El segundo testigo de la fiscalía en el caso por el asesinato el pasado 2 de agosto de un hombre en el hospital HIMA San Pablo de Caguas, identificó en sala a Steven Sánchez Mártir como el hombre que se alejaba de la habitación de Pedro Marrero Díaz poco después del crimen.

A preguntas de la fiscal Maribel Mojica, Gerardo Burgos Rosado, de 73 años retirado de la Marina de Estados Unidos y exjefe de seguridad en hospitales, dijo que la noche del crimen se encontraba en el quinto piso de ese hospital cuidando a su padre hospitalizado.

“A las 8:20 escuché una ráfaga de tiros, como si fuera un ‘chipping hammer’, eso duró varios segundos y escuché un grito… me levanto abro la puerta, miro a la derecha, al ‘counter’ y veo a varias personas entrando al cuarto 534”, indicó.

El exmilitar instruyó al personal de enfermería que “llamen a seguridad y cierren el hospital”.

“Ahí doblo a la izquierda, que hay una puerta doble, salgo por ahí, que es donde están los elevadores y veo un individuo caminando y alejándose del área donde estaba… esa persona viró, se dirigió a los elevadores”, dijo el veterano.

“Él me mira a mí, me ve, yo le veo el perfil, tenía varios días sin afeitarse”, contó Burgos Rosado.

Lo describió como un hombre delgado, de pelo negro hasta el cuello, de unos 5.5 pies de estatura y de tez oscura.

El sujeto se le pierde de vista y él se va por las escaleras desde el quinto piso al sótano para tratar de localizarlo, pero no volvió a ver al sujeto. Luego regresó al piso 5, donde los agentes ya estaban trabajando y luego movieron a su papá de cuarto.

Días después, testificó, como parte de la investigación policiaca, identificó a Sánchez Mártir en una de las fotos que le mostraron en una rueda de identificación. “Esa fue la persona que yo vi el día de los hechos en el hospital en el quinto piso”, sostuvo.

Finalmente la fiscal le preguntó al testigo si veía hoy en sala a la persona que vio la noche del crimen e identificó a Sánchez Mártir. “La persona que está en medio de los abogados… tiene un ‘jumpsuit’ de preso”, sostuvo Burgos Rosado.

Durante el contrainterrogatorio, la abogada de defensa Jane Hoffman le cuestionó al testigo sobre por qué no fue a ayudar en la habitación y se fue en sentido contrario.

¿Lo correcto sería decir que esa persona se le perdió de su campo visual?, preguntó Hoffman.

“Yo lo vi cuando se fue por la escalera”, dijo el testigo.

¿La verdad es que usted no lo vio salir de la habitación 534 (lugar del crimen)?, le cuestionó poco después la abogada.

“Objeción”, sostuvo la fiscalía.

“Ha lugar. Él nunca ha dicho que lo vio salir de la 534”, instruyó la jueza Ana Paulina Cruz.

Especificó que vio al sujeto en momentos en que “se tiró una clave gris” por los altoparlantes de seguridad del hospital y luego, cuando ya se dirigía, dijeron por el mismo sistema la expresión “clave negra”.

Contó que cuando regreso a la habitación, tras el intento de atrapar a la persona que vio huir por la escalera, había personal del hospital pero no otros pacientes o familiares. “La única persona que vi fue la señora madre del occiso (Milda Díaz)”, contó Burgos Rosado.

Después del receso

Durante la reanudación de la vista en la tarde, Hoffman cuestionó a Burgos Rosado sobre si le había visto tatuajes a la persona que vio en el hospital, a lo que respondió que no. Sánchez Mártir tiene tatuajes en diversas partes del cuerpo.

En el redirecto, la fiscal le pidió al fiscal de distrito, Yamil Juarbe que posara como vio al sospechoso del crimen en el hospital, de perfil, aludiendo a que en esa parte de su cuerpo Sánchez Mártir no tiene tatuajes. Hoffman impugnó esta línea de preguntas.

Por la tarde, el tercer testigo de la fiscalía lo fue el agente Jorge Rosario, quien trabaja en la sección técnica de grabaciones en la comandancia de Humacao, y se dedica a sacar evidencia digital como videos.

“Me llamaron el 3 de agosto a las 7:30 a.m. para tomar servicio. Me dijeron que fuera al HIMA de Caguas para extraer un video de un asesinato”, dijo Rosario.

Una vez en el hospital, obtuvo tres DVD del área de seguridad de la institución de la noche del crimen.

La jueza autorizó a que tanto la defensa como la fiscalía vieran el video en la computadora del agente, que tuvo una duración de 25 minutos.

En esa cinta está contenido el tiempo en que el autor del crimen estuvo en los predios del hospital, desde que llegó hasta que salió, luego del asesinato.

El testimonio sería clave para usar como evidencia el video en el que sale grabado Sánchez Mártir en los predios del hospital el día del crimen, por lo que Hoffman trató de impugnar el recibo entregado por el agente al tramitar la grabación, y el DVD donde estaba la grabación, lo que llevó a todos los abogados y fiscales a rodear al agente mientras este observaba inicialmente el video. 

Una vez culminada la grabación de seguridad, se admitió como evidencia del ministerio público, sin reparos de la defensa.

El agente indicó que la grabación contenía imágenes de las cámaras del lobby y la cámara de la salida del hospital o puerta principal.

Luego de un receso y varias reuniones entre las partes, se recesó por el día de hoy. 

La vista seguirá mañana a las 10:00 a.m.

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