juan, seguido por Rincón e Isabela. A la gente le gusta la costa y playas de Puerto Rico y la oferta es amplia.
La Compañía de Turismo, por su lado, y a través de su oficial de prensa Ana Franquiz, comentó que “actualmente existen 1,390 hoteleros clasificados como short term rentals, los cuales añaden a la oferta turística un estimado de 6,000 habitaciones aproximadamente”. No se hace distinción si esos hoteleros están bajo Airbnb u otra plataforma de alquiler.
Lo que sí se indica es que en el año fiscal 2013-2014 se recaudaron más de 1.8 millones, y en 2015 se realizó una campaña educativa para que estas habitaciones sean registradas bajo la agencia. “Tienen la responsabilidad de registrarse y pagar impuesto por habitación”, que es un 3% y los anfitriones de Airbnb pagan mensualmente a Turismo tras llenar una planilla.
Por ahora, Turismo está en conversaciones con Airbnb para que ese pago le llegue directamente de la compañía, sin que medie intervención de los anfitriones, para agilizar el proceso.
Eso sí, Franquiz reconoció que el modelo de negocio continúa creciendo globalmente “basado en las exigencias y necesidades del consumidor. Los consumidores de hoy día se han vuelto más exigentes gracias al acceso de información que obtiene a través de las diferentes plataformas electrónicas y tienen acceso a distintas opciones de hospederías”.