El trapero Yovngchimi, cuyo nombre de pila es Ángel Javier Avilés Monzón, no tuvo éxito al reclamar la devolución de su auto Lamborghini Urus, el cual fue ocupado por el Negociado Federal de Investigaciones (FBI, en inglés) el pasado 7 de enero durante un allanamiento a su residencia.

La jueza federal María Antongiorgi Jordán determinó ayer, lunes, que “el FBI debe devolver el vehículo a su dueño registral”. Adjuntó una moción radicada por el fiscal federal Joseph Russell, la cual especifica quién es el verdadero dueño registral del auto que reclama el trapero. El nombre que aparece no es el de él.

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“Según documentos e información obtenidos por el FBI, la venta de la propiedad se originó como una transacción entre Master Motors y Mendoza Auto Gallery, quienes, a su vez, realizaron una transacción con el acusado para la venta del vehículo. Sin embargo, al parecer, la transacción entre Master Motors y Mendoza Auto Gallery nunca se completó y, por esta razón, el título de propiedad nunca se transfirió a Mendoza Auto Gallery ni al acusado”, dice la moción.

“Por lo tanto, si bien el acusado puede reclamar la propiedad del vehículo, el FBI está obligado a devolverlo a su propietario registrado y titular, que hasta el día de hoy sigue siendo Master Motors”, añade la moción.

A raíz de la decisión de la jueza, el FBI entregó ya el auto a Master Motors, según confirmó la empresa en un comunicado y la Fiscalía federal mediante moción.

Lo que destapó esta controversia judicial fue una presunta irregularidad en el proceso en el que Yovngchimi pudo adquirir el lujoso vehículo y de la que, al parecer, no tenía conocimiento. Es que Master Motors reveló en sus declaraciones que estaba en proceso con otro concesionario para vender el Lamborghini Urus, pero que esa otra empresa lo vendió al trapero sin culminar la transacción.

“En relación a dicho vehículo, especifica Master Motors que allá para el 02 de noviembre de 2024, se inició un trámite de compraventa con el concesionario automotriz Mendoza Auto Gallery, fecha en la que también se le entregó la posesión de la unidad a dicho concesionario, bajo la promesa de pago del precio de venta acordado. Sin que el negocio jurídico entre ambos concesionarios se hubiere perfeccionado, por razón de Mendoza Auto Gallery no haber saldado el vehículo a Master Motors y siendo aún Master Motors su titular registral, sin conocimiento ni consentimiento de dicha empresa, Mendoza Auto Gallery lo ‘vendió’ a Ángel Javier Avilés Monzón p/c Yovngchimi. Sin embargo, Mendoza Auto Gallery, nunca saldó el vehículo a Master Motors. Cabe señalar que el negocio jurídico entre ambos concesionarios sería mediante una compraventa de contado. Siendo ello así, reitera Master Motors que, ante la falta de perfeccionamiento del contrato de compraventa por la falta de pago de Mendoza Auto Gallery, el vehículo pertenece y nunca ha dejado de pertenecer a Master Motors, empresa que nunca negoció ni nada tuvo, ni tiene que ver, con el exponente de música urbana”, se explicó.

Según la Fiscalía federal, ahora el trapero debe acudir a Master Motors y Mendoza Auto Gallery a realizar los reclamos que correspondan en medio de la controversia de la titularidad.

Del expediente judicial de Yovngchimi no trasciende ningún documento en el que sus abogados hablen de esta controversia. Todo el trámite se ha desarrollado entre la jueza y la Fiscalía federal.

Este reclamo del auto ocurre en momentos en que la defensa del trapero, Saam Zangeneh y Mauricio Padilla, han pedido información, específicamente, declaraciones juradas, utilizadas para lograr el registro de la vivienda del joven. Buscan indagar en la legalidad de ese registro.

También está pendiente que el magistrado federal Marshal D. Morgan determine si concederá la libertad bajo fianza a Yovngchimi en lo que se ve su juicio.

Yovngchimi fue arrestado el pasado 29 de diciembre en el aeropuerto internacional Luis Muñoz Marín, en Isla Verde.

Documentos del expediente judicial del artista apuntan a que el trapero fue atrapado en una presunta ilegalidad por unos mensajes de textos extraídos del celular de otro cantante de música urbana, Luis Nomar Isaac Sánchez, mejor conocido como CDobleta. Estos extractos fueron corroborados en el celular del propio acusado, que fue confiscado el 16 de septiembre por la agencia Homeland Security Investigations (HSI, en inglés).

Ambos artistas urbanos formaban parte de un chat de WhatsApp de nombre “La Vuelta”. Además, formaban parte del grupo Víctor Pérez Fernández, alias “Vitu”, “Vitikin”, “Enano” y “La Cone”. Este último es el presunto manejador de CDobleta y se entregó a las autoridades federales en diciembre y fue acusado por un gran jurado federal junto a otros 15 alegados miembros de la ganga “La Familia”, cuyo grupo supuestamente operaba en los municipios de San Juan y Carolina. Se sospecha que el grupo es responsable por el asesinato del sargento Eliezer Ramos.

Entre los mensajes que se destacan fue uno del 4 de junio de 2023, donde Avilés Monzón estableció que “por poco le disparaba a alguien más temprano en el día, pero no lo hizo porque andaba en su auto personal”.

También expuso que tenía una pistola y que no se la dejara mucho, porque “wa matar a uno con ella”.

“Ortia porpoco le doy a uno”; “Es qe andaba en mi guagua personal” y “Aplica sin fantom” son otros mensajes que alegadamente envió Yovngchimi.

Un vídeo enviado por el trapero a la cuenta también está bajo el poder de las autoridades federales.

Otro mensaje destacado fue una foto de Pérez Fernández con un arma automática y un mensaje de Avilés Monzón sobre su experiencia reparándolas. Como la pistola estaba mala, el trapero presuntamente ofreció asistencia para convertirla en semiautomática y venderla.

Por los hechos, las autoridades federales le presentaron dos cargos criminales a Avilés Monzón por posesión de armas modificadas para disparar de manera automática.

El trapero boricua pudiera enfrentar una pena máxima de 10 años de cárcel por cada cargo, de ser hallado culpable.