Suena tu teléfono y la llamada proviene de un número que desconoces. Respondes y del otro lado te dicen: “Tenemos a tu familiar secuestrado. Si no haces lo que te digo, lo mataremos”.

¿Qué haces en ese momento?

El teniente José Ayala Resto, a cargo de las querellas de secuestros en los que se solicita dinero a cambio de la liberación de una persona y también presidente del panel Alertas en Puerto Rico, ofrece algunas sugerencias.

En entrevista con Primera Hora, el también director de la División de Investigaciones de Robo y Fraude a Instituciones Bancarias, Financieras y Cooperativas, explicó que se debe mantener la calma y acudir al cuartel más cercano.

Entre otros consejos, indicó:

• No se ponga a negociar con el secuestrador.
• “Si recibe una llamada de una persona desconocida, enganche, porque en un 98.9% se trata de una extorsión, que es la modalidad que se está utilizando ahora y se está viendo mucho”.
• Dígale a un conocido o familiar que llame a la persona, presuntamente, secuestrada.
• Cuando se reciba una llamada pidiendo dinero, debe “seguirle la corriente a la persona y no llevarle la contraria; en todo momento acceder a todas las peticiones y tenerlo de buenas”, para no cerrar el diálogo o la negociación.
• Si sospecha de que se trata, en realidad, de un secuestro, no acuda a las redes sociales hasta radicar una querella, porque se va a encontrar con gente que quiere ayudar y con otras que se aprovechan de su dolor para llamar a los teléfonos celulares para engañarlos.
• Si va a hacer una publicación, use los teléfonos de la Policía y no sus números personales.
• “No hay tiempo de espera (para hacer una querella). Es importante aclararle a la ciudadanía que, en un caso de secuestro, en un caso de persona desaparecida, eso ya cambió desde el 2021″.
• Es necesario que lleve una foto reciente de la persona, con sus datos personales y estar listo para compartir todos los detalles que conozca sobre lo sucedido con la Policía.

Casos notorios este año

• 30 de enero: A las 7:40 p.m., Anthony Torres Pietri, de 22 años, fue secuestrado mientras cerraba la panadería donde laboraba en la calle S. Rodríguez en Guánica. Lo obligaron a abordar un vehículo negro y transcurridas 12 horas, su cadáver baleado y con una soga atada al cuello fue hallado en el kilómetro 6.2 de la carretera PR-324 del barrio Llanos Fortuna, en Lajas. La pesquisa reveló que pertenecía a una organización criminal que opera entre Guayanilla y Yauco, y se encontraba en libertad bajo probatoria por un caso de posesión de sustancias controladas.

• 9 de febrero: A la1:41 a.m., en la calle B Principal frente al edificio 21 del residencial Andrés Méndez Liciaga, en San Sebastián, fue secuestrado Briant D. Pérez Mercado, de 17 años, tras abordar un Toyota Corolla, color vino, con tintes oscuros en los cristales. El Negociado Federal de Investigaciones (FBI, en inglés) brinda apoyo.
• 1 de marzo: Un hombre fue arrestado por una alegada agresión sexual contra una adolescente de 14 años en hechos ocurridos el 27 de febrero, en Guaynabo. La menor salía de la escuela mientras hablaba por video llamada con su hermana cuando la montó por la fuerza en una guagua Dodge Durango negra. Luego la abandonó en un hospital de Trujillo Alto. El FBI investigó el caso.
• 14 de marzo: Se activó la Alerta Rosa, para localizar en las inmediaciones de la playa Guayanés en Yabucoa a una joven que estaba -en contra de su voluntad- con su novio de quien intentaba separarse y éste no lo aceptaba. La alerta se activó a las 6:34 a.m. y ya para las 7:50 a.m., la joven llamó a su padre para que la recogiera en el mismo lugar donde la secuestraron. El sospechoso fue arrestado y acusado.

• 21 de marzo: Durante un allanamiento en el sector Jericó del barrio Zarzal, en Río Grande, inesperadamente, agentes del Negociado de Inteligencia y arrestos, escucharon ruidos en un rancho aledaño y encontraron con vida a un joven de 22 años que fue secuestrado en Naguabo y que lo tenían atado y amordazado.
• 30 de marzo: Una mujer de 32 años logró escapar tras ser secuestrada por dos hombres que la obligaron a abordar un automóvil, la agredieron, cometieron actos lascivos y le robaron la cartera en la carretera PR-187 en dirección de Loíza a Río Grande, donde logró escapar.