Hoy quiero hablarles del Fotuto. No del instrumento, ya sea bocina o altavoz, que se puede utilizar en alguna actividad de protesta o deportiva. No, no es de ese fotuto. Se trata de un ser, hombre o mujer, que está cegado por su fanatismo. Asume el rol, convencido en que le hace un favor a la sociedad, pues siempre tiene la razón y el resto de la humanidad está equivocado. El Fotuto es una cosa seria. Siempre está vigilante para tirar el zarpazo. Busca, herir, dañar, menospreciar y hasta burlarse de quien considera su enemigo. 

Encontramos Fotutos deportivos, religiosos y políticos. Estos últimos son los peores. Viven, respiran y comen política. Más que política, politiquería. La partidocracia se ha aprovechado del fotuto y los ha organizado. En los años noventa recuerdo que el PPD y el PNP organizó a estos seres. Los convocó a defender su ideal. Le vendían la idea de la cruzada. Eran los caballeros de la cruz estadista o estadolibrista. 

Fueron utilizados de la misma forma en que la iglesia medieval utilizó a los cruzados para picar las cabezas de los infieles. En ese entonces, en la radio de los '90, hacían bancos de llamadas. La misión era inundar los programas de opinión, que eran muy populares en ese entonces. No importaba la hora o la emisora, usted escuchaba a los sospechosos usuales. Eran fieras bravuconeando en contra del partido opositor. Endilgaban su verborrea casi recitada. Eran panfletistas. Buscaban adoctrinar, pero su estridencia era tal que hacían todo lo contrario. Usted apagaba la radio. 

En este siglo 21 el Fotuto se ha sofisticado. Las redes sociales le han dado una nueva ventana. Ahora esconden su cara en algún avatar. Puede ser una caricatura o cualquier personaje de la cultura pop. Usted tranquilamente busca a uno de estos fotutos y le puede salir la cara de algún rapero o hasta algún personaje de películas. Esto facilita su misión destructiva. El Fotuto puede ser hasta alguna batata sembrando en alguna agencia gubernamental o que se beneficia de alguna forma del partido. Otros no necesitan el chupete. Su fanatismo le basta. Enseñan como medalla de guerra su Twitter, su escrito de Facebook o escrito en alguna otra plataforma social. 

Bajo el manto del anonimato se han enseñado contra la prensa. En la modernidad, los reporteros también han entrado en las redes. Cada uno de manera individual ha compartido con el público. Antes era una relación de arriba hacia abajo. El reportero daba el telediario de la tarde o la nota del periódico y usted la recibía. Hoy existe un intercambio con ese periodista que usted ve en la tele, escucha en la radio o lee en el periódico. Esto da pánico al político. Mueve las estructuras partidistas que ven vulnerables su posiciones. 

De inmediato, organizan sus huestes. Les ordenan como sagrada encomienda defender a toda costa la institucionalidad. Esa institucionalidad que ha llevado a la isla al abismo. Inculcan en sus cerradas mentes, que la prensa atenta contra la democracia secuestrada por los parados y que ha servido solo a su beneficio. Hacen creer al Fotuto, que la culpa no es del partido. No fueron ellos los que quebraron nuestras finanzas. No fueron ellos los que hipotecaron nuestro futuro. No fueron ellos lo que dieron contrato a sus panas, amigos, socios y alcahuetes. No fue su gente, la que usted ha visto desfilar con mamelucos chinitas por los predios del Tribunal federal. 

No, eso son inventos de la cochina prensa. Eso es parte de la agenda de los medios. “Esos tipos son comunistas”. Así reza en el catecismo del fotuteo. Ese catecismo tiene varios versículos. Allí demonizada queda la prensa. El Génesis de todos los males de la sociedad. Esa prensa carga maletas. Que tiene como misión destruir al que está gobernando. 

Si son los rojos los que gobiernan. El Fotuto dice que somos reaccionarios. Es más, de golpe y porrazo el periodista es PNP o fue penepé o de familia penepé. Si por el contrario los que gobiernan son azules, los periodistas son populetes o los temidos comunistas. El Fotuto incluso vaticina que si nos dejan solos cualquier día desembarcamos con Fidel Castros y Chávez por la bahía de Guánica. 

El fotuto es creído y alabansioso. Celebra que están en las redes defendiendo la democracia. Dice que si no fuera por ellos ya la isla fuera un satélite de Vladimir Putin. En su diarrea solo se embarran ellos para convertirse en una triste caricatura al servicio de quienes no deben. No trascienden. Se reciclan entre ellos pues al final del camino son bloqueados por la gente seria. Son vilmente utilizados para mantener el establishment partidista. Si utilizaran su energía para propiciar cambios internos serían unos fenómenos. Tal vez, la isla ya no sería una colonia y podríamos disfrutar de algún estatus digno que nos permitiera más poderes ya fuera como un ente soberano o con congresistas con voz y voto. 

Sin embargo, les confieso que el Fotuto al fin y al cabo es divertido. Gracias a las redes usted se da cuenta que los ignorantes están joscos. Pienso que se levantan y cada día al salir de la cama, rezan “yo fotuteo, tu fotuteas y nosotros fotutiamos”. Así las cosas, Dios nos coja confesa'os.