El superintendente de la Policía, José Figueroa Sancha, puso en duda hoy la versión de la dueña de la armería Mudafort de que los ladrones que los agentes no pudieron encontrar el miércoles lograron llevarse varias armas de fuego.

Según la Policía, la dueña alega que los supuestos ladrones pudieron haberse escondido en el conducto del aire acondicionado mientras las autoridades los buscaban minuciosamente la noche del miércoles y que una vez las autoridades se marcharon, los pillos agarraron las armas y escaparon por la puerta posterior.

“Yo no voy a entrar en discusión, yo discrepo totalmente de la teoría de la dueña, pero hasta tanto la investigación no termine, no creo que sea prudente hacer más comentarios”, sostuvo en entrevista radial (WKAQ).

“Es bien fácil siempre echarle la culpa a la Policía de Puerto Rico”, añadió.

El miércoles, los agentes policiacos realizaron una búsqueda minuciosa en el local pero se marcharon sin dar con los presuntos ladrones. Dos agentes permanecieron vigilando la entrada del local hasta las 6:00 de la mañana del jueves, pero cuando la dueña del negocio llegó supuestamente encontró que la bóveda estaba abierta y faltaba un número indeterminado de armas de fuego.

Figueroa Sancha responsabilizó a los propietarios de la armería por lo sucedido.
“Ese local se le entregó a la dueña (la noche del miércoles), es responsabilidad de ellos asegurar el local, es responsabilidad de ellos cambiar las cerraduras, ellos tienen una responsabilidad porque tienen un negocio donde venden armas de fuego”, manifestó.

Las autoridades alegan que la mañana del jueves no había cristales rotos ni puertas forzadas en el negocio.

El robo inició como a las 11:00 a.m. del miércoles cuando supuestamente tres sujetos irrumpieron en la armería.

Los agentes que se encontraban cerca notaron que había una situación irregular e intervinieron, provocando un intercambio de disparos con uno de los asaltantes que logró huir.

Posteriormente, varios empleados de la tienda que habían sido tomados como rehenes lograron escapar de los otros dos asaltantes que supuestamente permanecían en el interior.

Los policías rodearon el edificio en busca de que los maleantes se rindieran, pero ocho horas después, cuando finalmente entraron al edificio, los supuestos asaltantes se habían esfumado.

Como parte de la operación del miércoles, al lugar se movilizaron agentes de la Policía Municipal, la Policía Estatal, el Negociado Federal de Investigaciones (FBI), la unidad especializada SWAT, Operaciones Tácticas, la División de Explosivos Metro, francotiradores, Manejo de Emergencias, Bomberos, Ambulancias, una tanqueta militar blindada con un brazo mecánico en forma de martillo, un perro de la unidad canina y hasta un robot.