Luego del impactante testimonio de Carlos Pacheco Santiago, quien esta mañana alegó haber visto cuando supuestamente el muralista Juan Luis Cornier Torres, remató con cuatro puñaladas en el cuello a Valerie Ann Almodóvar Ojeda, el testigo admitió que su acuerdo de colaboración con fiscalía está basado en que declare en contra del acusado.

Pacheco Santiago, alias Amarillo, es coacusado en este caso por el cargo de destrucción de evidencia al presuntamente ayudar al imputado a limpiar la escena del crimen, ocurrido el lunes, 17 de diciembre de 2018, y aún espera por la lectura de sentencia pautada para el próximo martes, 6 de julio.

Sentado en el banquillo de los testigos, el hombre quien lucía nervioso y cabizbajo certificó algunos cuestionamientos de la defensa que, lo confrontaba con sus propias declaraciones juradas.

Asimismo, admitió que era usuario de cocaína y heroína, aunque dijo que en ese momento no estaba bajo los efectos de la droga que había usado la noche anterior, y que tampoco las consumió al momento de prestar sus testimonios a la policía y al ministerio público.

“¿Cómo se siente usted ahora?”, preguntó el abogado Juan de Jesús Vélez al testigo quien contestó que hoy “me siento nervioso”.

“¿Mediante ese acuerdo usted se compromete a prestar testimonio contra Juan Luis Cornier en el caso de asesinato y Ley de Armas? ¿Si incumple el acuerdo podría cumplir cárcel? ¿A usted le conviene declarar contra el testigo?”, fueron algunas de las preguntas formuladas por la defensa, mientras el testigo validaba los planteamientos en medio de objeciones presentadas por el ministerio público.

Coacusada revela relación sentimental con el grafitero

Durante el juicio contra Cornier Torres, fiscalía llamó como testigo a la joven Loreinne Bonet Torres de 28 años, quien admitió que mantuvo una relación sentimental con el grafitero al que conoció por Internet el 26 de noviembre de 2018.

Bonet Torres también es coacusada en el caso y enfrenta dos acusaciones; una por destrucción de evidencia y otra por encubrimiento.

“Fue mi pareja. La primera vez que nos vimos fue el 27 de noviembre en una actividad de arte donde él participaba en un local de Ponce… fui invitada por él.  Ese 27 compartí con él hasta el 28 por la noche que fui a comer con él a un buffet”, relató la fémina la cual reside en la zona oeste de la Isla.

“El 29 de noviembre, (Manwe) me dijo que consiguió un pon para llegar a Mayagüez; dijo que la persona que le dio pon estaba estudiando en la (Escuela) Hotelera de Mayagüez. Mientras comíamos en un ‘food truck’, recibimos un mensaje a las 2:00 de la tarde de la persona que le estaba dando pon, después revisando en los textos vi que se llamaba Valerie Ann”, dijo la testigo al exponer la primera vez que se topó con el nombre de la occisa.

Relató que mientras traía a Cornier Torres de regreso a Ponce, el hombre recibió dos mensajes de texto en su celular ya que el suyo estaba sin batería.

Esos mensajes supuestamente eran de Valerie Ann.

“Los estaba leyendo él, yo no los estaba viendo, pero según él, vociferando, le estaban diciendo de un jacket que él había dejado, que esa persona era una bochinchosa y la actitud de él cambió. Se veía ansioso, buscando a ambos lados”, contó.

Así las cosas, Loreinne se mudó a casa de Manwe el 6 de diciembre luego de compartir con él ese fin de semana en Aguada, pues él la retó a que “viniera a vivir a Ponce para que viera lo que era su diario vivir”.

Fue entonces que la mujer empezó a trabajar con el artista en el restaurante Rincón Argentino en la Ciudad Señorial, donde él realizaba un mural.

“Luego de eso, la relación se fue distorsionando y él deja ver su verdadera personalidad”, acotó, cuando la defensa objetó que no se podía utilizar nada que conllevara analizar el carácter del acusado.

Otra de las expresiones de Bonet Torres fue cuando se refirió a “Amarillo” como el “mandadero de Manwe”, porque además de hojalatero, era quien hacía favores al acusado.

Recordó que Cornier Torres le informó el domingo, 16 de diciembre de 2018 que había recibido una correspondencia del tribunal y que tenía una cita para el lunes siguiente.

“En ese momento, él se sorprendió como de forma alegre y me pidió que enviara un mensaje de texto que dijera que ‘nos cayó del cielo”, argumentó a preguntas del fiscal Ildefonso Torres Rodríguez.

“¿Qué pasó el lunes,17 de diciembre de 2018?”, preguntó el fiscal.

“Me desperté a las 7:00 (a.m.), se hizo café, fuimos a fumar marihuana por la mañana. No había nadie en la casa cuando nos fuimos a trabajar al Rincón Argentino, pero él se fue del trabajo a las 8:00 de la mañana y me quedé sola trabajando. Dijo que iba a hacer unas diligencias”, señaló.

“Se fue y volvió al rato, con un vaso, me molesté con él y le dije que yo también sufría sed y me dejó cinco dólares para que me comprara algo de tomar. Habló con el dueño del restaurante y le pidió un dinero porque tenía que pagar unas pensiones. Se fue hacia el pueblo a hablar con la encargada de los trabajos de él, volvió y regresó”, subrayó al contar que Cornier se fue y regresó del lugar en unas tres ocasiones.

El juicio contra Cornier Torres continuará mañana miércoles en la sala 606 del Centro Judicial de Ponce, ante el juez Daniel R. López González.