“Le pidió al gobernador que hiciera justicia”, contó el representante puertorriqueño, el republicano Bob Cortés, quien es uno de los legisladores más cercanos del primer mandatario de Florida.

Cortés dijo que no tenía más detalles de ese diálogo, pero contó que Scott le dio al viudo su número de celular personal y le aseguró que las autoridades están trabajando intensamente con este caso.

El viernes, la familia de Zengotita-Torres dio el último adiós a los restos de la mujer en una funeraria de Kissimmee. En lo que han sido sus únicas expresiones públicas, los familiares también clamaron porque se haga justicia.

Desde que trascendieron los conmovedores detalles de este caso, abogados criminalistas y el propio representante Cortés, han señalado que este caso reúne los agravantes suficientes como para que la fiscalía solicite la pena de muerte. 

“Ahora estamos esperando ver qué pasos da la fiscal de distrito (Aramis Ayala) en este caso. Estaremos muy pendiente a sus pasos”, dijo ayer Cortés a Primera Hora.

La fiscal Aramis Ayala está bajo el ojo público porque se ha expresado contra de la pena de muerte.

Tras una determinación del Tribunal Supremo, ahora es un comité de fiscales el que decide si un caso se maneja bajo el crisol de la pena capital. 

Sin embargo, Cortés ha expresado su temor de que esto no ocurra pues tal comité fue nombrado por Ayala y, al final, ella podría decidir por encima de la determinación de ese grupo de fiscales.

El trío de presuntos asesinos integrado por Ishnar López Ramos, Alexis Ramos Rivera y Glorianmarie Quiñones Montes está encarcelado en una prisión en Kissimme, sin derecho a fianza, bajo la sospecha de haber planificado el secuestro y asesinato de la mujer. Pero la víctima resultó ser la persona equivocada, y aunque los autores del crimen se dieron cuenta del error, prosiguieron con el plan quitándole la vida a Zengotita-Torres, de 42 años de edad, casada y madre de un adolescente. Se habían mudado a la Florida Central hace cerca de un año.

La información que ha suministrado la policía del Condado de Osceola apunta a que López Ramos -quien trabajaba como maquillista- orquestó el plan para vengarse de una mujer que tenía una relación con un hombre con quien tenía algún tipo de relación.

El crimen ocurrió la noche del 7 y madrugada del 8 de enero. Pero días antes -el 2 de enero a las 2:36 de la madrugada- la maquillista escribió este mensaje en inglés en su última entrada a su cuenta de Twitter: “If I had a boyfriend I would so do this (if he lets me though) plus I would add tons of kisses”. La traducción es español diría: “Si tuviera novio, haría esto (si me lo permite) y además agregaría toneladas de besos”.

Las autoridades de ley investigan si este crimen se planificó en Puerto Rico o si fue una idea que surgió cuando el trío ya estaba en la Florida Central; trascendió que los tres se mudaron a Kissimmee para finales de diciembre pasado.

Aclarar este dato es importante pues, de confirmarse, podría ser un caso federal toda vez que la conspiración criminal cruzó frontera de países.