Unas 500 escuelas públicas del país tienen un defecto de construcción conocido como “columna corta” que provoca que la estructura colapse con un terremoto de mayor intensidad, tal como ocurrió con la escuela Agripina Seda en Guánica. 

Esas escuelas no deben usarse hasta que el defecto sea corregido. Así de categórico fue el dictamen de varios expertos ingenieros durante una conferencia de prensa en la sede del Colegio de Ingenieros y Agrimensores, en la que se hicieron disponibles para colaborar en los esfuerzos de evaluación y reconstrucción de estructuras luego de los daños provocados por la serie de sismos que sacude al suroeste de Puerto Rico desde el 28 de diciembre, con el terremoto más severo en la mañana del 7 de enero, cuya magnitud se fijó en 6.4.

Según explicó el ingeniero Juan F. Alicea, presidente del Colegio, el defecto provoca que las columnas de la estructura no puedan oscilar en toda su extensión durante el temblor, y se quiebren a la mitad, lo que causa que los pisos caigan uno sobre otro como si fuera un acordeón. 

Detallaron que hace algunos años se le corrigió ese defecto a unas 500 escuelas alrededor de la Isla. Pero alrededor de 500 planteles aún lo tienen. 

En caso de las escuelas privadas, así como otras estructuras industriales, no está claro cuántas tendrían el defecto de la columna corta. 

“Nuestra recomendación es que no se usen. Categóricamente, no, no deben usarse. Si no se corrigió ese defecto, no deben usarse”, insistió Félix Rivera, ingeniero civil y estructural, y presidente de la comisión de terremotos.

Rivera afirmó que el asunto debe verse con la seriedad que lo amerita y agregó que ese defecto ha provocado el colapso de estructuras en muchas otras naciones y ahora también en Puerto Rico. 

“Son tipos de errores que se siguen cometiendo. He estado en escuelas que se construyeron hace seis años nada más, y volvemos de nuevo a hacer los mismos errores de construir con la columna corta. ¡Increíble! Son situaciones que venimos por años estableciendo y diciéndole al pueblo, ‘no hagas eso’, y siguen todavía construyendo con ese tipo de estructura. Que hemos visto a nivel internacional que fallan y ahora mismo estas escuelas fallaron por el efecto de la columna corta. Gracias a Dios que estaba vacía. Pero ahí pudimos haber tenido una desgracia”, abundó el ingeniero Rivera. 

Estimaron que la Oficina de Mejoramiento de Escuelas Públicas o la Autoridad de Edificios Públicos deben tener el listado de aquellas escuelas que se le corrigió el defecto de la columna corta para los años 2002 y 2003, en un proyecto cuyo costo fue de unos $1,000 millones. 

No está claro cuántas de las escuelas corregidas fueron incluidas entre las que fueron cerradas recientemente. 

Por otro lado, los expertos insistieron en que la gente desista de usar cualquier estructura que presente grietas significativas, particularmente en aquellas paredes que sostienen la estructura. 

Explicaron que, una manera sencilla de saber si una grieta es peligrosa es usar una moneda de 10 centavos y si cabe en la grieta, ya debe considerarse como seria. En ese caso, la estructura debe ser evaluada por un experto, para ver si se puede rescatar o si lo más recomendable es que se derrumbe para hacer una nueva. En cualquier caso, las personas no deben ocupar la estructura por el peligro que representa. 

También fueron enfáticos en que las personas que viven en las llamadas casas en zancos deben considerar reforzar la estructura lo antes posible, siempre que sea posible. 

“Hay unas casas y unas construcciones que se pueden mejorar. Ahora mismo están vulnerables y las podemos mejorar. Hay unos métodos para poner esas estructuras más seguras”, afirmó Rivera.  

Según estimados, hay unas 200,000 residencias que han sido construidas de manera informal, sin seguir los códigos de construcción, que se consideran “requisitos mínimos” para que la estructura sea segura.

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Las personas que se sientan ansiosas por los temblores, pueden llamar a la Línea PAS de ASSMCA al 1-800-981-0023.