Antes de morir, Georgina Ortiz Ortiz, expresó a su peluquero su deseo de iniciar una vida nueva y de divorciarse de su esposo, el exjuez del Tribunal Supremo, Carlos Irizarry Yunqué.

Hoy, en la continuación del juicio que se sigue contra Aida de los Santos Pineda por supuestamente asesinar a su jefa el 17 de junio de 2010, declaró Gabriel Parrilla Ortiz, quien fue el peluquero de la víctima durante los cuatros años previos a su muerte.

En su testimonio ante el jurado, el hombre declaró que en conversaciones que sostuvo con "Cuchi Cuchi", como le decía a Ortiz Ortiz para "suavizarla", la mujer le confío que existían diferencias con su esposo.

"¿Ella le dijo que se quería divorciar?", preguntó la abogada Lucille Borges Capó.

"Sí", contestó el testigo.

 También describió la relación entre la pareja como una "maternal".

Como parte de su testimonio ante la jueza Eloína Torres Cancel, del Tribunal de San Juan, Parrilla explicó que fue su amiga Johana quien le recomendó a de los Santos para que trabajara como empleada doméstica en el apartamento de la víctima, quien en ese momento buscaba a una "buena empleada".

No conocía a De los Santos, quien en ese momento usaba el nombre de Carmen Pichardo. La conoció posteriormente en el apartamento de Ortiz cuando visitó el lugar para arreglarle el pelo a su clienta.

Además, indicó que Irizarry Yunqué solía visitar la peluquería y que en ocasiones, Ortiz le pedía que tuviera cuidado al sentarse para evitar que se cayera al suelo.

"Tenía un problema de desbalance. Tomaba una pastilla", apuntó el peluquero.

En esa advertencia a su marido, según el testigo, Ortiz también comentaba que no quería pasar la noche en el hospital pudiendo evitarlo.

El peluquero señaló, a preguntas de la abogada, que Cuchi Cuchi nunca le indicó que sentía celos de la acusada.

El guardia de seguridad Oreste Navarro Soler, por su parte, entró en contradicciones para establecer la hora en que Irizarry Yunqué llegó al edificio el 17 de agosto de 2010.

Irizarry Yunqué descubrió el cuerpo sin vida al llegar al hogar esa tarde.

En su testimonio, a preguntas de la fiscal Elba Acevedo Pérez, Navarro Soler indicó que el hombre llegó como a las 5:00 p.m., pero no recordó una declaración que ofreció a un agente que lo entrevistó el 17 de agosto, en la que indicó que creía haber visto llegar al juez a las 3:00 p.m.

El guardia de seguridad también recordó a preguntas de la licenciada Borges Capó que el amigo y administrador del edificio, el Sr. Casero, intervino para recordarle que el juez llegó después que éste se había marchado a las 4:45 de la tarde.

El juicio sigue en la tarde con el contrainterrogatorio a Navarro Soler.

Durante la mañana la fiscal intentó establecer la presencia de la acusada en el apartamento 5B, donde apareció muerta Ortiz, mientras que la defensa trató de presentar a la víctima como una mujer fuerte en comparación a la aparente fragilidad que presenta la acusada, quien se encuentra en una silla de ruedas tras ser operada de la rodilla el pasado 19 de abril.

La defensa, además, continuó con su estrategia de enfilar los cañones hacia el exjuez y esposo de a víctima, quien nunca se ha presentado al centro judicial para seguir el caso de la mujer que supuestamente mató a su compañera de vida.