El juez Isander J. Rivera Morales del Tribunal de Caguas pautó hoy para el 17 de octubre una vista de procesabilidad al amparo de la Regla 240 para determinar si Ana María Castro Leduc, madre de una niña de 13 años con trastorno del espectro autista severo, tiene la capacidad mental para enfrentar el proceso judicial en su contra, confirmó la Oficina de Prensa de la Administración de Tribunales.

Castro Leduc fue acusada de un cargo de maltrato de menores por negligencia ya que su hija desde que tenía 10 años fue agredida sexualmente por su pareja Carlos A. Soto Rivera de 49 años, quien está acusado por agresión sexual y maltrato de menores tras embarazar a la menor y hacer una admisión de los hechos.

La activación de la Regla 240 que solicitó la defensa de Castro Leduc implica que se suspenden los términos para dar paso a la evaluación de un psiquiatra.

El perito debe evaluar a la mujer de 41 años y redactar un informe con sus recomendaciones al tribunal. Se indagará si entiende el proceso, si puede ayudar en su defensa ya que debe comunicarse con su abogado o abogada y entender quiénes son los operadores jurídicos como el juez, el fiscal, el delito por el que fue acusada y la pena a la que se expone.

De encontrarse no procesable, la persona pasa a obtener tratamiento psiquiátrico y evaluaciones de seguimiento en caso de que se certifique el diagnóstico permanentemente se archivan los cargos.

La abogada Laura Coss Guzmán basó su petición en el historial de salud mental que posee su clienta que se encuentra ingresada en el ala de psiquiatría del Centro Médico Correccional desde que fue acusada.

De otro lado, la vista preliminar contra el padrastro de la menor, de 49 años, fue pospuesta para el 13 de octubre, como lo solicitaron los abogados de la Sociedad para la Asistencia Legal (SAL), Luis Pérez Bonilla y Sylvia Sepúlveda, ya que tras el paso del huracán Fiona por la isla la falta de servicios de energía eléctrica les afectó el acceso a los expedientes, entre otros contratiempos. A partir de este momento los procesos se verán por separado.

El 23 de julio, la madre y el padrastro llevaron a la niña a un hospital en Caguas con un fuerte dolor abdominal. En ese momento, la pareja de la mujer acudió a un cuartel de la Policía, donde se alega que confesó que durante tres años había abusado sexualmente de su hijastra, en su hogar en Gurabo. Como resultado de ese patrón de agresión sexual quedó embarazada.

La menor dio a luz una niña a las 33 semanas de gestación. Nadie en su entorno, ni siquiera en la escuela a la que asistía bajo el programa de Educación Especial, se dio cuenta de su embarazo.