Un individuo investigado en relación al asesinato del policía Miguel Pérez Ríos fue trasladado esta tarde al Centro de Detención Metropolitano (MDC, por sus siglas en inglés), en Guaynabo.

Pérez Ríos, de 35 años, fue acribillado a tiros esta madrugada en una gasolinera ubicada en el sector Camino Alejandrino. Poco después, cerca de la escena del crimen, las autoridades arrestaron a un joven que estaba pendiente de ser procesado por venta de sustancias controladas, según informó la Policía. 

La Policía dijo que al ser arrestado ese sujeto, apodado Malito, tenía en su poder marihuana y cocaína. El joven permanecerá detenido mientras avanza la investigación sobre el crimen del agente Pérez Ríos, para establecer si participó o estuvo implicado en el asesinato.

Mientras, agentes de la División de Homicidios de San Juan evalúan vídeos de las cámaras de seguridad de la gasolinera donde Pérez Ríos fue atacado por tres pistoleros. El rastreo detallado de las imágenes digitales quizás permitiría conocer si el individuo arrestado participó en el crimen o quiénes son los gatilleros.

El comandante José Juan García, director del Negociado de Drogas y Control del Vicio, explicó que el individuo tenía una citación pendiente para ser acusado por venta de sustancias controladas y por la posesión de un radio tipo ‘scanner’ como los utilizados por la Policía. El hombre fue capturado en el residencial Alejandrino, en San Juan.

Trascendió que tiene récord delictivo previo por diversos cargos criminales, incluyendo sustancias controladas y que ya fue entrevistado por agentes del Negociado Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés). También fue entrevistado por agentes de Homicidios en San Juan. 

Fue llevado al Cuartel de la División Drogas San Juan, en Río Piedras, para que estuviera presente mientras se hacía la prueba de campo a las sustancias ocupadas cuando fue arrestado. Luego quedó detenido en el MDC.

Se estimó que podría ser procesado esta noche o en una fecha posterior por los cargos pendientes por drogas y otros delitos, pero no en relación al crimen del policía. 

El portavoz del Negociado Federal de Investigaciones (FBI), Carlos Osorio, confirmó que la agencia federal está asistiendo con esta pesquisa a la Policía de Puerto Rico. Sin embargo, dijo que “no podemos negar, ni confirmar” que estén investigando al sospechoso detenido en Alejandrino por el asesinato del agente Pérez Ríos.

El agente asesinado, oriundo de Arecibo, llevaba 13 años laborando en la Policía. 

El asesinato fue reportado a eso de las 4:15 de la madrugada en la gasolinera Shell, ubicada en la carretera PR-838, Camino Alejandrino, en Caimito.

Amenazado de muerte

El superintendente de la Policía, José Caldero López, indicó que la víctima fue acechada. Por separado los coroneles Antonio López y Orlando Meléndez confirmaron que el agente había recibido en días recientes una amenaza de muerte. 

Meléndez indicó que fue por la red social Facebook que recibió un mensaje amenazante. No obstante, se supo que también fue amenazado en un mensaje a su cuenta de Whatsapp. El contenido de esas amenazas aparece en el teléfono celular de la víctima.

"Lo avisó a los compañeros y les dijo que estuvieran tranquilos. Que él sabía quién era", comentó Meléndez.

Según pudieron captar en vídeos de las cámaras de seguridad del negocio, tres personas dispararon contra el agente, quien estaba vestido de civil. Un cuarto individuo manejó el vehículo en el que huyeron los sicarios.

"Vinieron aquí y lo velaron. Cuando salió, hay un individuo que le hace los primeros disparos", sostuvo de madrugada Caldero López, quien llegó a la escena del crimen poco después de las 5:00 a.m.

"Luego se acercan dos más y le hacen varios disparos (adicionales). Luego  van a donde cae el agente y lo rematan en el piso", agregó.

Pérez Ríos estaba adscrito hace tres años en el cuartel de Caimito, después de haber trabajado un tiempo en la División de Drogas y también en el área policiaca de Fajardo. Al presente se hospedaba junto a un compañero de labores cerca del cuartel de Caimito.

La víctima tenía hijos y una compañera residente en Barceloneta.

“Todo asesinato es difícil, pero cuando es un miembro de la Policía es más difícil porque nos toca más de cerca", dijo Caldero López consternado. Al lugar del crimen llegaron compañeros de Pérez Ríos quienes no pudieron contener el llanto al ver el cuerpo baleado del policía.

"Estamos expuestos a eso. Ese es el compromiso que tenemos con el pueblo de Puerto Rico. La Policía ofrece sus vidas por traerle paz y seguridad al pueblo", dijo Caldero López. 

En horas de la noche, una fuente vinculada a la pesquisa se pronunció confiada de que el crimen será esclarecido y no quedará impune.

Mariana Cobián colaboró en la redacción de esta historia.