En el tercer día del juicio contra Félix Verdejo, el Ministerio Público introdujo como evidencia la grabación de una llamada telefónica en donde se escucha al exboxeador reconocer que transitó por el Puente Teodoro Moscoso el 29 de abril de 2021, día en que se suponía se encontraría con Keishla Rodríguez Ortiz.La conversación se produjo el 2 de mayo, un día después de que fuera encontrado el cuerpo de la joven flotando en la Laguna San José.

La familia de Rodríguez Ortiz se encontraba en el Instituto de Ciencias Forenses (ICF) para recoger sus pertenencias cuando Verdejo inició una comunicación con Junior Zavala, esposo de Bereliz Rodríguez Ortiz, hermana de la víctima.

“La guagua (Dodge Durango) aparece en todos lados cabr... Ella se iba a ver contigo esa mañana”, se le escucha decir a Zavala en la grabación presentada para el beneficio del jurado.

“Sí, pero no logramos vernos porque salí tarde de la pista y ella tenía que ir a trabajar. No coincidimos”, respondió Verdejo, quien aceptó que “yo pasé por allí (Moscoso) normal”.

“Confiaba en ti cabr… hasta hoy, que está desaparecida. No aparece cabr.., van dos días. Tú sabes que estaba preñada de ti, cabr... Decía que era tuyo. Estaba bien contento, cabr... Si no le ibas a dar el apellido, nosotros nos encargábamos”, dijo Zavala.

En otra parte de la grabación se escucha a Verdejo asegurar que nunca amenazó a Rodríguez Ortiz para que no tuviera al niño.

“Yo nunca la amenacé. Nunca en la vida”, sostuvo.

Verdejo y Zavala mantenían una estrecha amistad desde que ambos vivían en el residencial Las Gladiolas en San Juan que fue demolido. Se mudaron simultáneamente a Manuel A. Pérez donde conocieron a las hermanas Rodríguez Ortiz y al resto de la familia.

La teoría de la fiscalía es que Verdejo y Keishla habían acordado encontrarse en la mañana del 29 de abril de 2021 para ella mostrarle los resultados positivos de una prueba de embarazo que se hizo en un laboratorio. Presuntamente, eso ocurrió y fue cuando el exatleta -junto a un cómplice- agredieron a la joven, luego le inyectaron unas sustancias, le amarraron los pies y las manos antes de lanzarla a la Laguna San José donde fue encontrada dos días después.

Ya en el ICF “nos dieron las prendas (de Keishla) y esperamos por los documentos para hacer los trámites fúnebres. Antes de bajarnos el carro, mi esposo recibe una llamada de Félix. Le dijo que no lo podía atender. Nos quedamos sorprendidos. Mi esposo procedió a devolverle la llamada a un número que no era de él (Verdejo). Mi esposo le estaba reclamando qué había pasado, mientras tanto (Verdejo) negando todo, que no tenía nada que ver. Grabé la llamada desde mi celular. Para ver qué decía y tenerla grabada. Sonó asustado”, destacó Bereliz Rodríguez.

El Ministerio Público pretende demostrar que existe evidencia que documente que Verdejo y su presunto cómplice, Luis Cádiz Martínez, utilizaron una Dodge Durango negra para transportar a Rodríguez Ortiz. Aparentemente, unas cámaras de seguridad grabaron las ocasiones en que el vehículo cruzó el Puente Moscoso.

Hermana narra un patrón de maltrato

En la sesión de la mañana del jueves, Bereliz confirmó que Verdejo y Keishla mantenían una relación sentimental. Además, corroboró los relatos que ofreció su madre, Keila Ortiz Rivera, sobre el día que perdieron comunicación con Keishla después de informarle que había planificado encontrarse con el exboxeador para enseñarle los resultados de unas pruebas de embarazo.

Bereliz indicó que, a su juicio, Verdejo maltrataba verbalmente Keishla.

“No se trataban bien. Félix se pasaba hablándole malo, faltándole el respeto, no la trataba bien. No era una relación sana. Siempre era una falta de respeto de él hacia ella. Eran muy pocas las veces que salían en público”, indicó.

Sostuvo que Keishla adquirió otros números de teléfonos para evitar que Verdejo se comunicara.

“No lo cambia frecuentemente, pero sí lo hizo dos veces. La última vez lo cambió para que no tuviera su número, pero Félix llamaba a mi esposo (Junior Zavala) para pedir el número de Keishla”, mencionó Bereliz, mientras mantenía la vista hacia abajo sin mirar en la dirección del acusado.

La hermana relató que Keishla la visitó el 28 de abril con el resultado de una prueba de embarazo.

“Ella estaba feliz. La felicité. Me fui a trabajar y ella se quedó con mi hijo Alex, porque era su día libre del trabajo. La vi nuevamente entre 11:30 y 12:00 de la medianoche cuando fui a buscar a mi nene. Pasé un momento al baño y en el lavamanos había dos pruebas de embarazo. Salí donde ella, me dijo que tenía sueño, que hablamos al otro día y me fui. No la volví a ver”, lamentó.

Luego, corroboró que recibió una comunicación de Angeline Ortiz, quien también ofreció un testimonio, que en la mañana del 29 de abril acudió al lugar de trabajo de Keishla y que estaba ausente.

Extraña secuencia de eventos

La jornada judicial tuvo un insólito comienzo con la inesperada salida de la madre de Keishla luego de su testimonio, presuntamente, a petición de la defensa.

La progenitora regresó temprano en la mañana a la silla de los testigos para la continuación del contrainterrogatorio que la abogada de defensa Gabriela Cintrón Colón inició el miércoles en la tarde.

La defensa intentó establecer cómo era la relación de su hija con Miguel Santiago Laiz, padre de Elize Marie Santiago Sierra, suegro de Verdejo.

Ortiz Rivera reconoció que llamó a Santiago Laiz solicitando asistencia para localizar a Keishla, con quien perdió comunicación el 29 de abril de 2021.

“Llamé a Miguelito porque conocía a Keishla”, dijo en sala.

¿Mantenían una relación?, cuestionó Cintrón Colón.

El fiscal Jonathan Gottfried enseguida objetó. Eso llevó al juez Pedro Delgado Hernández instruir a los miembros del jurado que descartaran ese intercambio específico. Cintrón Colón no tuvo preguntas adicionales.

Ortiz Rivera fue excusada por el juez y pasó a ocupar un espacio en los bancos reservados para la familia de la víctima. Eso provocó que los abogados de Verdejo y los fiscales tuvieran un encuentro aparte con el juez.

Ortiz Rivera fue llamada para acercarse al magistrado, segundos después, abrazó a José Rodríguez, padre de Keishla, y fue escoltada fuera de la sala.

Presuntamente, la defensa de Verdejo se reservó el derecho de requerir la futura comparecencia de Ortiz Rivera como parte de sus testigos.

El Ministerio Público sometió una moción de reconsideración basado en la “exclusión de víctima del juicio”. Los detalles se desconocen por tratarse de un documento sellado. Sin embargo, en horas de la tarde, Ortiz Rivera regresó a sala, mientras todavía Bereliz estaba en la silla de los testigos en medio del contrainterrogatorio de la defensa.