A iluminar a Adjuntas con luz solar
La campaña de autogestión ciudadana pretende atender los problemas de seguridad ante la falta de electricidad.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 7 años.
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Casa Pueblo se ha dado a la tarea de que Puerto Rico se alumbre con luz solar durante la emergencia tras el paso del huracán María por la Isla.
Por eso, Arturo Massol Deyá, director asociado de Casa Pueblo en Adjuntas, junto a otras entidades, organizó en los Estados Unidos una red de apoyo para conseguir alumbrado recargable con luz solar.
Con el lema, ‘A iluminar a Adjuntas y Puerto Rico con el sol’, la campaña de autogestión ciudadana pretende atender los problemas de seguridad ante la falta de electricidad.
Massol Deyá dijo a este diario que el esfuerzo empezó antes de que “nos incomunicáramos” y ya llegaron desde Nueva York algunos prototipos de las bombillas, que pueden durar hasta ocho horas iluminando y que se cargan rápidamente porque tienen baterías pequeñas. Algunas, incluso, pueden ser colocadas en una lámpara de techo y prenderse con el mismo “switcher”.
“Necesitamos envíar un mensaje contundente que sirva para organizar a la comunidad en la diáspora y estratégicamente ser exitoso en por lo menos atender un renglón -el de seguridad- a través de una buena iluminación”, sostuvo al agregar que muchos envejecientes, anta la falta de luz, pueden tropezar y carse. A esto se le suma que los vándalos aprovechan la oscuridad para cometer sus fechorías.
Algunos de los que se han unido al esfuerzo son: desde Nueva York las actrices Yaraní Del Valle Piñeiro y Aris Mejías y las activistas Karina Claudio-Betancourt e Isabel Gandía.
También David Galarza, del grupo Nueva York con Casa Pueblo; Marian y Maru Cabanillas del Puerto Rican and Cuban Festival en Houston, Texas; la doctora Johanna Delgado, científica adjunteña en Texas A&M; los también científicos Eva Top y Larry Forney de la Universidad de Idaho; la doctora Ivette Perfecto de la Universidad de Michigan y Sofía Gallisá, co-directora de Beta-Local.
“Queremos que cada casa de Adjuntas tenga su propia iluminación solar y que se replique concurrentemente en otras comunidades del país”, sostuvo el director asociado de Casa Pueblo quien adelantó que también quiere llevar la iniciativa al pueblo de Loíza, entre otros.
El costo de cada lámpara fluctúa entre $9 y $15 por unidad. Sin embargo, cuando usted las intenta pedir por Internet no son enviadas a la Isla a través del correo. Por eso la importancia de que lleguen a través de residentes en Estados Unidos.
Como parte del esfuerzo, en la Universidad de Idaho, los profesores Eva Top y Larry Forney invitaron a que cada uno de sus estudiantes adquiera una unidad de lámpara solar para hacerlas llegar a Casa Pueblo.
El llamado es a que otros profesores en universidades o escuelas en Estados Unidos hagan lo mismo, y que la diáspora puertorriqueña también envíe una bombilla solar a sus familiares para iluminar al país tan pronto como el correo comience a funcionar.
“No depende de las líneas de transmisión ni distribución, es libre de combustibles fósiles, inmediato, seguro, económico y beneficia a la gente directamente”, sostuvo.
Adelantó que el primer cargamento de lámparas solares lo estarían recibiendo en las próximas dos semanas para repartirlas casa por casa en Adjuntas hasta que la disponibilidad del producto lo permita.
A comunicarse con los suyos
Otra iniciativa de autogestión comunitaria de Casa Pueblo es conectar a la gente de Estados Unidos con los que viven aquí, y los de la Isla con los del exterior, incluyendo en otros municipios.
La caída de las redes de telecomunicaciones tras el paso de María provocó que aún a estas alturas haya personas que desconocen cómo se encuentran sus familiares en otros pueblos.
A través de Radio Casa Pueblo 1020AM, que durante el huracán se mantuvo y aún continua al aire, son decenas las personas que le han podido decir a su gente que están bien.
“La gente del pueblo se ha comunicado entre sí usando la radio”, preciso Massol Deyá.
Precisamente hoy viajarán a Adjuntas para leer las decenas de mensajes y reproducir las grabaciones que han recibido -a través de las redes sociales luego de hacer una convocatoria- de personas que viven fuera y quieren darle una palabra de aliento a sus familiares. También hay mensajes de texto desde Filadelfia, Orlando, Chicago y New Jersey, entre otros estados.
“Ahora ellos van a escuchar y van a decir, ‘mira, no estamos solos, no podemos comunicarnos pero no estamos solos’”, dijo emocioando el líder comunitario.
También hoy, en Casa Pueblo recogerán los mensajes que los adjunteños han dejado en la emisora para transmitirlo a sus familiares en y fuera de Puerto Rico a través de la cuenta de Facebook (Casa Pueblo) y Twitter (casapuebloorg). “Estamos sirviendo de puente de aquí para allá, y de allá para acá”, sentenció.
La dirección de correo para enviar mensajes es: casapueblodeadjuntas@gmail.com.
“La gente se puede escuchar y hablar de los diferentes barrios; ‘mira estoy bien o queremos saber de la familia tal’”, comentó.
Ejemplificó que es “un poco como lo que estamos viviendo de la ansiedad de allá para acá; pues imaginate eso de acá para allá, porque no hay comunicación y ellos quieren dejar saber que están bien”.
Uno de los mensajes fue el de María González Jiménez, quien desde Filadelfia envió saludos a sus padres, Esther Jiménez y Edwin González, y a sus demás familiares.
Radio Casa Pueblo llega además de Adjuntas a Utuado, Lares, al norte de Peñuelas y al de Ponce.
La radio funciona con luz solar pero el trasmisor no, de ahí la importancia de racionar el tiempo que están en vivo durante el día.
Pero Casa Pueblo no solo está sirviendo con la radio sino que se ha convertido en un pequeño oasis en Adjuntas para la gente de la comunidad donde también organizan cómo ayudar a los demás.
“También nosotros tenemos energía solar allí, así que hay gente que va con su maquinita de terapia respiratoria o recargar algún equipo”, indicó.
La situación en Adjuntas ha sido similar a la de otros municipios de la montaña donde hay un panorama de desolaciónon. Los derrumbes y deslizamientos son la orden del día; cientos de casas quedaron sin techos, carreteras a punto de colapsar y el tendido eléctrico por donde quiera.
“Hay muchos hogares que perdieron sus techos. Digamos que en Adjuntas la población sea en promedio 18,000 habitantes, y hay 9,000 casas (afectadas), dos por casa, estamos hablando que casi el 10% de las casas o más perdieron su techo”, indicó al agregar que también hay problemas con la potabilización del agua.
También hay mucha necesidad en los refugios a los que siguen llegando personas y faltan muchas cosas, incluyendo el agua.
Y la falta de combustible, que no llega a regiones más remotas, es otro viacrucis que enfrentan los ciudadanos.
La dirección de Casa Pueblo para que hagan llegar bombillas es: Casa Pueblo, Apartado 704 o Calle Rodulfo González #30, Adjuntas PR 00601.