“Si hoy tuviera la evidencia de frente, como la tuve en aquel momento, actuaría igual”.

Así de convencido está el secretario del Departamento de Seguridad Pública (DSP), Alexis Torres, de que cumplió con su misión al llevar a cabo una investigación, junto a la Organización International de Policía Criminal (Interpol), para localizar a Rolando “Rolandito” Salas Jusino, desaparecido el 7 de julio de 1999 cuando tenía cuatro años, a pesar de que los resultados de ADN realizados a una persona que se creía era el infante buscado, no fueron positivos.

Mientras, insistió en que en ningún momento el Negociado Federal de Investigaciones (FBI, en inglés) le notificó que la confidencia, que ubicaba a esa persona viviendo en Estados Unidos, estaba descartada desde finales del año pasado.

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Su reacción surge luego que el director del Negociado Federal de Investigaciones (FBI, en inglés), Joseph González, aseveró ayer que las autoridades ya conocían que el joven que un confidente señalaba como Rolandito, no era él y que así se lo comunicaron al Interpol y al Negociado de la Policía de Puerto Rico.

“Nosotros validamos toda la información y para nosotros no era esa persona... compartimos esa información con Interpol y la Policía de Puerto Rico”, expresó González, en entrevista con Noticentro, donde explicó que en diciembre de 2023 recibieron la información y meses después notificaron a las dos agencias sus hallazgos.

El secretario del Departamento de Seguridad Pública, Alexis Torres.
El secretario del Departamento de Seguridad Pública, Alexis Torres. (Xavier J. Araújo Berríos)

“Cada director de agencia maneja las investigaciones diferentes y yo jamás en la vida voy a dudar de las capacidades de Joseph González, porque nosotros trabajamos en la calle cuando éramos agentes y conozco las capacidades de él. No solo eso, vamos a hablar claro, fue quien se encargó de (desarticular) la organización de Ángelo Millones. Eso tiene que decir algo. Ahora, yo no soy quién para criticar o hablar cómo él o ellos toman esa determinación”, comentó Torres.

Tras hacer hincapié en sus 33 años de servicio y de haber participado en un sinnúmero de investigaciones domésticas e internacionales, Torres está convencido de que realizaron su labor a cabalidad, ya que la evidencia que analizó apuntaba a que podía ser Rolandito.

“Más allá del aspecto físico, (es) la serie de datos, donde nosotros estamos viendo una persona con identificaciones falsas, toda la documentación de la familia, donde el mismo joven, cuando se entrevista, nos informa que él desea conocer quién es él. Yo lo que quiero decir es que la investigación logró identificar a un joven que está con unos documentos falsos (sin identidad)”, detalló Torres.

Según trascendió, el joven fue adoptado en Puerto Rico, viajó a la República Dominicana, a Nueva York y luego a Boston.

En cuanto a su vinculación con Rolandito, el enlace fue una agente estatal de la División de Fuerzas Conjuntas, asignado al Negociado Federal de Investigaciones (FBI, en inglés) que en diciembre les presentó los datos y la evidencia que poseía un confidente de que conocía a una persona que tenía un gran parecido con el niño desaparecido, según se indicó.

Posteriormente, le solicitó a la Interpol una reunión en el DSP, la cual se llevó a cabo el 7 de mayo, para hablar sobre nueva información relacionada con la pesquisa.

Más adelante, el 17 de mayo, se llevó a cabo una reunión en el FBI en la que se reveló parte de los hallazgos de la investigación que tenía la agencia federal y la información que poseía la Interpol.

“En ningún momento el director, Joseph González, se comunicó conmigo para explicarme que en diciembre del 2023 ellos ya habían identificado que no era Rolandito”, aseveró Torres.

Agregó que, a pesar de reuniones que se llevaron a cabo en dos fechas posteriores, cinco meses después, esa información no trascendió. No obstante, notaron que la prueba de ADN, que es fundamental para confirmar o descartar su identidad, no se había realizado y lo corroboraron con el agente del caso en el Centro Nacional de Niños Desaparecidos y Explotados que tienen su base en Arlington, Virginia.

Torres notó que, como deficiencias en la pesquisa, tampoco se había entrevistado al confidente, que comenzó a llamar a varios medios de comunicación para denunciar que ninguna agencia de ley y orden había comenzado a investigar la evidencia que obtuvo.

Explicó que la decisión de hablar públicamente de la investigación en curso fue “como método preventivo”.

“Primero, porque ese joven había dejado su trabajo, lo cual nos dificultaba poder ubicarlo y, segundo, la información que estaba fluyendo era, prácticamente, la misma que teníamos (y) no queríamos que se difundiera antes de nosotros poder llegar a la persona”, narró Torres.

Tras las expresiones de González, se reveló que, presuntamente, para el FBI el caso estaba esclarecido en un 75%.

“Yo como secretario de Seguridad Pública me debo al pueblo de Puerto Rico, el 100% de las investigaciones tienen que estar completas y más allá de eso, si me pongo en los zapatos del padre, si yo tuviera un hijo perdido, yo no quiero que ningún agente de ley y orden me diga a mí que solo un 75% está esclarecido, yo quiero el 100%”, sentenció Torres.

Por otro lado, rechazó que hubiese creado falsas expectativas a sus padres y a todos los puertorriqueños sobre la posibilidad de encontrar a Rolandito.

Al preguntarle a Torres quién tiene a cargo el caso, respondió que el FBI, Interpol, NPPR y las autoridades en Boston, Massachusetts, ya que descubrieron que, aunque no era Rolandito, el joven contactado no se ha podido identificar completamente.

“Independientemente, que no sea Rolandito, sí hay un acto de ilegalidad de documentos falsos que alguien estaba en posesión, que lleva una identidad que no es”, agregó el secretario, al hablar de que colaboraron con esa pesquisa, tramitando documentos y pruebas de ADN del Instituto de Ciencias Forenses (ICF).

La investigación no está cerrada y emplearán todos los recursos disponibles para dar con su paradero, finalizó.

“El FBI no me ha contactado”

Por su parte, Rolando Salas Cardona, padre del desaparecido, se reafirmó en que el FBI en ningún momento se ha comunicado con él.

“Según mi experiencia, la Interpol y DSP trabajaron de la mano conmigo. El FBI no me ha contactado ni me ha dicho nada, no hicieron pruebas de ADN para descartar a ese joven. Entonces, ¿en quién yo puedo confiar? Yo puedo confiar en los que están trabajando que me dicen lo que han hecho y los próximos pasos”, sentenció Salas Cardona.

La Interpol se restableció en Puerto Rico a mediados de abril de este año con varias misiones, entre ellas, darle otra mirada a 12 casos de desaparición de menores que no han sido resueltos. Uno de esas pesquisas incluye a dos hermanos, John y Giannina María Colonna, quienes fueron secuestrados en Luquillo, el 5 de mayo de 1974.