La secretaria designada del Departamento de Justicia, Janet Parra Mercado, expresó hoy que no se expresará sobre la posible radicación de cargos por violencia doméstica contra el padre de los hermanitos de 8 y 13 años asesinados el miércoles pasado, en el interior del vehículo de su progenitora estacionado frente a una residencia en la carretera PR-955 de la comunidad Villa Realidad, en Río Grande.

Su reacción por escrito, surge por expresiones del licenciado Nolan Portalatín, a varios medios de comunicación sobre una citación de Harry Forty Santos este jueves, con relación a un incidente ocurrido la noche de los sucesos en la escena de un accidente mientras la progenitora y su novio, acusado ayer por violación a la Ley de Armas, los transportaban al hospital.

“El Departamento de Justicia responde al principio básico de la búsqueda de la verdad en aras de la justicia. Cuando la Fiscalía culmine su investigación en el caso de Río Grande tomará la determinación que en derecho proceda, bien sea radicar cargos o no. No discutiremos la prueba ni argumentaremos con el abogado en la prensa. Los casos se litigan en el tribunal”.

“Por el momento, no divulgaremos información adicional para no afectar el proceso investigativo. Una vez culmine la investigación, el Departamento de Justicia informará el resultado con la transparencia y responsabilidad que nos caracteriza”, finalizó Parra Mercado.

Los cuerpos baleados de los menores, una niña de 13 años y un niño de 8, fueron localizados dentro de un carro.

La niña de 12 años, sobreviviente a la balacera continúa hospitalizada y bajo la custodia del Departamento de la Familia.

De acuerdo con la investigación preliminar, la madre de los menores, Naovis Cepeda Salgado, de 32 años y vecina de Canóvanas, fue a la residencia de la madre de Luis Daniel Encarnación Colón, de 28 años, quien es amigo de su novio, quien se encontraba en el lugar para llevar una comida.

Esta dejó a los niños en el automóvil.

Cuando a eso de las 10:45 p.m, pasó un vehículo desde el cual abrieron fuego varios sicarios, asesinando a los dos hermanitos e hiriendo a la niña de 12 años.

Tras la balacera, la madre de los niños abordó el vehículo que era conducido por su pareja, Aneudy Castro Medina, de 28 años y al llegar a la carretera PR-3 frente a un centro comercial, perdió el control del volante y cayó en una zanja.

En ese momento se percataron que los dos niños estaban muertos y se presume que alguien llamó a las autoridades.

El padre de los menores y otros familiares llegaron a esa escena donde se alega surgió un altercado. Este se fue en la ambulancia para acompañar a la niña herida.

Las autoridades no han revelado contra quíén iba dirigido el ataque.