Félix Hernández Doble, convicto y sentenciado a 177 años de cárcel por secuestros agravados, violaciones y actos lascivos, no cualifica para beneficiarse de libertad bajo palabra.

Así lo dio a conocer el Departamento de Justicia luego de que el Tribunal de Apelaciones acogiera los planteamientos formulados por la agencia, a través de la Oficina del Procurador General.

Hernández Doble acudió ante el Tribunal de Apelaciones, el pasado 3 de septiembre, para impugnar una Resolución emitida por la Junta de Libertad Bajo Palabra declarándose sin jurisdicción para atender su petición, debido a que la Ley 85 de 2024 expresamente excluye a los convictos por los delitos de violación, actos lascivos y secuestro agravado –entre otros incluidos en la ley– de la jurisdicción de la agencia.

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“Como representantes del interés de las víctimas y del pueblo de Puerto Rico, continuaremos tomando las acciones que corresponden en Derecho, en todos los foros pertinentes, para asegurar que los convictos cumplan las penas que les fueron impuestas por los delitos cometidos, sobre todo aquellos que han incurrido en crímenes violentos contra personas vulnerables”, expresó por escrito el secretario del Departamento de Justicia, Domingo Emanuelli Hernández, quien reconoció la labor de la Oficina del Procurador General en el proceso.

El convicto argumentó, entre otras cosas, que, aunque la Ley 85 se aprobó con posterioridad a los hechos delictivos, debía aplicarle retroactivamente por ser más favorable, como establece el principio de favorabilidad en los casos de naturaleza penal.

Tras evaluar los argumentos de las partes, el Foro Apelativo determinó que no correspondía aplicar retroactivamente, a base del principio de favorabilidad, la Ley 85- 2022, toda vez que la Asamblea Legislativa incorporó una cláusula de reserva en el estatuto, que expresamente dispone que la Ley 85-2022 no aplicará retroactivamente a las personas convictas por actuaciones delictivas como las cometidas por el señor Hernández Dobles.

Su caso

En un reportaje del 2013 de Primera Hora sobre los violadores en serie se detalla que Hernández Doble tenía un taller de hojalatería y frecuentaba el gimnasio.

Estaba casado, pero sin hijos y no necesariamente encajaba con el perfil de un individuo que merodeara secuestrando y violando a sus víctimas, mujeres jóvenes y rubias, entre los 23 y 29 años de edad.

Pero así lo hacía, hasta que fue arrestado en Guaynabo, en julio de 2003.

Sus víctimas totalizaron 24 mujeres a quienes les cambió la vida con agresiones sexuales, muchas bajo amenaza de muerte usando un arma.