El escultor ruso Zurab Tsereteli supervisó hoy en persona la instalación en la costa norte de Puerto Rico de su monumental estatua de Cristóbal Colón que, con 90 metros de altura y 600 toneladas de peso, busca convertirse en la mayor del continente americano.

Acompañado por el empresario local y promotor del proyecto José González Freire y algunos funcionarios del Gobierno de la isla, Tsereteli, de 82 años, quiso ver cómo van los trabajos de ensamblaje de este gigantesco monumento, cuya inauguración está prevista para enero de 2017 en la localidad de Arecibo.

Previamente se había intentado que la inauguración fuera el pasado marzo, coincidiendo con la visita de los reyes de España a Puerto Rico.

"Nuestro propósito principal con esta obra es que se realicen intercambios culturales y exhibiciones con todos los países del mundo", dijo Tsereteli en una presentación ofrecida al pie de la estatua, levantada sobre 20 metros de hormigón armado revestido de un armazón de acero, que se erigen sobre un metro más del pedestal que actúa como base.

El controvertido escultor y arquitecto construyó esta obra para conmemorar en 1992 el 500 aniversario de la primera expedición de Colón a las Américas. Primero se la ofreció al Gobierno de EE.UU., que la rechazó.

Tras un intento fallido porque la estatua se levantara en la localidad de Cataño, la estatua pasó años en el Puerto Mayagüez, donde tampoco se pudo instalar, hasta llegar a su destino final en Arecibo.

Aprovechando su visita a la isla, el secretario de Estado interino, Víctor Suárez, concedió hoy a Tsereteli una medalla de conmemoración del quinto centenario del descubrimiento de la isla.

"Es importante que las nuevas generaciones sepan sobre historia", enfatizó el creador de algunas de las estatuas de bronce más altas y polémicas del mundo.

La escultura en Puerto Rico, cuya composición duplica a de la Estatua de la Libertad de Nueva York, muestra a Colón de pie al frente de la Santa María, una de las tres embarcaciones con las que hizo su expedición y descubrimiento por el Caribe a finales del siglo XV.

González Freire dijo en entrevista con Efe sentirse emocionado por la próxima inauguración de la estatua, aunque bromeó al apuntar que esa emoción es "pequeña" si se compara con la escultura, compuesta por 2.500 piezas de bronce y acero fabricadas en Rusia.

El boricua recalcó que el área donde se levanta la obra es idónea, porque es de gran riqueza natural y está frente a la costa norte de la isla caribeña, lo que permitirá que pueda ser vista desde alta mar.

"Hoy estamos celebrando el nacimiento de un Nuevo Mundo", agregó González Freire en la presentación, en la que hizo alusión a la particular coyuntura en la que se encuentra Puerto Rico, cuyo estatus político de Estado Libre Asociado a EE.UU. se está tambaleando.

En los últimos días dos decisiones del Tribunal Supremo de EE.UU. han venido a negar la soberanía de la isla, al tiempo que el Congreso federal trabaja en la imposición de una junta federal de control sobre el Gobierno de la isla que pone en evidencia la aproximación colonialista de Washington hacia San Juan.

"Esto no es mera casualidad. Alguien allá arriba nos debe estar iluminando. Es el monumento del nacimiento de un nuevo Puerto Rico. Hagamos con todo esto un mejor Puerto Rico", dijo.

La directora de la Compañía de Turismo de Puerto Rico, Ingrid Rivera, añadió a Efe que la escultura, a la que describió como "un producto turístico espectacular", puede suponer una importante inyección económica para Puerto Rico, en recesión desde hace una década y con una crisis de liquidez que ha llevado al Gobierno a dejar de pagar la deuda.

"Es una razón más para que los turistas vengan a visitar a la isla. Este proyecto marca un gran esfuerzo para ampliar nuestra oferta agroturística", dijo. En las inmediaciones se está construyendo un hotel, un museo, un teatro, un restaurante, una tienda y un jardín tropical.

Roberto Arcina, uno de los arquitectos que trabaja en el ensamblaje de la escultura, que con el pedestal incluido equivale aun edificio de 30 pisos, dijo a Efe que "esta obra es única en el mundo". Una copia a menor escala (con 32 metros de altura) está instalada en la ciudad española de Sevilla, donde se la conoce como "el huevo de Colón".

"Esto es un gran regalo al pueblo de Puerto Rico. Tiene mucha relevancia por el nacimiento de América y el encuentro de las culturas tras ese evento histórico, que marcó la integración de la historia"