“No olvidaré este gesto”
Elisa y Richard por fin gozan de un sistema de energía y de muebles en su humilde casa, gracias a la ayuda de la gente.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 6 años.
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Sentada en la pequeña escalera de madera que sirve de entrada a su casa, Elisa Nannettee Guerra observaba en silencio el entrar y salir de distintas personas que llegaron cargados de utensilios para suplir las necesidades de su humilde hogar.
Lloraba de alegría, sobre todo al recordar las dificultades que ha pasado desde hace más de dos años en su casita de madera y zinc en el barrio Palma Escrita, sector Mayagüezino.
Sin luz ni agua potable, y batallando con distintas condiciones de salud, Guerra y su compañero, Richard Cabán, necesitaban ayuda urgente para intentar salir adelante.
“No pensaba que fueran a aparecer”, comentó.
Fue gracias a una iniciativa de la farmacia PharmaMax, en colaboración con la Oficina de Relaciones con la Comunidad de la Policía de Puerto Rico, que se identificó a esta familia necesitada.
Dos pick ups se estacionaron frente a su casa y comenzaron a descargar un sistema de placas, baterías y convertidor de energía solar, una nevera que funciona con energía solar, un juego de cuarto, otro de sala, un televisor, ropa de cama, un abanico y un radio solar, así como ollas, platos y cubiertos, entre muchas otras cosas.
Los empleados de la farmacia y otros voluntarios armaron el sistema solar y habilitaron la residencia.
De igual forma, la entidad sin fines de lucro Medlife, a través de estudiantes de la escuela SESO en Mayagüez, también donó comestibles, ropa de cama y productos de higiene personal, entre otros.
A la casa también llegó el alcalde de Las Marías, Edwin Soto, quien ya le había conseguido un trabajo a tiempo parcial a Cabán y se comprometió a seguir ayudándoles.
“Estoy muy emocionada con toda esta ayuda porque, de verdad, la necesitaba”, comentó la joven, de 24 años.
La pareja vive desde hace casi tres años en una modesta residencia sin siquiera contar con lo más básico: luz y agua. Dependen de una cisterna que el Municipio de Las Marías les llena de agua potable y, cuando se acaba, van a una pequeña quebrada a lavar ropa.
Guerra enfrenta, además, serias complicaciones pulmonares y otras condiciones que aún están en revisión, por lo que necesita visitar constantemente a neumólogos y oncólogos, así como medicamentos.
“Ha sido bien difícil, por mi condición, sin luz y sin agua”, apenas logró pronunciar.
Por eso, cuando Valentín Alonso y Judith Díaz Salicrup, presidente y vicepresidenta de Pharmamax, respectivamente, supieron de este caso a través de la Policía, no dudaron en ayudar.
“Originalmente, se nos había solicitado una donación de lámparas solares para la casa, pero al venir aquí y ver las condiciones de la casa, nos dimos cuenta que teníamos que hacer algo más”, sostuvo Alonso, quien le indicó a Guerra que su farmacia le ayudará también con todos los medicamentos que necesite para atender su condición de salud.
“No hay forma de que nosotros nos hagamos de la vista larga frente a estas situaciones. ¿Cómo yo me voy a sentar en una mesa mañana (hoy) en un día de Acción de Gracias sabiendo que todavía tenemos gente en esta situación? No hay forma…”, dijo visiblemente emocionado.
La meta es conseguirles una residencia permanente. Por lo pronto, esta familia tendrá hoy una razón más para dar gracias.
“Estamos agradecidos por ustedes, por Dios, por la vida. No olvidaré este gesto”, dijo Cabán, entre sollozos.