Cuatro empleados de la compañía Rodríguez Plumbing Contractors, ubicado en la carretera PR-21 del barrio Monacillos, en Río Piedras, fueron asesinados y el sospechoso se privó de la vida.

Según reportes preliminares, los hechos se reportaron a las 10:33 a.m. de este lunes en el segundo piso de las instalaciones mientras se llevaba a cabo una reunión entre el contable (sospechoso) y los cuatro empleados, dos de ellas mujeres, y se alega que abrió fuego contra ellos.

Los motivos de la discusión se investigan.

Luego de cometer los crímenes, el hombre se privó de la vida, confirmó el Negociado de la Policía de Puerto Rico.

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El director del Cuerpo de Investigaciones Criminales (CIC) de San Juan, Edwin Figueroa Maldonado, reveló que entre las víctimas se encuentra el hijo del propietario del negocio.

“Se llevaba a cabo una reunión entre estos cinco empleados y se suscita algún tipo de incidente que detona esta tragedia... Entendemos que había unas situaciones que estaban ocurriendo dentro de la compañía que, a raíz de eso, se lleva esta reunión, pero desconocemos al momento cuál fue el detonante”, detalló Figueroa Maldonado.

Las víctimas fueron identificadas como Ángel Edgardo Rodríguez Torres, de 38 años, quien era el vicepresidente e hijo del propietario; el director de Recursos Humanos, Alvin Cardona Ríos, de 31 años; y las empleadas del Departamento de Contabilidad, Nanette Z. Arriaga Pérez, de 61 años y Angilianna Franki González, de 24 años.

El contable y sospechoso se llamaba Luis H. González Torres, de 58 años. Tenía licencia vigente de armas hasta febrero de 2027 y cuatro armas registradas a su nombre: dos pistolas Springfield calibre 9mm; una pistola Glock calibre 22 modelo G 44 y un rifle Tactical calibre .223 y 5.56.

Los investigadores continúan con las entrevistas e indagan, entre otros ángulos, si hubo conflictos anteriores, si surgieron amenazas o si se relacionaba con las finanzas de la empresa.

En la escena se recuperaron dos armas de fuego.

Por el momento, las autoridades entrevistaban a empleados de la empresa que estaban en las cercanías. Muchos, según imágenes captadas por este diario, mostraban su incredulidad y dolor ante lo sucedido.

A la escena también llegó la designada secretaria del Departamento de Justicia, Janet Parra.

Esta es la primera masacre reportada este año.

Por su parte, el comisionado de la Policía, Antonio López Figueroa, en consulta con el nominado secretario del DSP, Arturo Garffer, ordenó la creación de un equipo de investigación de agentes de diferentes unidades especializadas para el ágil esclarecimiento de los sucesos reportados.

Los agentes ya se encuentran corroborando posibles teorías de lo sucedido, sin descartar ningún ángulo, dijo el funcionario en declaraciones escritas.

La agente Kiannette Piza Juliá, adscrita a la División de Homicidios del CIC de San Juan, bajo la supervisión del sargento Javier Jiménez, en unión a los fiscales Gretchen Pérez Catinchi y Edmanuel Santiago Quiles se hicieron cargo de la investigación.