Vista de supresión de evidencia contra acusada por muerte del hermano de Arcángel continúa en abril
La defensa persigue descartar el documento con el que la imputada habría consentido en realizarse una prueba de alcohol en la sangre.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 2 años.
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El proceso judicial contra Mayra Enid Nevárez Torres, la mujer imputada de provocar el accidente de tránsito en el que murió Justin Santos Delanda, hermano del exponente urbano Arcángel, y resultó herido Keven Monserrate Gandía, prosiguió esta tarde en el Tribunal de San Juan con la continuación de una vista de supresión de evidencia, en la que la defensa persigue que se descarte el documento con el que Nevárez Torres habría consentido a que le hicieran una prueba de alcohol en sangre.
Nevárez Torres, de 46 años, enfrenta cargos por violaciones a la ley de tránsito, por ocasionarle la muerte a Santos Delanda y grave daño corporal a Monserrate Gandía al conducir de manera negligente y en estado de embriaguez. También enfrenta un cargo menos grave por manejar en estado de embriaguez.
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Según se desprende de la investigación llevada a cabo por la División de Patrullas de Carreteras de San Juan, el 21 de noviembre de 2021, Nevares Torres conducía un vehículo Hyundai Tucson en estado de embriaguez y en contra del tránsito, y provocó el aparatoso accidente fatal en el puente Teodoro Moscoso, en el que estuvieron involucrados varios vehículos. A la imputada se le practicó una prueba de alcohol en sangre que arrojó .29%. El límite permitido por la Ley 22 de Vehículos y Tránsito para manejar un vehículo de motor es de .08%.
La vista de supresión de evidencia, que ha sido una bastante accidentada, se lleva a cabo luego de que otra jueza del Tribunal de Primera Instancia de San Juan, la jueza Ladi V. Buono, rechazara la petición de inhibición que radicó el Departamento de Justicia contra la jueza Nerisvel C. Durán Guzmán, tras entender los fiscales que había actuado de manera indebida.
El Departamento de Justicia alegó en ese reclamo que la jueza Durán Guzmán había catalogado en tres ocasiones de “chapucería” la presentación de un informe pericial por parte de la fiscalía, pero la jueza Buono consideró que no existía prueba alguna que indicara que la jueza Durán Guzmán “haya actuado con prejuicio o parcialidad” como le imputaba el ministerio público. Esa decisión fue ratificada por el Tribunal Apelativo.
La vista de supresión de evidencia transcurre luego de que los abogados de Nevares Torres, los licenciados Ramón A. Nevárez Andino y Ramón A. Nevárez Ortiz, alegaran durante una vista de estado de los procedimientos, ante el juez Alberto Pérez Ocasio, también del Tribunal de San Juan, que su clienta no firmó el documento de la prueba de alcohol realizado la Policía que se ha presentado como evidencia, y que el Estado no siguió el debido proceso de ley al realizar la prueba.
Así las cosas, este miércoles en la tarde continuó la vista de supresión de evidencia, con el contrainterrogatorio por parte de la fiscalía, específicamente del fiscal Edmanuel Santiago Quiles, a Evaristo Álvarez Ghigliotti, perito experto en caligrafía que presentó la defensa.
Cabe de destacar que esta parte del proceso es una sumamente técnica, por momentos difícil de seguir, que ha requerido incluso constante intervenciones de la jueza Durán para clarificar aspectos tan específicos como podría si la letra de una firma supera la línea base sobre la que hizo.
Con algunas de sus preguntas, el fiscal Santiago consiguió llevar al perito calígrafo a admitir que había aspectos de similitud, así como diferencias, entre la firma del documento que intenta impugnar la defensa y las firmas de otros documentos firmados por la imputada, que fueron ofrecidos para comparación, y que el perito no había mencionado esas similitudes y diferencias como parte de las conclusiones de su informe.
De igual forma, se discutieron factores tales mencionados en el informe del perito, tales como la superficie sobre la que estaría el documento al firmarse, la velocidad de escritura, y los hábitos de escritura, en los que el fiscal llevó al perito a admitir que no estuvo presente al momento de firmarse el documento en disputa, y que su evaluación fue sobre una copia, asuntos con los que buscó poner en entredicho algunos de los elementos en las conclusiones del informe.
La continuación de la vista de supresión de evidencia, donde proseguiría el contrainterrogatorio al perito de la defensa, está pautada para el 26 y 27 de abril próximo.
Terminada la jornada, y para beneficio del público en general, las partes explicaron lo que está ocurriendo en esta etapa del proceso.
