El embuste de la crisis humanitaria y ¿el plan?
“Ahora que gobierna, no tiene otro plan que no sea el mismo de siempre”
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 6 años.
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Hay una verdad como un hierro que hiende por la mitad todo el embuste que dijeron de que tenían un ¡plan, plan, plan! para dirigir el País.
Si recuerdan, Ricardo Rosselló habló solo de tres cosas en su campaña: que se podía pagar la deuda si se hacía el empleador único y el presupuesto base cero, un ¡plan, plan, plan!, y la Estadidad.
Ese triángulo lo repitió 800 veces y con eso nunca tuvo que contestar sobre otros asuntos porque su equipo apenas lo ponía disponible para entrevistas a profundidad. El asunto es que muchos en la prensa se han tragado el pescaíto de que todo es culpa de la Junta y que el Gobierno es víctima de esos dictadores opresores.
Ahora que gobierna, no tiene otro plan que no sea el mismo de siempre. Que el próximo gobierno pague los vericuetos que va a dejar y que los fondos federales nos rescaten.
Mientras su administración no ha tenido que pagar $4 billones de deuda y logró un rescate federal de $5 billones para ASES, esta semana tuvimos la mejor muestra de que todo es improvisado.
La Junta le dijo que podía pagar el bono de Navidad y también podía darle más dinero a la Policía, Bomberos, Ciencias Forenses y Emergencias Médicas.
En los medios, el comisionado de la Policía, junto a Héctor Pesquera, volvió a alegar que todo es culpa de la Junta porque no le autorizó los fondos cuando expresamente la Junta dijo lo contrario.
De hecho, el propio presupuesto que el Gobernador presentó tenía recortes significativos para todas esas agencias, pero la prensa parece que no lee sus propias noticias. El mismo Pesquera admitió que el presupuesto presentado por el Gobernador dejaba inoperante el aparato de seguridad pública.
Obviamente, lo que dicen ahora es embuste. El Gobierno claramente tiene autorización de la Junta para pagar hasta el bono de Navidad y los chavos para la Policía, pero tiene que conseguir de dónde cortar los gastos para redirigirlos. Esta gente está llorando de que no tienen chavos, mientras los federales le soltaron billones y PROMESA ha evitado el pago de billones en deuda.
Lo increíble es que el Gobierno grita a los cuatro vientos que la culpa es de la Junta, pero el verdadero escándalo de la falta de fondos de seguridad y de salud es que el Gobierno se niega a cortar los gastos de otras áreas para definir los servicios esenciales y realmente dar el dinero a donde hace falta.
El Gobierno, que cierra escuelas, se niega a mudar oficinas de edificios privados a esas mismas escuelas que quedan en desuso sabiendo que se ahorraría cientos de millones.
El Gobierno, que le niega chavos a Emergencias Médicas para contratar paramédicos y comprar ambulancias, se niega a cerrar la CEE y bota $30 millones anuales en eso.
El Gobierno, que se niega a darle chavos a Ciencias Forenses, se gasta $13 millones en WIPR que bien podrían casi duplicar el presupuesto de Forenses.
El Gobierno, que se niega a reclutar 200 bomberos, duplica el trabajo de la Junta contratando decenas de millones en bufetes de abogados que terminan subcontratando a los panas del PNP de siempre.
El Gobierno, que se obstina en no pagar la reforma de la Policía, le paga el 100% de la deuda a los bonistas de la UPR a la vez que le sube el costo de matrícula a los estudiantes.
El Gobierno, que alega no poder pagar el Seguro Social de la Policía, ni el retiro por culpa de la Junta, acaba de firmar un acuerdo con los bonistas para cepillarse a los alcaldes y pagarles más a los bonistas del BGF y de COFINA.
En fin, la crisis humanitaria no ha ocurrido por los rescates federales de no pagar la deuda y los chavos que enviaron. Pero si seguimos jugando a los nenes políticos, la crisis será por mediocres y no por falta de alternativas.
Nacido en Chicago y criado en San Lorenzo, el licenciado Jay Fonseca estudió en escuela pública. Fue a la UPR a estudiar empresas y derecho luego de teología. Es analista político en Telemundo y WKAQ 580. Autor del libro “Banquete Total: Cuando la Corrupción dejó de ser ilegal” y por una década fue columnista en Primera Hora. Supera el millón y medio de seguidores en Facebook, Instagram y Twitter, lo que lo convierte en uno de los principales “influencers” de la Isla. Es padre de una niña y tiene un app bajo su nombre, Jay Fonseca.
Esto tiene salvación
Esta columna busca proponer soluciones de manera muy sencilla a las situaciones actuales que afectan el País.