Secuestrador de mujer en Manatí se arrodilla ante jueza y pide a gritos que le celebren juicio
La defensa del hombre que secuestró a una mujer en la tienda La Gran Vía en Manatí alega que el acusado padece de sus facultades mentales.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 15 años.
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Hoy y como siempre que se presenta ante el tribunal, Roberto Figueroa Peña exhibió un comportamiento errático, destemplado y, de rodillas y a gritos, le suplicó a la jueza Marta María Rosario, del Centro Judicial de Arecibo, que le permitiera hablarle.
A pesar de este consistente comportamiento, la psiquiatra del Estado, Yamilka Rolón García, entendió en febrero de este año que Figueroa Peña puede entender el proceso judicial al que es sometido.
Desde entonces, en las ocasiones que el acusado se dirige a viva voz al Tribunal- a pesar de las objeciones de sus abogados y de los mismos jueces que han atendido las vistas- ha hecho expresiones que pudiesen ser incluso incriminatorias.
Se supone que hoy comenzara su juicio por imputaciones de intentar asesinar con un cuchillo a una joven empleada de la tienda La Gran Vía, en Manatí, a quien le restringió la libertad e intento cometer agresión sexual.
Sin embargo, el juicio fue suspendido a petición de la abogada Athelin Jiménez Emanuelli, de la Sociedad para la Asistencia Legal (SAL), quien se propone presentar una defensa de insanidad mental tan pronto reciba por escrito el informe que su perito en psiquiatría ya le adelantó sobre la salud mental de su cliente.
El juicio fue señalado para el 29 de septiembre. Desde que entró a sala Figueroa Peña pidió a la Jueza que le dejara hablar.
“¿Puedo decir algo? ¿Puedo hablar contigo por favor, por favor, por favor?”, le preguntó el acusado a Rosario. “Después que usted me escuche me voy”, agregó para poco después arrodillarse en plena sala del Tribunal.
La Jueza le advirtió que debía dirigirse al Tribunal a través de su abogada pero el acusado le contestó que su abogada “quiere mandarme a psiquiatría forense” pero “la psiquiatra me dio procesable”.
“Ella (Jiménez Emmanuelli) quiere jode....”, comentó el acusado, quien insiste en su buena salud mental, contrario a lo que plantea su defensora.
La abogada explicó a Primera Hora que tiene que levantar una defensa de insanidad mental porque su cliente durante toda su vida ha requerido cuidado psiquiátrico según se desprende de sus expedientes médicos.
“Además este señor está bajo una medida de seguridad, de supervisión, desde que se estableció su insanidad mental en el caso del 2004”, dijo la abogada de la SAL, quien adelantó que su perito también establece que el acusado está afectado mentalmente.
En el 2004, el Tribunal determinó que a Figueroa Peña no se le podía imputar delito cuando en esa ocasión le restringió la libertad a una empleada en Fortaleza.