Trabajadora social: "Nunca había visto en el tiempo que llevo trabajando a una menor en esas condiciones"
En la Sala 201 del Centro Judicial de Caguas, Claribel Sánchez describió lo que observó al ver por primera vez a la niña hospitalizada.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 10 años.
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Caguas.– La trabajadora social Claribel Sánchez testificó hoy, miércoles, que nunca había visto a una menor en el estado físico de la hija de cinco años de Bryan Castillo Batista y Valerie Negrón Luna, imputados de maltrato a menores después que se constató en un hospital la condición de desnutrición extrema de esa pequeña niña.
En la continuación de la vista preliminar contra la pareja, la empleada del Departamento de la Familia declaró que fue llamada del hospital HIMA San Pablo de Caguas el 6 de julio pasado para que evaluara el caso de una niña de cinco años.
En la Sala 201 del Centro Judicial de Caguas, que preside la jueza Alicia Velázquez Piñol, la trabajadora social describió lo que observó al ver por primera vez a la menor hospitalizada.
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“Ese momento fue bien impactante. Estamos hablando de un menor de cinco años que básicamente cuando tú la observabas se veía en huesitos, extremadamente delgada. No se veía fuerte, lucía débil. Tenía un hematoma en la frente, las uñas en las manos y pies se veían amarillentas. Al momento, ésta recibía oxígeno, (tenía) parchos en el área del pecho. Nunca había visto en el tiempo que llevo trabajando a una menor en esas condiciones”, dijo Sánchez, con 15 años de experiencia en el campo de trabajo social.
La testigo dijo que entrevistó en el hospital a Castillo Batista, padre de la menor, a eso de la 1:00 a.m. del 7 de julio. En esa entrevista, el hoy imputado dijo que la niña hospitalizada “no compartía mucho con sus hermanos, permanecía aislada”, estaba bajo peso, pero nunca la llevó a un especialista porque pensaban que “era normal” porque la menor desde su proceso de gestación recibió pocos nutrientes y oxígeno y el médico le dijo que sería flaquita.
Sánchez también declaró que Castillo Batista dijo que sus cuatro hijos no estaban vacunados por temor a efectos secundarios. El hombre de 31 años y su esposa, Negrón Luna, de 27, vecinos de Aguas Buenas, fueron imputados el pasado 10 de julio de cuatro cargos de maltrato a menores.
Las acusaciones se relacionan por el estado de desnutrición de la niña, que el padre llevó al hospital Hima San Pablo de Caguas el 6 de julio de 2014, cuando “la menor no despertaba de su sueño”, así como por otras situaciones relacionadas a sus tres hermanos, una gemela de la niña hospitalizada, otra de tres años y un niño de 10 meses.
Según Sánchez, a los menores se les disciplinaba al mantenerlos de pie por 10 minutos en un círculo en la sala y en algunos casos con nalgadas. Se indicó que casi no los llevaban al médico porque eran niños sanos. El padre consideraba que solamente hacía falta llevarlos al pediatra para tramitar las ayudas del gobierno bajo el programa federal WIC y no llevaba a la escuela a las niñas de cinco años porque él diseñó unos módulos educativos para darle clases en la casa. Sin embargo no buscó certificación del Departamento de Educación para desarrollar esa iniciativa con apoyo de contenido obtenido en internet.
La trabajadora social dijo que entrevistó en el hospital a la doctora Daisy Marrero, quien indicó que la menor estaba “súper desnutrida”, con hemoglobina de 8, azúcar en 30 y que solo pesaba 23 libras. “Debió llevarla antes a recibir atención médica”, indicó al referirse a la apreciación de la doctora.
Otras doctoras, ya cuando la niña estaba en el área de cuidado intensivo en el Hospital Pediátrico del Centro Médico en Río Piedras, dijeron que su estado era “raquitismo, desnutrición severa”, testificó Sánchez.
Luego de las entrevistas en el hospital, la trabajadora social explicó que fue a la residencia de la familia, a eso de las 3:00 a.m. de ese día, y vio que “los niños estaban bien activos, despiertos, con ropa normal, como de día”. Por eso testificó que el matrimonio alteró la dinámica de los menores para que estuvieran despiertos de noche y durmieran durante el día.
Explicó que en la casa entrevistó a Negrón Luna, madre de los cuatro niños, quien básicamente repitió las respuestas de Castillo Batista sobre vacunas, disciplina, horarios del sueño y asuntos médicos. Además, Negrón Luna le dijo que los niños dormían de día para coincidir con el horario de su esposo, que pernoctaba de día porque trabajaba de noche como guardia de seguridad. También dijo que otra de sus hijas necesitaban terapias ocupacionales y del habla, porque según ella tenía la condición de autismo, pero que no tenía el dinero para esos tratamientos.
Asimismo, la trabajadora social dijo que entró a la residencia con permiso verbal de la madre. Allí, declaró, que en el cuarto de los padres había tres cunas para los niños de 5, 3 y 10 meses, y en otro cuarto estaba la cuna de la niña que estaba en el hospital. En ese dormitorio había una tabla con pañales y toallas sucias, también en la cuna de la niña había un panal sucio. Además, divisó en el cuarto una bolsa de basura.
Sánchez declaró que vio que en la cocina había una nevera que no funcionaba, con agua en el piso y sucia en la parte posterior.
A preguntas de la fiscal Cristina Caraballo, Sánchez explicó el resultado de su investigación llevó al Departamento de la Familia a asumir la custodia de emergencia de los menores del matrimonio.
“Tenemos una menor que se nos informaba que estaba súper desnutrida, y tenemos menores sumamente vulnerables, que por su edad de desarrollo no están en capacidad de defenderse, que no puede ir solos al doctor, no pueden ir solos a la escuela, que deben ser matriculados, una menor en estado crítico, unos niños a los que le han invertido el sueño, no tiene vacunas al día”, documentó Sánchez.
Precisó que se trataba de “niños aislados en la sociedad y unos padres que no cuenta con capacidades protectoras, una niña recibe un golpe en la cabeza y los padres no toman la iniciativa de llevarla a tomar atención médica. Una niña que estaba bajando de peso de forma desproporcionada y no la llevan a recibir atención médica. Entonces son padres que demostraron que no toman la acción correspondiente cuando sus hijos lo necesitan”, agregó.
De otra parte, los abogados de defensa Ana González Cabrera y Luis F. Rivera Mendoza lograron objetar exitosamente varias partes del testimonio de Sánchez y piezas de evidencia como fotos en relación a la visita de la residencia.
“Esas fotos, como dice la doctrina, son fruto del árbol ponzoñoso, aquí no hubo ninguna orden judicial para admitir esas fotos”, expresó Rivera Mendoza.
“No hay forma al momento de que sean admitida en derecho”, subrayó González Cabrera.
Para la continuación de esta vista preliminar se separaron las fechas de 22, 23, 29 y 30 de abril.