Tras las rejas nuevamente Tiki esta vez por posesión de drogas
Una joven de 20 años fue acusada también por violación a la Ley de Sustancias Controladas.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 6 meses.
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Eliezer Rivera Otero, de 23 años, alias Tiki, presunto integrante de la pandilla de Los Viraos, quien se encontraba en libertad bajo fianza desde viernes pasado, cuando fue capturado ayer durante un allanamiento en el residencial Luis Muñoz Morales, de Cayey, fue encarcelado tras ser acusado por violación a la Ley de Sustancias Controladas.
Como parte de las iniciativas del Plan 100 x 35 los agentes de la División de Drogas y Narcóticos de Caguas diligenciaron una orden de allanamiento en el edificio 5 del mencionado complejo de vivienda pública donde arrestaron a Tiki junto a Naishaly Pérez Rivera, de 20 años y residente en Aguas Buenas, tras ocupar drogas.
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En el apartamento se ocupó una bolsa con 184 gramos de cocaína y 469 bolsitas de la misma droga, un envase con picadura de marihuana, siete pastillas de medicamentos controlados, parafernalia, un radio de comunicaciones y $1,083 en efectivo.
Este caso fue consultado con el fiscal Orlando Velázquez, el cual ordenó radicar por violaciones a los artículos 401, 404 y 412 de la Ley de Sustancias Controladas.
El juez Rafael Parés, del Tribunal de Caguas, determinó causa para arresto contra ambos. A Rivera Otero le señaló una fianza de $300,000, que no prestó, y a Pérez Rivera de $7.500, diferida por el Programa de Servicios con Antelación a Juicio.
El jueves de la semana pasada los agentes allanaron el apartamento de Tiki donde incautaron $1,800 en efectivo, más 430 unidades de cocaína y un octavo adicional sin procesar.
También se le diligenció una orden de arresto por posesión de vehículo hurtado mediante “carjacking” y violación a la Ley de Armas, con una fianza de $40,000, al día siguiente prestó la fianza.
Ese día, la Superintendencia Auxiliar de Operaciones Especiales (SAOE) explicó que su
su arresto fortalecería varias investigaciones de asesinatos ocurridos desde finales del año pasado en Caguas, Cayey y Cidra, incluyendo el crimen de la bebé Anelli Bonilla Burgos de cuatro meses de nacida, el 21 de mayo, en la barriada El Polvorín en Cayey.
Rivera Otero, vecino de Cidra, en este momento figura como persona de interés en la investigación del asesinato de la víctima inocente.
La teoría de los investigadores es que el pasajero del asiento frontal, Víctor M. Torres Martínez, de 26 años, quien viajaba en un automóvil Toyota Corolla, color vino y del 2006, manejado por el papá de la bebé, Yadiel O. Bonilla Meléndez, de 19 años, era a quien buscaban los gatilleros.
La nena, que recibió un impacto de bala en la cabeza y su progenitora estaban sentadas en la parte posterior.
Bonilla Meléndez y Torres Martínez resultaron heridos de bala en el incidente, que se habría iniciado cuando pasaron por la carretera PR-14 y comenzaron a ser baleados desde un vehículo en marcha.
El conductor continuó la marcha en dirección hacia el cuartel, pero el auto se detuvo antes, abatido por los impactos de bala.
Los padres de la infanta acudieron con la bebé desangrándose al cuartel, donde le brindaron los primeros auxilios y trasladaron al hospital Menonita donde la declararon muerta.
La madrugada del 5 de mayo, Torres Martínez resultó herido de bala en otro tiroteo frente a la discoteca W Social, también en Cayey. Este posee récord por violencia doméstica y violación a la Ley de Sustancias Controladas.
En la balacera fue asesinado el presunto sospechoso del asesinato de Lucas Aod Torres Vázquez conocido como Lucas el Pelotero, el 2 de marzo, en Cayey.