Kemuel Casillas Feliciano, quien era líder recreativo de la urbanización Santa Teresita en Bayamón, fue sentenciado a siete años de prisión a nivel federal por posesión de drogas con intención de distribuir y poseer un arma de fuego ilegal.

Familiares salieron de sala llorosos y diciendo que lo amaban, mientras alguaciles federales lo esposaban en sala, dado a que estaba libre bajo fianza hasta ser sentenciado por el juez federal José A. Fusté.

El juez se mostró preocupado y pensativo previo a emitir la pena, dado a que el hoy convicto no tiene historial criminal y tiene tres hijos, además de que embarazó a su compañera luego de ser arrestado el 28 de enero pasado, por lo que está en espera de un cuarto hijo.

"Realmente duele ver que usted hizo estas cosas, teniendo dos hijos con impedimento del habla que lo necesitan, otro con condiciones cardiacas y ahora con la responsabilidad de otro hijo que nacerá pronto", lamentó Fusté.

El juez acogió la pena recomendada en el acuerdo de culpabilidad al que llegó el abogado Edgar Vega Pabón y la fiscal Daynelle Álvarez Lora, y lo sentenció a dos años por el cargo de poseer con intención de distribuir entre 300 y 400 gramos de cocaína, y cinco años por posesión de una pistola Glock calibre 40 con 19 municiones, a cumplirse consecutivamente. Cuando termine la pena de cárcel, deberá cumplir tres años de libertad supervisada.

"Estoy pensando en sus hijos, en ellos es que estoy pensando", le aclaró el juez al sentenciarlo a las penas mínimas por cada cargo, dado a que por el cargo de drogas, podía cumplir hasta 20 años de cárcel, y por el arma ilegal, hasta cadena perpetua.

Previo a la sentencia, el exdirector de la liga Santa Teresita Basketball League agradeció a Dios "porque los procesos que uno pasa en la vida te hacen más fuerte" y pidió disculpas a su familia, cuando fue interrumpido por Fusté.

"¿Por qué una persona como usted, que se dedicaba a actividades deportivas y con tres hijos, puede acabar con drogas y armas como usted hizo?", cuestionó el juez, a lo que el convicto contestó: "No sé".

"Tiene que haber una explicación. ¿Por qué haría algo así?", insistió Fusté.

"Creyendo en que mis hijos tenían muchas necesidades y la única necesidad que tienen es a uno como padre. Los tres tienen problemas, uno del corazón y dos del habla", respondió el convicto, de 31 años.

"¿Usted entiende que los problemas no se resuelven con narcóticos ilegales o armas? Esto no es un chiste. Esa arma no viene con un magacín extendido como el que tenía. Dele gracias a Dios que no se probó que se usó, porque sino, no estaría aquí por estos cargos sino otros más serios. ¿Está consciente de eso?", le dijo el juez.

"Sí, me doy cuenta de eso... Reconozco el gran error que cometí y estoy sumamente arrepentido", indicó Casillas Feliciano.

El 28 de enero pasado, agentes de la División de Inteligencia Criminal de Bayamón realizó un allanamiento en la residencia de Casillas Feliciano en la urbanización Santa Teresita y ocupó un kilo de cocaína, $4,838 en efectivo, 226 municiones calibre .40 y dos armas de fuego, una de ellas con licencia de posesión.

Lo detuvieron junto con una mujer de 30 años que lo acompañaba, pero no se le radicaron cargos.

El 28 de abril pasado, Casillas Feliciano hizo alegación de culpabilidad por dos cargos en su contra.

Solicitó entregarse voluntariamente en dos semanas, pero el juez lo denegó, por lo que alguaciles federales lo transportarían hoy mismo al Centro de Detención Metropolitano (MDC, por sus siglas en inglés), en Guaynabo.

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