La base Roosevelt Roads cuenta con estructuras abandonadas, algunas edificaciones en uso por agencias gubernamentales y mantiene las huellas de lo que fue el hogar de la milicia estadounidense. Pero también esconde una historia arqueológica poco conocida y que guarda algunos secretos de los tiempos de nuestros indios.

En la zona se encuentra un espacio ceremonial con piedras donde alguna vez nuestros ancestros disfrutaron de la costa del municipio ceibeño. Allí, habita una imagen en petroglifos que data del año 600. 

“Hay como un circuito ceremonial, donde una de las piedras es la que llamamos ‘Wuaniki Bawa’ que era, supuestamente, el dios de los mares para los taínos, como si fuera Neptuno, Poseidón para los griegos y los romanos, pues para los taínos era ‘Wuaniki Bawa’”, explicó Manuel Martínez, presidente y director ejecutivo de la Alianza Pro-Desarrollo Económico de Ceiba (APRODEC).

En la zona de ese yacimiento arqueológico -que se dice es de la época precolombina- una vez se pensó construir una marina, lo que fue motivo de lucha para APRODEC, ya que uno de sus miembros conocía de la existencia de esas piezas y alertó que el desarrollo de la zona destruiría este tesoro arqueológico.

“Logramos que esa piedra, que era de los Estados Unidos, pasara al Departamento de Recursos Naturales y, hoy en día, esas 70 cuerdas son un área protegida y está inscrita en el registro de monumentos históricos de Estados Unidos”, explicó Martínez.

El histórico lugar no es tan accesible, ya que se esconde detrás de manglares y solo se puede llegar cruzando por agua, como si la misma naturaleza quisiera proteger la historia de sus antiguos habitantes.

“No es tan fácil de llegar y quizás es mejor así porque no se vandaliza la zona. Queda en el área de la base en Ceiba, bien cerquita del antiguo muelle del Coast Guard”, dijo.

No obstante, estas no son las únicas piezas históricas que se han encontrado en la base, ya que según Martínez, existen “35 yacimientos arqueológicos y nada más se ha explorado un 10% de la base”. 

A su vez, el director ejecutivo de APRODEC confirmó a Primera Hora que la Marina de Estados Unidos -que estuvo en Ceiba desde 1941 al 2004- se llevó unas 70,000 piezas arqueológicas que fueron encontradas en Roosevelt Roads.

“Pensábamos que eran 5,000 piezas, pero según una carta que envió el Navy son como 70,000 piezas que se llevaron de aquí. Pueden ser desde un diente y lo más grande sería como una vasija. Por eso son tantas, porque son pequeñas. Una vez un arqueólogo nos dijo que eran precolombinas, como del año 600”, detalló el arquitecto.

Por su parte, el licenciado Ramón Figueroa Santiago, exmiembro de la Autoridad para el Redesarrollo de Roosevelt Roads (LRA, en inglés), hace un tiempo redactó una misiva para el Navy solicitándoles esos “tesoros nacionales” y aseguró que la Marina de los Estados Unidos le contestó que “sí devolverían todas las piezas si nosotros teníamos un depositario arqueológico que cumpliera con las normas federales”.

Desde entonces, APRODEC busca crear un espacio adecuado en el edificio que le fue provisto -la única estructura en todos los terrenos de Roosevelt Roads que está en manos comunitarias- para prepararlo y traer de vuelta esos tesoros arqueológicos a su lugar de origen.

“Ahora mismo el Instituto de Cultura Puertorriqueña no tiene un depositario arqueológico, no tienen ni los recursos ni la mano de obra. Ellos han tratado y, por ley, son ellos los custodios de las piezas. Pero nosotros estamos buscando financiamiento. Estamos haciendo propuestas para ver si conseguimos unos donativos federales para dedicarle todo un piso del edificio al depositario arqueológico. Una vez tengamos ese donativo, entonces vamos al Instituto de Cultura a decirles que tenemos los fondos para empezarlo y ver cómo nos ayudamos mutuamente”, sostuvo Martínez.

Mientras que, Carlos Iván Pérez-García, miembro de la LRA que ayudó a lograr que esa estructura en desuso que hoy conforma el Centro Eco Turístico de Este pasara a manos de la comunidad, destacó el rol de APRODEC en este esfuerzo de poder traer a casa la historia que se originó en Roosevelt Roads.

“APRODEC surge porque la Marina se lleva de aquí esas piezas arqueológicas a Estados Unidos y las queríamos recuperar. APRODEC dijo: ‘yo tengo el lugar, ¡vamos a hacerlo, vamos a rescatarlas de nuevo para Roosevelt Roads!’ La importancia aquí es cómo APRODEC se inserta a hacer lo que el gobierno no ha hecho. Ellos quieren rescatar esas 70,000 piezas”, expuso Pérez-García.

El grupo logró que el Centro Eco Turístico del Este cuente con energía solar, producto de paneles fotovoltaicos; y un sistema de recogido de agua de lluvia, con lo cual tienen una estructura autosustentable para el disfrute de la comunidad.

También estarían haciendo un acuerdo de co-manejo con Para La Naturaleza, que administran las áreas de conservación en la base. 

Mientras consiguen los fondos necesarios para crear este depositario arqueológico, APRODEC realiza unos eco-tours en conjunto con el Sierra Club, en la zona donde se encuentra el yacimiento de Waniki Bawa. 

El próximo recorrido será este sábado, 16 de noviembre desde las 8:00 de la mañana.

“El máximo de personas por tour es de 20, porque es lo que podemos manejar por ahora. Lo que hacemos es que salimos del edificio de APRODEC, caminamos hasta el antiguo muelle del Coast Guard y luego de ahí nos vamos por el agua a conocer la zona donde está Waniki Bawa”, especificó Martínez.

Quienes deseen vivir la experiencia y conocer esta zona arqueológica poco visitada, pueden llamar al 787-354-6188. Los eco-tours requieren un donativo de $13 por persona, que es dividido entre el Sierra Club y APRODEC. Para más información o para ayudar a este esfuerzo, acceda a www.aprodec.org o búsquelos en Instagram en su página Centro Eco Turístico del Este.