Se despiden de víctima de primera masacre del año: “continúen orando”
Ángel Rodríguez Torres fue una de tres personas asesinadas el pasado lunes en Puerto Nuevo.
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Familiares, vecinos y amistades se congregaron ayer, miércoles, en la funeraria Naranjito Memorial para darle un último adiós a Ángel Edgardo Rodríguez Torres, padre, esposo e hijo del propietario de Rodríguez Plumbing Contractors, en Puerto Nuevo, quien fue una de las víctimas en la primera masacre reportada este año.
“Quisiéramos que (Ángel) estuviera aquí, que esto no estuviera pasando”, dijo entre lágrimas Ivonne Rodríguez, cuñada de Ángel y portavoz de la familia a las cámaras de Telemundo PR.
“Mi cuñado era un ser especial, era un papá extraordinario, un esposo ejemplar”, agregó al noticiario al agradecer las oraciones recibidas por el público.
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“Esto llegó y, para mí, es un trauma para mí. Me imagino que para ellos debería ser algo terrible, porque es una tragedia lo que ha sucedido y más a una familia buena, una familia buena y es triste que estos buenos de la vida y del mundo tengan que pasar por estas tragedias, ¿no?, brutales”, lamentó, por su parte, Angel Luis Rosa Vélez, vecino de Ángel Edgardo Rodríguez Torres quien acudió a la funeraria.
Según el Negociado de la Policía de Puerto Rico (NPPR), Luis H. González Torres, de 58 años, sería el autor de la masacre que ocurrió a eso de las 10:33 a.m. del pasado lunes.
La desgarradora escena ocurrió durante una reunión en el segundo piso de Rodríguez Plumbing Contractors entre el personal gerencial y administrativo. A esa reunión, acudió González Torres, uno de los contables.
Han surgido varias versiones para explicar lo que llevó a González Torres a cometer la masacre, entre ellas que se estaban anunciando nuevas medidas con las que el contable no estaba de acuerdo y otra que él no estuvo de acuerdo con una tarea que la administración le encomendó. Ninguna ha sido corroborada.
Se alega que el empleado, que llevaba 30 años laborando en el negocio, disparó y salió de la oficina con las dos armas en la mano y se asomó a la oficina del presidente, quien había bajado al primer piso.
En el pasillo se encontró con un empleado que, al verlo armado, sin conocer de la matanza, le aconsejó que cogiera las cosas con calma y este le respondió “esto lo resuelvo ahora”. Acto seguido, volvió a entrar a la oficina donde estaban las víctimas y se suicidó.
Además de Rodríguez Torres, quien tenía 38 años y era el vicepresidente de la empresa, las otras tres víctimas fueron identificadas como Alvin Cardona Ríos, de 31 años y director de Recursos Humanos; Nanette Z. Arriaga Pérez, de 61 años y empleada del Departamento de Contabilidad; y Angilianna Franki González, de 24 años y la recepcionista.
“Deseamos que continúen orando, principalmente por mis sobrinos que están afectados, por mi hermana y por el resto de la familia. Le doy las gracias por sus oraciones y que no nos saquen de sus oraciones”, pidió Ivonne Rodríguez a las cámaras.
El presunto asesino tenía licencia vigente de armas hasta febrero de 2027 y cuatro armas registradas a su nombre: las dos pistolas Springfield calibre 9 milímetros; una pistola Glock calibre 22 modelo G 44 y un rifle Tactical calibre .223 y 5.56. Las últimas dos fueron ocupadas en su residencia.
En la escena se recuperaron 18 casquillos de calibre 9 milímetros, dos armas marca Springfield Hellcat y dos cargadores con capacidad para 15 balas. Además, en su oficina se ocupó un cargador y dos más en el vehículo que la compañía le tenía asignado, lo que refuerza la teoría de que el crimen fue premeditado.