La Fiscalía federal reveló este martes que María Milagros “Tata” Charbonier Laureano llegó a aumentar a tal grado el salario de la que fue su “secretaria” en la Cámara de Representantes, Frances Acevedo Ceballos, que sólo este era superado por el entonces presidente cameral, Carlos “Johnny” Méndez.

Mientras, Anita Hill, abogada de defensa del esposo de la exlegisladora, Orlando Montes Rivera, reveló que la pareja estuvo en proceso de divorciarse durante la investigación y acusación en su contra, entre julio y agosto de 2020.

Los detalles salieron a relucir durante las argumentaciones iniciales que se emitieron durante el segundo día del juicio por corrupción púbica que se realiza contra Charbonier Laureano y Montes Rivera, ante la jueza federal Silvia Carreño Coll, en el Tribunal de Distrito federal en Hato Rey.

Relacionadas

La fiscal federal Kathryn E. Fifield expuso en la argumentación inicial que Acevedo Ceballos obtuvo aumentos salariales desde diciembre de 2016. No obstante, entre 2018 a mediados de 2020 recibió un salario mensual de $8,000.

“Sólo un representante electo ganaba más que Francés Acevedo, el presidente de la Cámara”, afirmó.

Previo a esta afirmación, indicó que Charbonier Laureano “cuadruplicó el salario de su secretaria y exigió la mayor parte de ese dinero en soborno”.

Alegó que el aumento de salario se dio para que le devolviera dinero a Charbonier Laureano y Montes Rivera, ya que el matrimonio estaba endeudado “por miles de dólares”, la exrepresentante no podía aumentarse su salario y esa controversia estaba afectando el matrimonio.

“Necesitaban un escape y Charbonier (Laureano) tenía la fórmula”, soltó la fiscal.

Además, dijo que “Acevedo (Ceballos) en el papel era una secretaria o administradora en su oficina, pero en realidad era su asistente personal. Su relación era más que profesional. Frances y la familia de la legisladora eran como familia”.

Tal familiaridad y una supuesta “lealtad” que había entre las partes fueron los que supuestamente dieron paso al esquema corrupto.

Otras de las revelaciones que hizo la fiscal fue que, tras la visita del Negociado Federal de Investigaciones (FBI, en inglés) a la residencia matrimonial en julio de 2020, “Charbonier destruyó evidencia y Orlando Montes Rivera trató de enterrarla”. En específico, aludió a que el hombre supuestamente enterró “una paca de dinero en efectivo entre los arbustos del patio” de la residencia de la entonces directora de la oficina legislativa de Charbonier Laureano y quien es testigo en el caso, Sheila Mangual Monzón.

Acevedo Ceballos se declaró culpable el pasado 7 de noviembre de “soborno relacionado con programas que reciben fondos federales”. No figuraría como testigo, aunque su nombre saldrá a relucir durante el juicio.

Mientras, Charbonier Laureano y Montes Rivera están acusados de cargos de conspiración, robo, soborno y comisiones ilegales en relación con programas que reciben fondos federales, fraude electrónico por servicios honestos, así como dos cargos de lavado de dinero. Contra la exrepresentante también pesa un cargo de obstrucción a la justicia por destruir datos en su teléfono celular.

Según alega la Fiscalía federal, Charbonier Laureano infló el salario de una de su exempleada, Frances Acevedo Ceballos, para que esta devolviera a la familia entre $1,000 a $1,500 bisemanales. Se alude que, bajo este esquema, la exlegisladora habría recibido unos $100,000 desde septiembre de 2017 hasta verano del 2020.

Por su parte, el abogado de defensa de Charbonier Laureano, Francisco Rebollo Casalduc, le pidió al jurado, durante la argumentación inicial, que siempre tuviesen en mente que su clienta se ha declarado inocente.

“Hasta el final de deliberación, cuando estén evaluando información que se está presentando contra una mujer inocente, tiene que poner el esfuerzo de mantener eso en mente, su inocencia”, puntualizó el abogado.

La abogada de Montes Rivera, Anita Hill, por su parte, dedicó su argumentación inicial a dejar claro que el matrimonio tenía cuentas bancarias separadas y que su cliente no tenía acceso a las que estaban bajo el nombre de Charbonier Laureano. Asimismo, describió a su cliente como “humilde y simple”.

Su revelación principal fue que en todo el proceso de investigación y acusación en el 2020 la pareja había tenido un diálogo sobre la posibilidad de divorciarse.

“Se discutió el divorcio a pesar de los hijos y los nietos”, dijo.

“Se estaba discutiendo y la evidencia mostrará eso. Un divorcio era el próximo paso en sus vidas”, añadió la abogada, mientras se observó cuando Montes Rivera batió su cabeza de arriba a bajo en aceptación. No obstante, esta describió a la pareja como marido y mujer.

Hill, entretanto, pidió al jurado que tratasen a Charbonier Laureano y a Montes Rivera como personas separadas en esta acusación.

“Recuerden que Montes no trabajó en la Cámara ni el caso trata de sobornos en el Fondo del Seguro del Estado, (lugar donde trabajaba Montes Rivera desde el 2017)”, concluyó Hill.