Sin determinar aun si fue un suicidio la muerte de una mujer en Cupey
Los investigadores se reunirán con el patólogo una vez concluya sus estudios.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 3 años.
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Los investigadores de la División de Homicidios de San Juan se encuentran en espera de los resultados de la autopsia y de otros estudios que lleva a cabo el Instituto de Ciencias Forenses (ICF) en el caso de la muerte de María Paola Hernández Agosto de 33 años, quien se alega que se disparó en la cabeza durante una discusión con su esposo.
Hasta tanto el caso está clasificado como una muerte sin causa determinada. Los hechos ocurrieron el viernes a las 9:30 p.m. en su hogar en la urbanización Colinas de Cupey cuando las autoridades fueron alertadas sobre un supuesto suicidio.
El cadáver de la víctima que era madre de dos hijas, fue localizado al lado de la cama en la habitación matrimonial donde se ocupó una pistola marca Glock calibre 9 milímetros la cual es propiedad de su pareja, quien posee Licencia de Portación de Armas de Fuego. Al esposo de la occisa se le ocuparon otras armas de fuego registradas.
“Nosotros como División de Homicidios y el compromiso de la Policía de Puerto Rico es siempre buscar la verdad y el hecho de que haya un alegado de que esto fue un suicidio nosotros no vamos a cerrar el caso de tal manera”, indicó el teniente José Bonilla, quien dirige la División de Homicidios de San Juan y está a cargo interinamente del Cuerpo de Investigación Criminal.
Los agentes continúan con las entrevistas a familiares y allegados en busca de información adicional sobre la pareja, mientras esperan por reunirse con un patólogo del ICF, tan pronto concluya la autopsia e investigación, para poder corroborar o descartar las versiones ofrecidas sobre los sucesos, como la trayectoria de la bala y la posición en la que se encontraba Hernández Agosto, entre otros detalles.
Al proceso no han encontrado querellas por violencia doméstica u otro incidente, registradas en su sistema entre la pareja.
“Nosotros vamos a corroborar todo, obviamente nos vamos a entrevistar con el patólogo del Instituto de Ciencias Forenses porque este es quien nos va a corroborar en efecto de que las alegaciones que nos da este caballero sean cónsonas con lo que nos habla el cuerpo”, sentenció Bonilla.
Además, se realizan análisis toxicológicos y se revisan sus expedientes médicos para conocer si atravesaba por algún episodio de depresión, como es de rigor en estos casos.
El teniente aclaró que a pesar de que informes preliminares indicaban que la fallecida presentaba dos orificios de bala en la cabeza, será el patólogo quien corrobore o descarte si se trata de un solo disparo de entrada y salida.
En la escena todo estaba en orden y no encontraron indicios de que hubiese ocurrido un forcejeo.
“Todo eso nos corresponde hacer para tener una investigación bien hecha. Estamos hablando de una vida y también estamos hablando de la libertad de una persona. Que ya porque unas personas pongan unos alegatos sería irresponsable nosotros ensañarnos, pero también es nuestra responsabilidad descartar”, aclaró el teniente, al referirse a comentarios de varias de sus amistades en redes sociales porque la joven no mostró nunca instintos suicidas.
Caso en Loíza
De otro lado, todavía las autoridades no han establecido si se trató de un suicidio la muerte de Melissa Belén Falú Allende, de 42 años, cuyo cadáver con un impacto de bala en el lado derecho de la cabeza fue localizado en su habitación de su hogar en el barrio Torrecilla Baja, en Loíza.
Los investigadores tienen que reunirse nuevamente con el patólogo para discutir pormenores del caso, aseguró el capitán Edwin Padilla, director del Cuerpo de Investigación Criminal (CIC) de Carolina.
Fue su expareja, Miguel A. Rodríguez Nieves, quien alertó a las autoridades sobre su muerte, a eso de las 10:00 a.m. alegando que se había privado de la vida.
Rodríguez Nieves había sido acusado en ausencia el 17 de marzo por un cargo de apropiación ilegal de un cheque del Programa de Asistencia por Desempleo Pandémico (PUA, en inglés) y violación al artículo 3.3. (maltrato mediante amenaza) de la Ley 54 para la Prevención e Intervención con la Violencia Doméstica y se le expidió una orden de arresto con una fianza de $50,000.
En esa ocasión se había expedido una orden de protección.
Sin embargo, Al día siguiente de la radicación de cargos en ausencia contra el individuo la mujer llamó para indicar que no tenía interés en proseguir con el caso ya que supuestamente estaban en proceso de reconciliación. El hombre fue encarcelado tras diligenciarle la orden de arresto por violencia doméstica mientras concluye la pesquisa.
Un revólver fue ocupado al lado del cadáver el cual será en el laboratorio de criminalística de ICF.