“Un conductor negligente se convierte en un arma letal”
Comisión para la Seguridad en el Tránsito advierte que se sigue observando el patrón de personas inocentes que pierden la vida.
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El alcohol y la velocidad no mezclan. Es una frase que se escucha con frecuencia, que sintetiza el peligro que representa guiar borracho y sin control en el acelerador y que, al analizar las estadísticas anuales de fatalidades en las carreteras, valida las consecuencias catastróficas de la irresponsabilidad en nuestras calles.
Para el director ejecutivo de la Comisión para la Seguridad en el Tránsito, Luis Rodríguez Díaz, el conductor negligente se convierte en un arma letal para gente inocente que está en medio de la vía pública o para aquellos que los acompañan.
“Muchos de estos choques se comienzan a investigar por (exceso) velocidad y luego, por investigación policíaca, se determina que el conductor estaba tomando bebidas embriagantes, que es lo que ocurre con el caso del choque de la madrugada en Mayagüez, donde el conductor iba a exceso de velocidad, pierde el control del vehículo y cuando lo detiene la Policía, se niega a hacerse la prueba de aliento; luego a través del tribunal accede a hacerse la prueba de sangre; aunque no se ha dado a conocer el resultado de la prueba, por la comunicación que hemos tenido con la Policía, definitivamente estaba bajo los efectos de bebidas embriagantes”, expresó Rodríguez Díaz sobre el caso en el que fallecieron los universitarios José Rivera Rivera, de 21 años y Josué Rodríguez Arroyo, de 18 años, y resultó herido de gravedad, Erick Caraballo.
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El conductor, en tanto, quien resultó ileso, fue identificado como José Enrique Martínez Rivera, de 21 años y estudiante de ingeniería.
El funcionario observó que en este accidente se repite una escena similar a las ocurridas en otros choques de conductores en estado de embriaguez, ya que mueren personas inocentes, en este caso dos pasajeros y otro permanece hospitalizado en estado grave y el chofer sale, prácticamente, ileso.
“Por eso, en esta época navideña hacemos mucho hincapié en el mensaje de pasar la llave. Si van a consumir bebidas alcohólicas, si van a irse de jangueo, busque un conductor designado o un mecanismo de transporte para evitar este tipo de situación. Más allá de la parte legal, que ya la semana que viene comenzamos con las intervenciones de la Policía en conjunto con la Comisión para identificar conductores ebrios en la carretera como parte de la época navideña, cada conductor debe tener presente la responsabilidad que tiene cuando sale a la calle”, sostuvo Rodríguez Díaz.
Sobre la reincidencia expuso que, no la ha visto en los conductores que han provocado fatalidades, sino aquellos que han sido intervenidos, multados o arrestados por estar bajo los efectos del alcohol.
Sobre la reducción en las muertes por accidentes de tránsito, que a esta fecha las estadísticas reflejan un 15% menos, explicó que en gran medida se debe a la prevención, ya que este año se han arrestado unos 4,000 conductores ebrios.
Rodríguez Díaz recomendó como disuasivo realizar enmiendas a la Ley 22 de Vehículos y Tránsito para que en los artículos 7.05, en caso de daño corporal a otra persona y penalidades en caso de grave daño corporal o muerte a un ser humano, para que no cualifiquen para penas alternas como lo es la restricción domiciliaria.
“Como lo establece el Código Penal actual, el juez puede tener la discreción de que cuando llegan estos casos ante su consideración, dependiendo del informe (presentencia) del oficial sociopenal de optar por la pena que establece la Ley 22 en los artículos o una restricción domiciliaria”, puntualizó.
Otro asunto que debe atenderse es que se doten a los policías estatales y municipales con equipo para que, durante una intervención con conductores que manejan negligentemente, se les realicen pruebas toxicológicas ya que han encontrado casos en que su comportamiento sugiere que está ebrio, no obstante, en la prueba de aliento arroja resultados negativos.
En cada fiscalía de distrito hay fiscales que atienden casos de embriaguez y han logrado un 90% de convicciones, pero no existen como en otros estados, salas especiales en los tribunales que aceleren estos procedimientos y no revictimicen a los sobrevivientes o a sus familiares.
Además, dijo que la reincidencia se redujo a menos de un 20% en estas salas.
Tragedia en Mayagüez
El accidente en el que murieron los dos universitarios y otro joven resultó gravemente herido, se registró en la avenida Alfonso Valdez Cobián, cerca del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM), informó la oficina de prensa del Negociado de la Policía de Puerto Rico.
Martínez Rivera conducía un vehículo Ford Mustang del año 2023, a eso de las 4:30 a.m. de este jueves en aparente exceso de velocidad y, al llegar a la intersección con la avenida Alfonso Valdez Cobián, frente a una de las entradas del RUM, perdió el control del volante e impactó un poste por el lado derecho.
El conductor fue trasladado al Hospital Metropolitano para realizarle la prueba de alcohol en la sangre, ya que se negó a someterse a la prueba de aliento.
El director de la División de Patrullas de Carreteras de Mayagüez, el teniente Gualberto Cruz, indicó que todos eran amigos, estudiaban en el RUM y eran residentes de Ponce.
“Recurrimos al tribunal para solicitar una orden para tomarle muestras de sangre”, respondió el teniente, quien agregó que el conductor, representado por el licenciado Pablo Colón, no ha sido cooperador con la pesquisa.
En el interior del vehículo se ocupó una pistola para la cual el conductor tenía licencia de portación vigente.
Este se expone a que se le radiquen dos cargos por homicidio negligente, si se prueba que estaba manejando bajo los efectos de bebidas embriagantes.
La escena es investigada por los agentes César Arocho y Herminio Sánchez, adscritos a la División de Patrullas de Carreteras de Mayagüez y la fiscal Frances Bravo.