Vecinos de la comunidad Monte Llanos en Cidra están preocupados por el colapso de uno de los dos carriles del puente de la carretera 173, kilómetro 16.4 interior, que conecta al municipio de Cidra con Aguas Buenas, a causa del paso del huracán Fiona por Puerto Rico.

Esta estructura es la única vía que permite el acceso a cinco viviendas y al Monasterio Santa Clara, por lo que los residentes y las monjas que residen en la zona temen quedarse incomunicados si se derrumban los remanentes del puente.

“Cuando abren la compuerta del lago, como las luvias fueron tan copiosas, el río Bayamón arrastra árboles, basura, entonces el agua paso por encima del puente y parece que con los palos, árboles y esas cosas, fueron haciendo presión y una parte del puente colapsó. El puente tiene dos carriles y de dos carriles tenemos un solo carril. Pero, puede sucumbir también”, explicó Laura Torres, quien es parte de los afectados.

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Los residentes sostienen que el municipio de Cidra y una organización comunitaria llegaron hasta el lugar para abrir camino luego del paso de Fiona, pero nadie se percató de los daños que tenía el puente hasta dos días después del azote del huracán.

“El primer día en esta comunidad hay un grupo de voluntarios que se llaman Monte Llanos Power, ellos vinieron, quitaron los árboles, los sedimentos que había y limpiaron el camino. Entonces del municipio vino y movieron el babote y no se veía nada de daños en el puente. A lo mejor, el mismo equipo, el mismo “digger” (excavadora) contribuyó a que colapsara. A los dos días de Fiona nos dimos cuenta de que la plataforma se había deslizado y se partió”, detalló Torres.

Hace exactamente un año la isla recibió el azote del fenómeno que dejó serias inundaciones.

Cuando se percatan del colapso de uno de los carriles del puente, la comunidad consultó con un ingeniero, quien colaboró con la evaluación de la razón del colapso y la condición actual de la estructura.

“El soporte de entrada de aguas arriba se desprendió por la presión del agua, y los árboles y sedimentos que traía. Entonces, las vías de acero y concreto cedieron y la plataforma de cemento se partió”, dijo a la comunidad, el ingeniero José Bracero, colaborador del Monasterio Santa Clara.

Además, el ingeniero les recomendó “no permitir el paso de equipo pesado por la zona y que será necesario sustituir el puente por los daños que presenta”.

Según Torres, al área se personaron funcionarios de la Oficina de Manejo de Emergencias Municipal, pero no se ha hecho una evaluación oficial de la condición de este puente ni les han indicado si estarán trabajando la situación para que estas personas no se queden incomunicadas, lo que genera mayor incertidumbre entre los residentes.

“De Manejo de Emergencias vinieron le pusieron cinta amarilla y más nada. A nosotros no se nos ha informado el camino a seguir y se supone que le digan a uno que van a tomar medidas. No han dado una solución ni a corto ni a largo plazo. Esperamos una respuesta a la brevedad posible porque es algo que nos preocupa, ya que esta es la única entrada y salida a nuestros hogares. No hay forma a menos que no sea por el lago, viajando en bote o kayak. Es preocupante y confiamos en Dios que el carril que tenemos no vaya a colapsar”, puntualizó Torres.