Tranquilos con la decisión y sin arrepentimientos así se encuentra el jurado que emitió el veredicto de culpabilidad en el caso contra Pablo Casellas por el asesinato de su esposa Carmen Paredes.

No obstante, una de las miembros del jurado confesó que durante el proceso temió por su vida y calificó como "arrogante y prepotente" a Harry Padilla, uno de los abogados de defensa.

"Sí, sí, sí", contestó la mujer cuando se le preguntó si sintió temor.

Sobre el abogado de la defensa, aceptó que no tuvo empatía con los miembros del jurado.

"El licenciado Harry Padilla es una persona bien prepotente. No sé cómo llegó hasta ahí. Es un prepotente, maleducado, malcriado y arrogante. Lo primero que le falta es la sensibilidad", puntualizó la mujer en entrevista radial con WKAQ.

A pesar de esto, sobre la determinación tomada aseguró que hicieron el trabajo según se les encomendó y que la prueba presentada en sala y la estipulada dejó muy claro que Casellas es el responsable por la muerte de Paredes. De eso dijo no tienen la menor duda.

"Nos sentimos tranquilos porque se hizo el trabajo según las instrucciones que el juez nos indicó. Nos sentimos tranquilos", aseguró la mujer que no fue identificada por razones de seguridad.

 Según la jurado, desde muy temprano en el proceso comenzaron a recibir información que apuntaba a la culpabilidad del acusado.

"Hubo detalles que desde el principio nos arrojaron luz", dijo agregando que la prueba estipulada contenía mucha información que sostenía al Ministerio Público.

Defendió la capacidad de los miembros del jurado y explicó que las largas horas de deliberación se debieron a que fueron muy rigurosos.

 "Ese grupo estaba capacitado para escuchar y analizar. Había que analizar cada caso y había que discutirlo. El trabajo fue bien riguroso y el grupo muy capacitado", comentó.

Sobre la duda que tuvo el jurado y que llevó a activar la sala, la mujer dijo que no podía revelar cuál fue.

 La mujer dijo que la exposición mediática no fue un factor como tampoco las reacciones en sala de las hijas del acusado, ni del propio Casellas.

 Eso sí, apuntó que el acusado siempre se mostró frío.

 "No había ninguna reacción. Él muy tranquilo, frío. Al igual que su papá. No se veía ninguna reacción de cuando uno no es culpable", sentenció la jurado al recordar que el "único que da la vida y la quita es Dios".

La mujer dijo que no le preocupa que haya una apelación del caso porque la prueba contra Casellas es sólida y va a sostener el veredicto.