“Cuando la violencia toca a nuestra niñez nos estremecemos como comunidad”, así se expresó el alcalde de Río Grande, Ángel “Bori” González Damudt, sobre el crimen de dos hermanitos en una balacera ocurrida en su pueblo que también dejó en saldo de cuatro heridos.

La trágica escena ocurrió a eso de las 10:45 p.m. de ayer, miércoles, frente a una residencia ubicada en la carretera PR-955 del sector Villa Realidad, cuando gatilleros desde un vehículo en marcha abrieron fuego indiscriminadamente y asesinaron a dos hermanitos de 8 y 13 años, que estaban en un carro e hirieron a su hermana de 12 años y a tres adultos.

Los menores y su progenitora son residentes de Canóvanas.

“Río Grande amaneció hoy con el dolor profundo de una tragedia que le cobró la vida a dos hermanitos y mantiene a otro de cuidado; así como otros ciudadanos que resultaron heridos, situación que nos golpea como comunidad, expresó el alcalde en Facebook.

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Agregó que ha brindado apoyo a las autoridades para asegurarse de que todos los recursos necesarios estén a su disposición para el esclarecimiento de “este terrible suceso”.

“Mi corazón está con las familias afectadas, quienes enfrentan un dolor que nadie debería vivir. Les reitero mi compromiso de dar seguimiento a este caso, hasta que la verdad salga a la luz y se le haga justicia a los nuestros”, se reafirmó.

A su vez, hizo un llamado a la ciudadanía a mantener la calma mientras los investigadores realizan su trabajo, para evitar que la desesperanza los divida.

“Río Grande es un pueblo unido y fuerte. En momentos como este, más que nunca, debemos demostrarlo. Mi compromiso sigue firme, y juntos saldremos adelante”.

Según datos preliminares de la Policía, los agentes hallaron a un hombre de 66 años y a una mujer de 51 años con heridas de bala en las piernas tras responder a una llamada al Sistema de Emergencias 9-1-1 que avisó sobre disparos en el lugar. Sus condiciones de salud fueron descritas como estable.

Mientras, que los cuerpos baleados de los menores, una niña de 13 años y un niño de 8, fueron localizados dentro de un carro marca Kia Forte color vino en la carretera PR-3 junto con una menor de 12 años herida de bala, cuya condición también fue descrita como estable.

Además, un hombre de 27 años llegó herido de bala al Centro de Diagnóstico y Tratamiento de Río Grande, en condición de cuidado.

De acuerdo con la investigación preliminar, la madre de los menores, Naovis Cepeda Salgado, de 32 años y vecina de Canóvanas, se encontraba de visita en la residencia de la madre de Luis Daniel Encarnación Colón de 28 años.

Esta dejó a a los niños en el automóvil.

Se indicó que mientras los adultos estaban compartiendo en la residencia, a eso de las 10:45 p.m, pasó un vehículo desde el cual abrieron fuego asesinando a los dos hermanitos e hiriendo a la niña de 12 años.

Tras la balacera la madre de los menores abordó el vehículo que era conducido por su pareja, Aneudy Castro Medina, de 28 años y al llegar a la carretera PR-3 frente a un centro comercial, perdió el control del volante y cayó en una zanja.

En ese momento se percataron que los dos niños estaban muertos y se presume que alguien llamó a las autoridades.

A la madre de los menores se le ocuparon dos armas de fuego para la cual poseía licencia de portación. Los análisis periciales determinarán si fueron disparadas.

Mientras que, a esa escena llegó el padre de los menores y acompañó en una ambulancia a la niña herida de bala.

Los investigadores manejan la teoría de que el objetivo de los sicarios era Encarnación Colón, quien estaba bajo el Programa de Supervisión Electrónica en la residencia de su progenitora ya que esta esperando por el inicio del juicio en su fondo por un caso de asesinato por el que se le acusó el 21 de septiembre de 2022. Mañana estaba citado a comparecer a una vista al tribunal.

Los hechos por lo que fue acusado ocurrieron el 2 de julio de ese año, en el barrio Carola, en Río Grande. La víctima fue identificada como Erick González Benítez, de 21 años.

Encarnación Colón resultó ileso, informó la inspectora Sharon Ruiz, subdirectora del negociado de Investigaciones Criminales.

En la residencia tiroteada se ocupó un rifle, que se desconoce a quién pertenece y sobre 100 casquillos de bala como evidencia.

En esta etapa no tienen un móvil establecido. Personal del Negociado de Inteligencia Criminal y otras divisiones trabajan en la descripción del vehículo y su paradero.

La agente Keila Cepeda, supervisada por las sargentos Isabel López y Yadivelisse Ayala, adscritas a la División de Homicidios del Cuerpo de Investigaciones Criminales (CIC) de Fajardo, asumieron las pesquisas junto al fiscal Eliezer Reyes.