José L. Correa Adorno, presunto líder de una pandilla de ladrones que por meses sembró el terror en Carolina y Trujillo Alto, se entregó hoy a las autoridades estatales, confirmó el superintendente de la Policía, José Caldero.

La entrega del fugitivo apodado Gordo y Taco Bell fue coordinada mediante conversaciones con el abogado Antonio Ortiz Gilot y se concretó en un lugar no precisado de la urbanización Villa Andalucía, en Trujillo Alto.

Hasta ese lugar llegaron agentes del Cuerpo de Investigación Criminal de Carolina, quienes pusieron bajo arresto a Correa Adorno, quien está acusado en ausencia por robo, violaciones a la Ley de Armas y otros delitos graves, informó Caldero en rueda de prensa efectuada en el Cuartel General.

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El arresto se produjo justo mientras agentes de la División de Robos en Carolina consultaban con la Fiscalía de para someterle en ausencia un cargo por un robo ocurrido el 2 de agosto frente a los cines del centro comercial Plaza Escorial. La presentación de esos cargos quedó en suspenso.

“Estamos sacando a una de las gangas más violentas de robos que ha existido en el área metropolitana, especialmente por los hechos en que le hacían daño a las víctimas en robos domiciliario”, dijo Caldero, quien estuvo acompañado por el director del Negociado Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés), Carlos Cases.

“El acoso que le tenía la Policía, con el grupo de trabajo, logró que se entregara”, puntualizó el jefe policiaco.

La conferencia de prensa había sido programada para anunciar que se pagaría una recompensa por información que llevara al arresto de Correa Adorno, pero la situación evolucionó tras conversaciones con el abogado que representará al joven de 21 años.

Correa Adorno, vecino del residencial Nuestra Señora de Covadonga, en Trujillo Alto, enfrenta 14 acusaciones por robos, robos domiciliarios y carjacking, con una fianza global de $18.5 millones. 

Después de ser fichado en el Cuartel General de la Policía, sería entregado al FBI, que también lo había proclamado fugitivo, tras ser acusado junto a Anthony Rivera Rivera, por cometer un carjacking contra un guardia de seguridad de Plaza Escorial. Rivera Rivera está detenido en espera de ser procesado por las autoridades federales. 

Caldero indicó que todavía falta por lograr el arresto de dos personas adicionales que vinculan con el grupo delictivo de Correa Adorno. 

Este medio supo que una de las personas es una mujer que durante los atracos ha tenido la responsabilidad de manejar los vehículos en los que sus compinches se movilizan para cometer robos. 

Caldero dijo que Correa Adorno no era bienvenido en varios caseríos donde acudió recientemente para ocultarse. Esa situación habría ocurrido en los residenciales Covadonga y Las Dalias, mientras grupos policiacos lo buscaban. 

Cases, por su parte, dejó claro que Correa Adorno podría enfrentar más cargos criminales de los que hasta el momento se han presentado en su contra en la esfera federal.

“Este individuo que está bajo arresto ya no podrá aterrorizar más a la ciudadanía de Trujillo Alto, San Juan y Carolina”, dijo. “La investigación continúa porque entendemos que hay otros casos de robos domiciliarios y posiblemente otros carjackings que se le pueden atribuir”, precisó.

Según Cases, los robos domiciliarios caen bajo jurisdicción federal en los casos en que comerciantes son víctimas, como ocurrió en una situación en los que los perjudicados operan un restaurante de comida oriental. 

Este fin de semana, policías estuvieron a punto de arrestar a Correa Adorno cuando lo sorprendieron junto a su novia y otro individuo en un sector de Trujillo Alto.

El grupo viajaba el viernes en la noche a bordo de una guagua Toyota Rav4 que figura robada mediante carjacking en Cupey. Ese encuentro culminó con una balacera en que Correa Adorno y la mujer escaparon a pie, pero se logró el arresto de Jeremy Guzmán Fuentes, acusado luego por tentativa de asesinato y violaciones a la Ley de Armas en relación a esos hechos, por los que Correa Adorno también fue acusado en ausencia y se le impuso una fianza de $8 millones.

La semana pasada la Policía anunció la constitución de un equipo de trabajo con personal de las divisiones Inteligencia, Drogas, Arrestos Especiales y los Cuerpos de Investigación Criminal de San Juan y Carolina para atrapar a Correa Adorno y a sus secuaces. 

El nombre de Correa Adorno cobró notoriedad delictiva el 7 de agosto, cuando agentes adscritos a la División de Arrestos Especiales y Extradiciones ocuparon un mini arsenal con armas de alto poder en un apartamento desocupado en el residencial Las Dalias, en Río Piedras. La Policía dijo que en el lugar se encontraba el joven apodado Gordo y Taco Bell, así como Carlos Serrano Febus, otro prófugo que enfrenta una orden de arresto por carjacking y otros delitos. 

Esta mañana el comandante Rivera Colón indicó que Serrano Febus también está ligado a la pandilla de Correa Adorno.

Preguntado sobre trasfondo delictivo de esa persona, no quiso abundar, pero anticipó que “tenemos su perfil completo”.

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