Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 5 años.
PUBLICIDAD
A las 34 semanas de gestación dio indicios de querer nacer prematuramente, pero el destino le tenía previsto a Amira Valentina Díaz Meléndez ser la primera niña boricua en nacer en el Año Nuevo 2019.
La hermosa niña -cuyo primer nombre de origen árabe significa “princesa”- llegó al mundo a las 12:32 de la mañana de hoy martes, 1 de enero, en el Hospital Menonita, de Caguas, y es la primogénita de la pareja de jóvenes compuesta por Kiara Meléndez Flores y Jan Díaz Santana, ambos de 18 años.
La bebé, que nació cuatro días después de la fecha prevista de parto, se encuentra en perfecto estado de salud. Pesó 7.8 libras y midió 22 pulgadas.
“Fue por la vía natural y gracias a Dios todo está perfectamente bien”, dijo la orgullosa madre a Primera Hora.
Relató que, precisamente, el Día de Despedida de Año tuvo una cita médica a las 8:00 de la mañana y fue entonces cuando su obstetra, el doctor Edgar Rodríguez, le notificó que estaba en cuatro centímetros de dilatación, lo que auguraba que el momento del parto se acercaba.
Kiara y Jan regresaron a su hogar, en Caguas, para prepararse para el gran momento de sus vidas y en horas de la tarde llegaron al hospital.
“A las 9:00 de la noche ya estaba en ocho centímetros”, relató la madre primeriza.
Sin embargo, la chiquilla por poco nace prematuramente pues a las 34 semanas Kiara presentó contracciones prematuras que le requirieron descanso completo y poner en pausa sus estudios como estudiante de trabajo social de la Universidad de Puerto Rico, en Río Piedras.
“Después de eso yo decía: ‘Dios mío, y ahora es que no quiere nacer. Yo caminaba y brincaba en la bola (medicinal) y nada. Ella llegó cuando quería llegar y quería ser la primera bebé del Año Nuevo”, dijo la madre emocionada.
Sobre el parto, dijo que fue uno “bien especial” en el que estuvo acompañada por Jan y su suegra Jacquelyn Santana.
“Yo esperaba que el papá se mareara pero lo que hacía era reírse de los nervios”, expresó.
Mientras detalla que las primeras horas que ha tenido a su hija en “vivo y a todo color” ha sido como un sueño hecho realidad y resaltó que la pequeña Amira Valentina “es más bella” de lo que imaginó. Destacó que tiene la naricita de su tío paterno, los ojitos achinados de su papá, la boquita de mamá y la hermosa melena de su tía materna.
Aceptó que el proceso de lactancia ha sido un poco “complicado”, pero con la ayuda del personal del Hospital Menonita ha logrado alimentar a la pequeña.
Mientras, la abuela paterna está culeca y advirtió que la niña estrenará lazos diariamente. “Es mi muñeca”, dijo alcahueta.
Primera Hora supo que otro bebé, un varoncito, nació a las 7:24 de la mañana en el Hospital Pavía, de Santurce. Mientras, otras dos criaturas llegaron al mundo pasadas las 10:00 de la mañana en el Manatí Medical Center.
En los hospitales HIMA, en Auxilio Mutuo, Menonita de Cayey y Centro Médico no se habían registrado nacimientos hasta media mañana de ayer, según constató este medio llamando a las salas de parto de cada dependencia.
Reto demográfico
El nacimiento de Amira Valentina y otros pequeños es una noticia positiva para un país que en los últimos tres años ha registrado una merma en su población y mayor cantidad de muertes que de nacimientos.
Desde el 2016 en Puerto RIco se han registrado cifras históricas que confirman que durante ese periodo ha habido un decrecimiento de la población con una brecha de sobre 6,000 muertes en comparación con los nacimientos.
En el 2017 las estadísticas mostraron que 31,094 personas habían fallecido en la isla, mientras que se registraron 24,295 alumbramientos.
La baja poblacional -en el que influyen otros factores como la emigración-también ha sido constante.
Según el Instituto de Estadísticas, la población de Puerto Rico se estimó en julio de 2018 en 3,195,153 millones, 130 mil habitantes menos que para la misma fecha en 2017.