La jueza Sylkia Carballo Nogueras, de Tribunal de Primera Instancia de Caguas, señaló para el 30 de julio la vista para dictar sentencia contra la enfermera, dueña y administradora del Hogar Huellas Corp., Zulma Morales Sierra, quien fue encontrada culpable el 16 de abril de negligencia en el cuidado de personas de edad avanzada y diversidad funcional.

La vista estaba pautada para hoy, pero su defensa impugnó el informe presentencia preparado por el Programa de Libertad a Prueba y Libertad bajo Palabra de la Administración de Corrección, informó la oficina de prensa de Administración de Tribunales.

El 16 de abril, tras escuchar la prueba presentada por las fiscales Janice Maymí Camacho y Brenda Rosado Aponte, de la Unidad de Control de Fraude al Medicaid del Departamento de Justicia (MFCU, por sus siglas en inglés, la jueza Carballo Nogueras emitió su dictamen de culpabilidad.

Morales Sierra, obrando con negligencia y teniendo la obligación que le impone la ley de prestar servicios de cuidado, puso en riesgo la vida y la salud de dos hermanas, ambas adultas con impedimento, durante el tiempo de siete meses que residieron en el Hogar antes mencionado.

La mujer incurrió en una falsa representación y engaño, dando a entender que era tenedora de una dispensa y autorización del Departamento de la Familia para recibir en su hogar a las dos adultas con impedimentos. Con esta representación falsa logró la confianza de los padres de las hermanas y, de esta forma, obtuvo el pago de $18,900.00 por unos servicios de cuidado para sus hijas que nunca prestó.

Según el Departamento de Justicia en un comunicado de prensa previo, la prueba también demostró que estos hechos redundaron en actos de maltrato hacia los padres de las dos adultas: José Cintrón y Josefina Rubert, causando así daño a su salud, bienestar y bienes. La convicta era la enfermera, directora y dueña del mencionado hogar, mas no ofreció los servicios de salud y bienestar necesarios a las adultas. Tampoco ofreció a los padres información en cuanto eventos de salud, nueva medicación y tratamiento, privándolos de conocer las circunstancias en que se encontraban sus hijas en dicho Hogar bajo la idea que se encontraban bien.

Las fiscales presentaron alrededor de 29 testigos, 33 piezas de evidencia, prueba pericial y documental para demostrar más allá de duda razonable la culpabilidad de la hoy convicta.