La vista preliminar contra el ex presidente cameral Edison Misla Aldarondo se suspendió para el 4 de octubre debido a que su defensa pidió tiempo adicional para poder visitar el Centro de Tratamiento Residencial de Humacao donde el ex legislador estuvo sumariado y en el que se le ocupó un celular.

El ex presidente cameral cumple varias sentencias por cargos relacionados con actos lascivos contra menores de 14 años y corrupción en la transacción de venta del Hospital Regional de Manatí.

En agosto del 2010 Misla Aldarondo fue trasladado al centro en Humacao, que es de custodia mínima, en un proceso con múltiples irregularidades, según demostró recientemente una investigación de Primera Hora.

Y hace apenas unas semanas, estando en ese centro, al ex líder político se le ocupó un celular en momentos en que supuestamente se encontraba dentro de su celda, lo que está tipificado como un delito de cuarto grado y que conlleva una pena de entre seis meses y tres años.

También se expone a multas administrativas y ya se le revocó el privilegio de custodia mínima.

Misla Aldarondo llegó hoy a la sala de la jueza María Soraida Trigo blindado con varios documentos que entregó a sus abogados de la Sociedad para la Asistencia Legal, Rafael Bermúdez y Carlos Rivera Lloréns. Su rostro lucía relajado. Al salir del tribunal incluso saludó a las cámaras de televisión en actitud relajada.

Bermúdez, abogado de defensa, dijo afuera de la sala que el celular no era de Misla Aldarondo.

“Nosotros tenemos que visitar el centro, ver dónde es que ocurren los hechos, cómo son esas facilidades, la visibilidad que hay, por dónde entró el guardia… para poder representarlo”, indicó el licenciado. “Lo que se va a dilucidar el día de la vista es si lo tenía (el celular) o no lo tenía”.

Agregó que el ex legislador “está tranquilo y confiado porque él sabe que no cometió ningún delito”.

Pero sus abogados podrían estar metiendo a Misla Aldarondo en un lío más grande porque también alegan que el centro no es una institución carcelaria, como asegura el Departamento de Corrección.

Si su defensa logra demostrar que no es una cárcel, se corroboraría otro aspecto en la pesquisa publicada por este diario en que todo apunta a que se le trasladó allí a pesar de que no cualificaba para ese privilegio porque un convicto como él por actos lascivos contra menores de 14 años están excluidos de ingresar a instituciones no carcelarias.

Por su parte, el fiscal Luis F. Navas afirmó que estaba preparado para ver la vista preliminar pero no pudo presentar objeción al pedido de defensa de prepararse mejor visitando el centro porque ese es el derecho que le asiste al confinado.

Aclaró además que no importa de quién era el celular porque lo que penaliza la ley es tenerlo y sostuvo que tiene la prueba correspondiente para encausarlo.

“El delito es posesión de un celular en una institución, es la mera posesión…y la prueba que tenemos nosotros es que él lo tenía en su posesión en ese momento”, declaró. “El delito no es posesión y uso, es meramente la posesión , aunque no lo usara”.