Yovngchimi quiere usar su casa de $700 mil de colateral para salir de la cárcel
Está preso en la federal por posesión de armas automática.
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El trapero Yovngchimi, cuyo nombre de pila es Ángel Javier Avilés Monzón, propuso pagar una fianza de $150,000, poner como garantía una residencia que recientemente adquirió en Encantada, Trujillo Alto, y cuyo valor es de $700,000, así como cumplir con otros requisitos con tal de salir en libertad en lo que se dilucida su caso federal por poseer armas automáticas.
La propuesta la hizo a través de su abogado, Saam Zangeneh, luego de que la Fiscalía federal enmendara la acusación en su contra.
En la “moción de revocación de la orden de detención”, se argumentó que la Fiscalía federal debe mostrar evidencia convincente de que la libertad de Avilés Monzón representa un problema de seguridad para la comunidad.
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Aluden, además, que “una tergiversación de información por parte de la Fiscalía al magistrado, que luego no se corrigió”, fue lo que llevó a que se le negara la libertad bajo fianza al joven trapero.
Entre los argumentos que esbozó la Fiscalía federal se encontraba que supuestamente Yovngchimi había sido detenido por la Policía y que supuestamente había violentado directrices dadas bajo fianza en casos estatales que no prosperaron.
“Las dos primeras afirmaciones son engañosas. El gobierno no ofreció testimonios de testigos y no hay pruebas de ninguna de estas ofensas. De hecho, existen pruebas contrarias y que ninguna de las partes presentó en la vista judicial. Si las pruebas hubieran sido presentadas y oídas por el magistrado, quedaría claro que el señor Avilés Monzón de hecho cumple las condiciones para la libertad provisional”, se alegó.
Como propuesta para que se le conceda la libertad bajo fianza, el trapero propuso pagar los $150,000 de fianza y presentar su recién adquirido inmueble en la urbanización Corrientes, Encantada, Trujillo Alto, Puerto Rico, como garantía".
Se detalló que la casa tiene un valor aproximado de $700,000.
Además, indicó que permitiría tener un grillete electrónico para su monitoreo, se sometería a pruebas aleatorias de droga y alcohol, permanecería en toque de queda en la residencia y no habrían armas de fuego en el hogar. También señaló que se acogería cualquier otra restricción que se le imponga.
El pasado 21 de febrero la Fiscalía federal enmendó la acusación contra Yovngchimi, pero en esencia mantuvo los mismos dos cargos por posesión de armas modificadas para disparar de manera automática.
La vista de acusación está citada para el próximo 10 de marzo.
Documentos del expediente judicial del artista apuntan a que el trapero fue atrapado por unos mensajes de textos extraídos del celular de otro cantante de música urbana, Luis Nomar Isaac Sánchez, mejor conocido como CDobleta. Estos extractos fueron corroborados en el celular del propio acusado, que fue confiscado el 16 de septiembre por la agencia Homeland Security Investigations (HSI, en inglés).
Ambos artistas urbanos formaban parte de un chat de WhatsApp de nombre “La Vuelta”. Además, formaban parte del grupo Víctor Pérez Fernández, alias “Vitu”, “Vitikin”, “Enano” y “La Cone”. Este último es el presunto manejador de CDobleta y se entregó a las autoridades federales en diciembre y fue acusado por un gran jurado federal junto a otros 15 alegados miembros de la ganga “La Familia”, cuyo grupo supuestamente operaba en los municipios de San Juan y Carolina. Se sospecha que el grupo es responsable por el asesinato del sargento Eliezer Ramos.
Entre los mensajes que se destacan fue uno del 4 de junio de 2023, donde Avilés Monzón estableció que “por poco le disparaba a alguien más temprano en el día, pero no lo hizo porque andaba en su auto personal”.
También expuso que tenía una pistola y que no se la dejara mucho porque “wa matar a uno con ella”.
“Ortia porpoco le doy a uno”; “Es qe andaba en mi guagua personal” y “Aplica sin fantom” son otros mensajes que alegadamente envió Yovngchimi.
Un vídeo enviado por el trapero a la cuenta también están bajo el poder de las autoridades federales.
Otro mensaje destacado fue una foto de Pérez Fernández con un arma automática y un mensaje de Avilés Monzón sobre su experiencia reparándolas. Como la pistola estaba mala, el trapero presuntamente ofreció asistencia para convertirla en semiautomática y venderla.
Por los hechos, las autoridades federales le presentaron dos cargos criminales a Avilés Monzón por posesión de armas modificadas para disparar de manera automática.
El trapero boricua pudiera enfrentar una pena máxima de 10 años de cárcel por cada cargo, de ser hallado culpable.