Sentencian a 33 meses de prisión a los acusados por crimen de mujer transgénero en Toa Baja
También cumplirán tres años bajo libertad supervisada.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 1 año.
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Un juez federal condenó hoy a 33 meses de prisión a Jordany Rafael Laboy García y Christian Yamaurie Rivera Otero, los dos hombres acusados por crímenes de odio, en relación al asesinato de la mujer transgénero Alexa Negrón Luciano, asesinada el 24 de febrero del 2020 en Toa Baja, informó la Fiscalía Federal en un comunicado.
Laboy García y Rivera Otero también deberán cumplir tres años de libertad supervisada. Contra estos pesaban cargos por conspiración para cometer un crimen de odio y obstrucción a la justicia, derivados de una agresión con un arma peligrosa.
Las sentencias se producen luego que ambos llegaran a un acuerdo con la fiscalía en el que Laboy García se declaró culpable de conspirar para cometer un delito de odio y admitió que disparó bolas de pintura Alexa, porque era, y se percibía que era, transexual. Rivera Otero se declaró culpable de obstrucción a la justicia y admitió haber ordenado a su coacusado que borrara las grabaciones de vídeo de la agresión y el acoso a Alexa, motivados por prejuicios.
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“Los acusados han tenido que rendir cuentas por agredir a una mujer transexual por su identidad de género y luego tratar de obstruir una investigación sobre esa agresión”, dijo la Fiscal General Adjunta Kristen Clarke, de la División de Derechos Civiles del Departamento de Justicia. “Nadie debe vivir con miedo a la violencia alimentada por el odio por ser quien es. El Departamento de Justicia se ha comprometido a investigar y procesar a las personas que atentan contra las personas LGBTQI+ con actos de violencia o que intentan obstruir las investigaciones sobre estos delitos atroces. Esperamos que este enjuiciamiento deje claro a las víctimas y supervivientes LGBTQI+ que les vemos, y les oímos, y que les defenderemos cuando sean objetivo de la violencia alimentada por el odio.”
“El ataque de los acusados puso en peligro y aterrorizó a su víctima, y tales acciones no tienen cabida en nuestra comunidad”, añadió el fiscal federal para el distrito de Puerto Rico, William Stephen Muldrow. “La violencia motivada por prejuicios no sólo es contraria a nuestros valores, sino que viola las leyes federales de derechos civiles. Reconocemos las amenazas y los actos de violencia muy reales a los que se enfrenta la comunidad LGBTQI+ y estamos decididos a utilizar todas las herramientas disponibles para preservar la vida, la seguridad y la dignidad de esta comunidad”. La Fiscalía seguirá buscando justicia para todas las víctimas de delitos motivados por el odio y perseguirá enérgicamente a todo aquel que cometa actos ilícitos de violencia motivada por el odio.”
“Todo ser humano debe ser tratado con respeto y dignidad”, dijo el Agente Especial a Cargo Joseph González de la Oficina de Campo de San Juan del FBI. “No hay ofensas menores cuando se trata de crímenes de odio. Nosotros en el FBI reiteramos nuestra posición de cero tolerancia al odio y le pedimos a cualquiera que haya sido víctima o testigo de un crimen de odio, que lo denuncie ya sea llamando a su oficina de campo local del FBI o dejando una pista en línea a través de tips.fbi.gov.”
Según documentos judiciales, el 24 de febrero del 2020, alrededor de las 12:29 a.m. “Laboy García y Rivera Otero, junto a Antonio Steven Lobos Ruiz (quien se declaró culpable de los hechos mediante un acuerdo de colaboración con la fiscalía), viajaban juntos en un vehículo cuando vieron a Alexa de pie debajo de una tienda de campaña, cerca del lado de la carretera. Los acusados reconocieron a Alexa por publicaciones en redes sociales sobre un incidente ocurrido el día anterior en un restaurante de comidas rápidas de Toa Baja, durante el que la mujer transgenero utilizó el baño de mujeres del mencionado establecimiento.
Lobos Ruiz utilizó su teléfono para grabar un vídeo en el que aparecía gritando “la loca, la loca”, así como otros comentarios despectivos y amenazantes contra Alexa. Los acusados decidieron entonces conseguir una pistola de paintball para dispararle a Alexa y grabar otro vídeo.
Al cabo de 30 minutos, recuperaron una pistola de paintball y regresaron al lugar donde habían visto por última vez a Alexa, que seguía en ese lugar. Lobos Ruiz grabó a Laboy García disparándole a la víctima varias veces con la pistola de paintball. Una vez finalizado el asalto, Lobos Ruiz compartió las grabaciones de vídeo con otras personas.
Varias horas después, Rivera Otero y Lobos Ruiz intercambiaron mensajes de texto en los que se decían mutuamente que borraran las pruebas de su acoso y asalto a Alexa, con el fin de ocultar su implicación. Tras este intercambio de mensajes, Lobos Ruiz borró los vídeos.
La Oficina de Campo de San Juan del FBI investigó el caso.
El fiscal federal adjunto del distrito de Puerto Rico, José A. Contreras, y la fiscal Laura Gilson, de la Sección Penal de la División de Derechos Civiles, tuvieron a su cargo el procesamiento de los acusados.