“Parte del proceso de la toma de muestra de sangre, es la firma del imputado, el intervenido, recibiendo la prueba. Eso es parte del proceso. Eso es una. Segundo, aquí se ha vertido un testimonio donde se alega específicamente que doña Mayra firmó ese documento, cosa que nosotros sostenemos que no es cierto”, explicó el licenciado Nevares Ortiz. “Entonces, si tienes cuatro testigos que están declarando que ella firmó, y realmente no ella no firmó, eso demuestra que ese testigo está mintiendo. Y eso le resta credibilidad, obviamente, a ese testigo”.
“¿Por qué se tarda? Porque en el contrainterrogatorio del fiscal está tratando de restarle credibilidad al trabajo que hizo el perito nuestro. Y que entendemos no lo está logrando”, agregó. “Esto es una cuestión técnica, pericial, donde hay un perito que está declarando. Hay otro perito que va a declarar posteriormente, si el Estado le interesa presentarlo. Y eso, en todos los casos, es la parte más aburrida. Es una cuestión más tediosa”.
Por su parte, el fiscal Santiago indicó que, según el análisis que han hecho con su propio perito sobre el informe del experto de la defensa, “y hemos encontrado esas diferencias, o similitudes, de cosas que había entre la firma que se está alegando que no es la real, y en los documentos que ellos entregaron como reales, como que ella los firmó, y esas similitudes no se incluyeron en el informe”.
Santiago no quiso especular en cuanto a qué fin o estrategia persigue la defensa con ese informe del perito de caligrafía, pero insistió en que “con la prueba que tenemos, con lo que analizamos con nuestro perito, estamos haciendo el trabajo para probar que no se debe suprimir la evidencia, y debemos pasar a juicio con la prueba tal cual”.
“No solo es los testigos que ya escucharon que ella firmó y que la vieron, sino que tenemos el peritaje que en su momento escucharán”, insistió.
Agregó que su línea de preguntas “es para probar que se ignoró semejanzas, que él mismo (el perito de la defensa) aceptó encontraban entre documentos que la defensa entregó y el que alegan que es falsificado. Hay similitudes en rasgos de la escritura y no se incluyeron en el informe del perito de la defensa. Y ese es el trabajo que estamos haciendo, para poner en duda lo que se concluyó en ese informe de que Mayra no firmó el documento”.
Admitió que este asunto de los detalles de caligrafía “puede ser un tema un poco árido para discutir en un tribunal, y toma tiempo poder discutirlo y hacer que un juzgador pueda entender lo que estamos tratando de llevar”.
Pero, de forma más escueta, la defensa estaría buscando que se suprima la evidencia de la prueba de alcohol, bajo la premisa que de que no se siguió el debido proceso y que la firma del documento de remisión no sería de Nevárez Torres. Sobre el primer punto, aseguró que presentaron testigos oculares que indicaron que la imputada aceptó que le sacaran la sangre sin objeciones. El segundo punto, es esta discusión en curso sobre la validez de la firma en el documento de remisión.
De suprimirse la prueba, podría significar que se debilite parte del caso de la fiscalía, o incluso que se supriman los cargos relacionados a manejar en estado de embriaguez, pues la fiscalía no podría presentar esa prueba científica que valide el estado de embriaguez.
Sin embargo, más allá de las explicaciones de defensa y fiscalía, la mamá de Justin, Carmen Rosa Santos, catalogó la vista de “payasada”.
“¿Qué puedo decir? Que esto es... debiéramos de venir vestidos de payasos. Prácticamente lo que estamos viendo aquí es una defensa tratando de justificar que a una paciente normal, que viene de un accidente, le falsificaron la firma en el hospital. O sea, cuando a una paciente que llega con .29 de alcohol (en sangre), no sabe, me imagino, ni a dónde la llevaron, que no sabe ni siquiera a quién toco, ¿cuál era la necesidad que había de unos enfermeros falsificar una firma? Eso es lo que yo no entiendo”, expresó que Santos, doña Carmen, visiblemente contrariada, y recordando que, en ese momento, no se sabía nada de detalles sobre el accidente ni quién estaba involucrado.
“En ese momento no se sabía nada. Simplemente que venía de un accidente, eso era todo. Entonces, ¿las enfermeras quisieron falsificarle la firma a esa paciente? Eso es lo que tenemos, o sea, ¿me entiendes?... Y la defensa, pues, ¿cómo le llamaríamos, que están haciendo su trabajo?”, cuestionó.